
El Chico Hermosilla se alza luego de su confesión, como el mejor representante de todo lo que el pueblo no quería. La traición, la indignidad de quien miente para consolidar su estatus de persona con conocimientos y poder, la corrupción de todo lo corruptible, para quienes el dinero, o el poder que es lo mismo, tiene en el Chico Hermosilla su estampa señera.