Colombia nunca ha tenido un presidente de izquierda y ha sido el aliado más cercano de Washington en la región durante décadas, pero la elección del progresista Gustavo Petro en el cargo más alto e importante del país podría cambiar esa relación, cuando los lazos de EE.UU. con la región quedaron deteriorados tras el fracaso de la Cumbre de las Américas.
Durante siglos la cultura occidental se ha dado a la valiosa misión de testimoniar por escrito sus tradiciones y vicisitudes, ocupándose porfiadamente de las historias de vida.
La acción ciudadana es el arma mas efectiva contra el abuso de autoridad.
La victoria electoral de Petro en Colombia sucede en un contexto muy significativo en cuanto al alejamiento entre Estados Unidos e Iberoamérica.
La fuerte ofensiva derechista de los últimos años en América Latina no logró estabilizar una nueva situación; los fascismos sociales y culturales crecieron pero no consiguieron (aún) una nueva hegemonía.