No me alegra que te hayas muerto Sebastián Piñera. Hubiera preferido verte preso por ladrón, estafador, asesino, terrorista, desalmado, tramposo y mentiroso. Lo de cobarde… bueno, eso es propio de los de tu ralea, igual que Pinochet cuando se cubrió con su nieto para protegerse el día del atentado contra su miserable vida.