El chiste habitual sobre las Conferencias de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (COP) es que cada una de ellas es una «cop-out». Cada una de ellas ha fracasado a la hora de llegar a un acuerdo sobre el fin de la producción de combustibles fósiles como fuente de energía, a pesar de que ya está bien establecido que las emisiones de carbono y otros gases de efecto invernadero provienen principalmente del uso de combustibles fósiles