
La dieta convencional actual llega a los supermercados a partir de unas prácticas agrarias que podemos denominar industriales porque su funcionamiento es precisamente esto: fábricas de fabricar comida. Movidos por el paradigma de los máximos rendimientos, la producción vegetal y la producción animal se han desligado la una del otro, como históricamente habían funcionado, y lo que tenemos son sistemas agrícolas de monocultivos, por un lado; y sistemas ganaderos de macrogranjas por el otro. ¿Qué consecuencias tiene este divorcio?