Un nuevo estudio científico muestra que el aditivo alimentario dióxido de titanio (TiO2), ampliamente usado en productos de consumo frecuente, como dulces, pastelería, sopas y cremas, tiene la capacidad de alterar el sistema endocrino y la respuesta hormonal a los alimentos, desregular los niveles de azúcar en sangre y causar diabetes, obesidad y otros problemas de salud.