Matías Viotti Barbalato

Artículos

Una cuestión de memoria histórica

El integrismo católico nace en oposición a la modernidad que venía a expulsar a Dios del corazón de sus fieles y en contra de dos corrientes que habían surgido en el siglo XIX; el liberalismo y el marxismo. Dos demonios que se engrandecieron con el triunfo de la II República española en 1931, provocando la unión de las clases más conservadoras en un solo movimiento; el nacionalcatolicismo franquista, triunfante en 1939.