La escritora francesa visita España, donde sostiene que su escritura “no es ombliguista”. “Siempre he dicho lo que pienso y me han atacado, pero nunca me he sentido en peligro”, afirma.
La escritora francesa visita España, donde sostiene que su escritura “no es ombliguista”. “Siempre he dicho lo que pienso y me han atacado, pero nunca me he sentido en peligro”, afirma.
Si el siglo XIX en Francia es un siglo revolucionario, podemos decir que la de Auguste Blanqui es la llama más vigorosa que alimenta esa hoguera, de principio a fin.
El cine político puede resultar a veces demasiado intelectual para una audiencia masiva. Pero en los años 60 y principios de los 70, el cineasta franco-griego Costa-Gavras demostró que las películas con un mensaje revolucionario también pueden ser populares.