El comercio justo en la justa explotación
Por las reiteradas denuncias de violación de los derechos laborales y sindicales en las plantaciones de melones y piñas de Honduras y Costa Rica, en mayo de 2017 Fyffes fue suspendida de la membresía de la Iniciativa de Comercio Ético (ETI). La decisión parece no preocupar Fair Traid USA, que en abril pasado entregó la certificación de Comercio Justo a Sur Agrícola de Honduras (Suragroh), subsidiaria de Fyffes/Sumitomo en el país.
Después de una «evaluación profunda de prácticas de comercio justo y una rigurosa auditoria», Suragroh fue reconocida por su «sustentabilidad social y ambiental», se lee en una nota de prensa.
Según Fair Trade USA, la subsidiaria de Fyffes/Sumitomo estaría garantizando «condiciones de trabajo seguras y sanas, transparencia, producción sustentable y respeto por la biodiversidad».
Nathalie Marin Gest, directora de Frutas y Flores de Fair Trade USA, dijo que la certificadora está entusiasmada de ayudar a llevar los melones de Suragroh al mercado, «empoderando aún más a los obreros agrícolas para lograr el desempeño sustentable de sus familias y comunidades».
Con seguridad esta señora nunca estuvo junto a las trabajadoras del melón en Honduras, y si por allí pasó, como dice el dicho: no hay peor ciego que aquel que no quiere ver.
«Todo esto es absurdo. Fyffes continúa violentando derechos laborales y sindicales. Sigue sin querer reconocer a nuestra subseccional e intenta crear dos sindicatos patronales», dijo a La Rel, Tomás Membreño, presidente del Sindicato de Trabajadores del Agroindustria y Similares (STAS).
«Quizás hubo pequeñas mejorías en cuanto al trato hacia las trabajadoras, pero sabemos que esto se debe a que la suspensión de la ETI le acarrea serios problemas económicos y de imagen.
Las y los trabajadores siguen exigiendo libertad de asociación y negociación colectiva. Suragroh no ha mostrado interés en que las cosas cambien», agregó Membreño.
Certificando violaciones
Cuando el hambre y las ganas de comer se juntan
El directivo sindical manifestó que la decisión de Fair Trade USA resulta aún más paradójica si se consideran los episodios repetidos de intoxicación de los cuales fueron víctimas las y los trabajadores de Suragroh [1].
«Yo no sé con quien se reunió Fair Trade USA y cómo realizó la auditoría. Tal vez se sentó con el personal administrativo. Nosotros ni nos dimos cuenta.
Tenemos suficientes pruebas de todas las violaciones cometidas por Suragroh. Sabemos que estas certificadoras son financiadas por las mismas empresas. No son creíbles.
Muy pronto vamos a presentar todo este material que tenemos. Vamos a ver si Fair Trade USA tendrá la vergüenza de seguir sosteniendo su tesis», aseveró Tomás Membreño.
El presidente del STAS dijo no tener la menor duda de que la transnacional utilizará la certificación para intentar limpiar su reputación tras la suspensión por tiempo indefinido de la ETI.
[1] http://www.rel-uita.org/
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