Lo que vino posteriormente al golpe cívico militar fue tortura, persecución y muerte. Vidas de nuestro pueblo desaparecidas y silenciadas. Esto debemos recordarlo, mantenerlo en nuestra memoria, y sobre todo no olvidar la bestialidad de las y los poderosos, por ende, no debemos confiar en sus pactos de dominación, sean por la vía autoritaria o por la vía democrática. La historia nos enseña que el poder popular se construye con independencia de clase, se construye desde la dualidad y no en cooperación con quienes nos oprimen.