Los disturbios que anoche se extendieron a gran parte de Londres, Birmingham, Liverpool y Bristol la última noche, son una explosión de amargura y rabia. Esto es el que pasa en una sociedad donde la desigualdad es cada vez más grande y profunda, donde hay grandes bolsas de pobreza y paro, donde hay un acoso […]
Los disturbios que anoche se extendieron a gran parte de Londres, Birmingham, Liverpool y Bristol la última noche, son una explosión de amargura y rabia. Esto es el que pasa en una sociedad donde la desigualdad es cada vez más grande y profunda, donde hay grandes bolsas de pobreza y paro, donde hay un acoso y racismo sistemático por parte de la policía y dónde mucha gente joven siente que no tiene ningún tipo de futuro.
Al igual que las protestas estudiantiles del año pasado, es la «generación perdida» creada por los Torys (partido conservador británico) la que está en el centro de esta lucha -aunque también mucha gente mayor ha estado involucrada.
Los factores que han hecho que se rebelaran afectan a millones de personas. Los disturbios no son la causa de actos «criminales» o de «violencia sin sentido». Eslóganes políticos cómo «¿Qué calles? Nuestras calles», o la demanda de «justicia» y denuncia de la policía han formado parte de la protesta.
El telón de fondo es la profundización de la crisis capitalista. La anarquía del mercado es mucho más devastadora que la supuesta anarquía de las calles. Los banqueros y los hombres de negocios, que continúan llevándose grandes primas a pesar de que los sueldos están cayendo, se han hecho realmente mucho más ricos que cualquier saqueador.
El racismo y la brutalidad policial
En Tottenham el punto de partida fue el asesinato por parte de la policía de Mark Duggan -y las mentiras y la manera tan cruel de tratar su familia. Este es sólo el último episodio de una historia de racismo y brutalidad policial en al área.
Ningún oficial de policía ha sido declarado culpable de la muerte en custodia en los últimos 40 años, a pesar de que hay una media de una muerte por semana. A principios de año, miles de personas se manifestaban por el sur de Londres a raíz de la muerte del artista de reggae Smiley Culture, el cual fue acusado por la policía de apuñalarse a si mismo mientras estaba en su casa.
Estos incidentes son sólo una parte del racismo policial. Pero el acoso a jóvenes negros y asiáticos es algo diario de la vida en Gran Bretaña. La posibilidad que la policía pare y registre a la gente negra es 26 veces mayor que que lo hagan con la gente blanca.
Durante las protestas ya han sido detenidas centenares de personas. Seguro que habrá un clamor desde la prensa y los políticos buscando venganza, y dar todavía más poder a la policía. Nosotros nos oponemos completamente a estas medidas. Ya se nos han recortado demasiados derechos.
El escándalos de la prensa de Murdoch ha mostrado claramente la corrupción de la Policía Metropolitana. Su racismo y su brutalidad ha quedado claro para millones de personas. La última cosa que necesitamos es darles más poder.
Los ataques de los Tories
Del mismo modo los disturbios no se hubieran dado sin los ataques del Gobierno Tory. En Haringey, el distrito al que pertenece Tottenham, hay 54 personas por cada puesto de trabajo vacante y ocho de los 13 centros para jóvenes serán cerrados debido a los recortes del Gobierno. El año pasado el Gobierno sacó a 630.000 jóvenes la Prestación por Educación y triplicó la matrícula universitaria, poniendo una gran señal de «No acceso a la educación» para mucha gente.
Gran Bretaña ya es menos igualitaria que en los años 30. Mientras muchos de los que dejaron la escuela el mes pasado se enfrentan a un futuro sin esperanza, la fortuna combinada de las 1.000 personas más ricas de Gran Bretaña aumentó en 2011 de 60.000 millones de libras (casi 70.000 millones de euros) a casi 400.000 millones de libras (casi 500.000 millones de euros). Los recortes de 81.000 millones de libras (casi 94.000 millones de euros) ordenados por el Gobierno de David Cameron significarán la pérdida de miles de puestos de trabajo, comunidades devastadas y servicios sociales destrozados.
En algún momento la gente que ha sido puesta contra la pared se dará la vuelta y se contraatacará. Esto es el que está pasando ahora, del mismo modo que pasó con el reinado de Margaret Tatcher en los años 80, la gran depresión en los años 30 y durante la década del 1880 -todos periodos donde se dieron disturbios en Gran Bretaña.
Los disturbios también son una clara muestra del total fracaso del Partido Laborista (el PSOE en Estado español) de Ed Miliband a la hora de ofrecer una alternativa a los Torys. Todos los partidos políticos ofrecen esencialmente la misma receta, del mismo modo que ahora sólo encuentran soluciones en los cañones de agua, los centros penitenciarios y el ejército en las calles.
La resistencia es la respuesta
Los disturbios son una expresión de la rabia, como dijo Martin Luther King, son «el lenguaje de los que no se les escucha». Pero para parar a los Torys necesitamos más que esto. Necesitamos más protestas como las del pasado 26 de marzo y la huelga de 750.000 trabajadores y trabajadoras del pasado 30 de junio. Estas luchas pueden unir a la gente joven desesperada y a los y las trabajadoras que se enfrentan a los recortes de puestos de trabajo, ataques contra las pensiones, grandes bajadas de sueldos y peores condiciones laborales.
Hacemos un llamamiento a la TUC (la confederación de sindicatos), sindicatos y campañas a lanzarse de lleno hacia la lucha contra los recortes, la pobreza y el racismo. Hacemos un llamamiento a construir acciones como la manifestación contra la English Defence League (organización fascista que actúa en las calles) al este de Londres que tendrá lugar el próximo 3 de septiembre, a la protesta contra la conferencia de los Torys en Manchester el próximo 2 de octubre y a la huelga coordinada de más de un millón de trabajadores y trabajadoras planeada por el próximo mes de noviembre.
Una solución para la desesperación que ha traído los disturbios necesitará un tipo de sociedad diferente, donde las necesidades de la gran mayoría de la gente, no las de una minoría, vayan primero.
Socialist Workers Party
El Socialist Workers Party es la organización hermana de En lucha en Gran Bretaña.
Traducción: Manel Ros
http://www.enlucha.org/site/?
[TAMBÉ EN CATALÀ: http://www.enlluita.org/site/?