Iván López Espejo

Artículos

El sistema económico capitalista se caracteriza por ser el sistema de economía de mercado por antonomasia, ya que en él hasta la fuerza (capacidad) de trabajo es una mercancía. Las personas que no poseemos medios de producción ni percibimos ninguna clase de renta de suficiente magnitud, hemos de acudir al mercado laboral para, «libremente», vender nuestra fuerza de trabajo con el fin de poder adquirir los medios necesarios para la subsistencia.

Entrevista a una teleoperadora

Recientemente ha saltado a los medios de masas una noticia acerca de la muerte de una teleoperadora (a causa, parece ser, de un infarto) el pasado 13 de junio en un centro de atención telefónica de Konecta en Madrid. En primer lugar, resulta llamativo que los grandes medios de desinformación hayan puesto el foco en un caso de «accidente» laboral. ¿Se estarán volviendo subversivos? ¿Significará que, a partir de ahora, estos mismos medios sistemáticamente denunciarán las consecuencias de las precarias condiciones laborales devenidas de la explotación capitalista? No en balde, de acuerdo con los números del propio Ministerio de Trabajo, 826 personas murieron en su puesto de trabajo el pasado año 2022 debido a «accidentes» laborales. De hecho, y a pesar del autodenominado Gobierno más progresista de la historia, esta cifra no ha dejado de crecer desde el año 2013, cuando se alcanzó el mínimo número de fallecidos (558) de toda la serie histórica.