El año pasado, Bosnia y Herzegovina tuvo que esperar unos quince meses para la formación de un nuevo gobierno. Han bastado poco poco menos de cuatro para recaer en la crisis institucional surgida en las últimas semanas con la ruptura de la alianza entre el PSD (Partido Social Demócrata, multiétnico) y SDA (Partido de Acción […]
El año pasado, Bosnia y Herzegovina tuvo que esperar unos quince meses para la formación de un nuevo gobierno. Han bastado poco poco menos de cuatro para recaer en la crisis institucional surgida en las últimas semanas con la ruptura de la alianza entre el PSD (Partido Social Demócrata, multiétnico) y SDA (Partido de Acción Democrática, conservador bosníaco). Entre ambos componían junto con otros cuatro partidos, la mayoría que apoya al gobierno nacional (la denominada šestorika).
El casus belli del divorcio se consumó en torno a la Ley Anual de Presupuesto, aprobada por el parlamento nacional a finales de mayo. El SDA, sin embargo, había votado en contra de la medida, juzgada demasiado restrictiva, puesto que incluía, entre otras cosas, recortes en los salarios a determinadas categorías de funcionarios públicos. Tras esta decisión, el SDP invitó al SDA a abandonar la mayoría, acusándolo de obstruir la recuperación económica del país y la reforma política. Sin embargo, el SDA le dió puerta, por lo que la crisis política se ha transferido a la Federación de Bosnia y Herzegovina, así como 4 de los 10 cantones federales (Sarajevo, Tuzla, Una Sana y Zenica Doboj-) en el cual el SDP y la SDA gobernaban como aliados, junto con dos partidos más pequeños (HSP, del Partido Croata del Derecho y SZB, el Partido para el Progreso, ambos croatas moderados)
De hecho, con un movimiento inesperado – y hasta ahora inédita, en la escena política de Bosnia – los socialdemócratas han intentado desmoralziar, e incluso forzar la dimisión de todos los ministros de la SDA en la Federación y los cantones. Mientras tanto, el SDP ha encontrado nuevos aliados: el ‘SBB ( Alianza para un Futuro Mejor de Bosnia y Herzegovina, el populista bosnio fundada en 2009 por el famoso Fahrudin Radoncic, el «Berlusconi bosnio») y los dos «gemelos» nacionalistas croatas HDZ (Comunidad Democrática Croata) y HDZ 1990. Estos dos últimos vetaron súbitamente a los dos partidoscroatas minoritarios: el HSP y el SZB, que fueron expulsados también del gobierno federal
Sin embargo, en ese momento, la nueva mayoría no tenía los escaños suficientes para gobernar la Federación de Bosnia y Herzegovina. La coalición HDZ-SDP-SBB-HDZ1990 cuenta con 56 diputados en el parlamento federal, lejos, por tanto, de la «cuota 66″ necesario para gobernar. La nueva alianza se ha movido rápidamente con desenvoltura, exigiendo la sustitución de todas las posiciones institucionales aún en poder de los partidos recién expulsados por la nueva mayoría, así como ejecutivos de las empresas públicas propiedad de la Federación, relacionados con los antiguos aliados. Por otro lado, el SDA ha apelado a la Corte Constitucional en relación a la supuesta ilegalidad de la operación, y ha amenazado con recurrir al obstruccionismo parlamentario, así como a bloquear el proceso institucional de la Federación. Todo tiene lugar en un clima de fuertes insinuaciones, acusaciones y amenazas recíprocas a través de las respectivas facciones en la prensa.
El juego es así aún muy abierto. Ninguno de los bandos parece dispuesto, por ahora, a dar el mínimo paso atrás. Sólo parecen existir dos escenarios posibles. Uno de ellos pasa por la perpetuación de la parálisis institucional la espera de que la fronda del SDA no ceda. El impasse, sin embargo, es probable que persista por lo menos hasta las próximas elecciones locales de octubre de 2012 (donde se votarán los ayuntamientos de las principales ciudades, incluyendo Sarajevo, Banja Luka y Mostar). Mientras tanto, continuará el «cortejo» de la nueva coalición de los desertores potenciales de otros partidos, a fin de completar la mayoría. El caso más conocido hasta el momento (y grotesco) es el de Desnica Radivojevic, ministro Federal de Planificación Urbana, que acaba de pasar del SDA al SDP. Mientras tanto, se hizo pública una carta de renuncia irrevocable del mismo Radivojevic. Que, sin embargo, él mismo ha desmentido rotundamente, alegando que es una carta sin firma y «fabricado» por el SDA para sacarlo del gabinete federal, donde su voto será decisivo para garantizar el apoyo a la nueva coalición.
El segundo escenario sería la convocatoria de elecciones anticipadas sólo en la Federación de Bosnia y Herzegovina, algo nunca acontecido, esa república desde Dayton. Las fuerzas de la oposición y algunos miembros de la sociedad civil (con el apoyo cada vez mayor en los últimos días) apoyan esta solución, por supuesto, rechazado por la parte nueva mayoría. Por el momento, parece una hipótesis aún remota.
Es de estos mismos días, sin embargo, la noticia de que la crisis institucional es de nuevo «rebotada» a nivel nacional. Después de varias semanas de vacilación, el primer ministro nacional Vjekoslav Bevanda (HDZ), ha desautorizado a los dos ministros de su gabinete procedentes del SDA, cumpliendo así con la demanda del SDP. Se trataba de las carteras de Defensa y Seguridad, y es probable que la primera será otorgada al líder de SBB Fahrudin Radoncic, mientras que la segundo deberá ir a un miembro de la SDP.
Fuente: http://eurasianhub.com/2012/07/16/bosnia-gobierno-y-de-nuevo-crisis-1/