Los desafíos del progresismo en el siglo XXI
Los desafíos del progresismo en el siglo XXI
La izquierda ecuatoriana concurrió profundamente dividida a la segunda vuelta de las elecciones presidenciales.
La llegada a la presidencia de Guillermo Lasso, un político y banquero conservador, marca un giro a la derecha en el país. El resultado muestra la resistencia al correísmo y el peso del voto nulo impulsado por el movimiento indígena, y abre un complejo escenario con un presidente alineado ideológicamente con el neoliberalismo.
El resultado electoral de ayer es un día oscuro para el campo popular ecuatoriano. Si las organizaciones que llamaron al voto nulo hubieran convocado a votar por Arauz se podría haber derrotado a la derecha y presionado a Arauz para que tome en cuenta las demandas populares.
El banquero Guillermo Lasso, candidato por la alianza entre el movimiento derechista Creando Oportunidades (CREO) y el Partido Social Cristiano se alzó con el triunfo de las elecciones de 2021 para convertirse en el nuevo presidente ecuatoriano que gobernará hasta el 2025.
Tres dirigentes de las principales confederaciones indígenas nos comparten sus lecturas frente a la coyuntura electoral, el balance de Lenín Moreno, y las perspectivas del sector frente al gobierno que emergerá del ballotage.
En la segunda vuelta de las elecciones presidenciales en Ecuador, se impuso Guillermo Lasso, el candidato de la coalición de derecha CREO y Partido Social Cristiano con el 52.48%. El candidato progresista Andrés Arauz obtuvo 47.52% de los votos.
En la disputa de este domingo entre el conservador Lasso y el progresista Arauz será decisivo el apoyo de las comunidades originarias. Históricamente reacias tanto al correísmo como al neoliberalismo, se ven atravesadas hoy por una interna explosiva.
Está programado que este domingo 11 de abril los ecuatorianos salgan a votar en segunda vuelta para elegir a su presidente. Los candidatos son Guillermo Lasso , un banquero de élite de 65 años; y Andrés Arauz, un exfuncionario progresista del Banco Central de 36 años. No hay duda de que el resultado tendrá un impacto profundo en el futuro de la nación; los candidatos tienen visiones muy distintas de cómo sacar a Ecuador de la pandemia y de la actual recesión económica. Pero si bien la contienda ha recibido escasa atención internacional, tiene implicaciones de carácter global.
La segunda vuelta de las elecciones presidenciales llega a un poco más de un año de la pandemia, por un lado, imponiendo grandes desafíos con los cambios en la institucionalidad que se avecinan y para la sociedad civil organizada que deberá articular nuevas estrategias. Por otro lado, las elecciones también llegan generando incertidumbre y expectativa para los sectores campesinos, que, si bien siempre han reclamado para que los gobiernos paguen la deuda histórica con el campo y la soberanía alimentaria, en estos momentos necesitan de política inmediata para salir de la crisis profundizada por la covid-19.