
Una migaja para enfrentar una crisis climática que parece no tener solución ni retorno. La reciente cumbre de las Naciones Unidas en Bakú, Azerbaiyán, resolvió poco y olvidó lo esencial.
Una migaja para enfrentar una crisis climática que parece no tener solución ni retorno. La reciente cumbre de las Naciones Unidas en Bakú, Azerbaiyán, resolvió poco y olvidó lo esencial.
El exempleado de la refinería Kuwait de Nápoles fallecido por mesotelioma pleural debido a la exposición al amianto llega una indemnización de un millón y medio de euros para la familia del trabajador.
La consultora más prestigiosa del mundo está contribuyendo sin que se sepa a disparar la crisis climática
Hace cuarenta años, exactamente el 6 de diciembre de 1984, la Unesco declaraba Urdaibai como Reserva de la Biosfera. Cuatro décadas después su situación ha pasado de delicada a alarmante, por no decir, dramática. Sobre ella se cierne el peor de los peligros que un paisaje natural pueda soportar: el impacto de un turismo masificado de la mano de un proyecto como es el Museo Guggenheim que se pretende construir en su zona más sensible.
BAKÚ – La culminación de amargas, difíciles y desafiantes negociaciones sobre el clima fue el anuncio de la presidencia azerbaiyana de la cumbre climática del «acuerdo del Objetivo de Financiamiento de Bakú, un nuevo compromiso para canalizar 1,3 billones de dólares de financiamiento climático al mundo en desarrollo cada año para 2035».
La época que viene no necesita ilusos, sino una organización y una empatía que no hemos sabido crear, y ahí está el mayor reto