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Alemania: otra vez la bota militar

Constitución derribada

Fuentes: Junge Welt

Traducido para Rebelión por P.R.

Las operaciones militares del Ejército alemán dentro del territorio nacional han dejado de estar prohibidas, incluso en tiempos de paz. El Tribunal Constitucional Federal ha anunciado en una decisión reciente darle la vuelta a la prohibición de usar armamento militar a  «combatir desastres». Los partidarios de la línea dura entre los políticos de seguridad están ahora a sus anchas para poner en marcha más operaciones del Ejército alemán, por ejemplo para la supuesta lucha contra el terrorismo.

El pleno revocó la línea anterior del primer Senado, que establecía que el Ejército alemán no podía utilizar en el combate de desastres en el interior ningún arma militar convencional. La Constitución «no obliga a una interpretación  que a la vista de las amenazas del presente ya no es adecuada a su propósito», afirmaron los jueces.  Las armas militares podrían utilizarse en situaciones de catástrofe bajo condiciones determinadas por un estrecho margen. Cuán estrecho sea este margen es un campo sobre el que se va a abrir una larga discusión, ya que el tribunal no menciona ningún criterio preciso: «Casos de desastre especialmente graves son… situaciones excepcionales fuera de lo habitual», así se dice, por ejemplo. Además no se debe «esperar a que el daño se haya realizado», debe solamente presentarse como «inminente».

Parece que los propios jueces son conscientes de cuán difícil será contener al genio que con esta medida han dejado salir de la botella. Así, subrayan que «peligros para personas y objetos derivados de multitudes de manifestantes no constituyen ningún caso de desastre particularmente grave» – una indicación que servirá de poco si la policía establece un pronóstico de amenaza catastrófica. Para la cumbre del G-8 de 2007 en Heiligendamm se acusó a los activistas de izquierda de «asociación terrorista» y se hizo una perorata sobre depósitos secretos de munición con los que habrían pretendido hacer saltar la cumbre por los aires. Algo así podría ser lo suficientemente «catastrófico» como para poner en marcha al Ejército alemán.

En un voto particular el juez Reinhard Geier reprocha a sus colegas que su decisión tiene «como resultado los efectos de una reforma constitucional». Las definiciones vagas dejan mucho margen para la evaluación subjetiva como en el caso de manifestaciones de masas críticas con el Gobierno. » Bajo la sombra de un arsenal de armas militares difícilmente puede florecer la libertad de expresión», afirma Geier.

El ministro de Defensa Thomas de Maizière (CDU) quiere ahora «comprobar a fondo» las posibles consecuencias de la decisión,  junto con el ministerio del Interior. La ministra de Justicia Sabine Leutheusser-Schanarrenberger (FDP) no ve, sin embargo, ninguna necesidad de actuar. El especialista en política interior del SPD Michael Hartmann lamentó que el Tribunal de Karlsruhe haya dejado indefensos a los responsables debido a su imprecisa especificación. El portavoz de política de defensa del grupo Die Linke, Paul Schäfer, critica que la mezcla de las fuerzas armadas alemanas, la protección civil y la lucha contra el terrorismo socava la Constitución. «La decisión plenaria del Tribunal Constitucional es contraria a la inequívoca redacción de la Constitución y la clara voluntad de la Constitución histórica», explicó Wolfgang Neskovic, especialista en Justicia del grupo de Die Linke y el juez federal D. Peter Strutynski por el Comité Federal para el Consejo de Paz declaró que los intentos de «desdibujar cada vez más la frontera entre la policía y las operaciones del Ejército Federal» van en aumento. La «militarización de la vida en la República Federal avanza», sentencia Monty Schädel de la Sociedad Alemana por la Paz.

Fuente:  http://www.jungewelt.de/2012/08-18/059.php