En el acto oficial de bienvenida a la XXII Cumbre Iberoamericana celebrada en Cádiz los días 16 y 17 de noviembre, el Rey Juan Carlos anunciaba sus «problemas mecánicos» y próxima entrada en el taller de reparaciones. Todo un símbolo. Pues de problemas mecánicos y necesidad de reparaciones esta el Reino de España, pero también […]
En el acto oficial de bienvenida a la XXII Cumbre Iberoamericana celebrada en Cádiz los días 16 y 17 de noviembre, el Rey Juan Carlos anunciaba sus «problemas mecánicos» y próxima entrada en el taller de reparaciones. Todo un símbolo. Pues de problemas mecánicos y necesidad de reparaciones esta el Reino de España, pero también la propia Cumbre Iberoamericana y los movimientos sociales y partidos de izquierda organizadores de la Cumbre alternativa La hora de los pueblos.
Las Cumbres Iberoamericanas comenzaron en 1990. Cuatro años después de la incorporación de España a la Unión Europea del Acta Única y que estaba implementando el Euro como moneda común. El año anterior había caído el muro de Berlín, Latinoamérica aún no lograba salir de la década perdida de los ochenta, y la oligarquía del Reino de España buscaba su papel especifico, su identidad, en la inserción dentro de la oligarquía internacional en un tiempo nuevo que se les anunciaba prometedor tras la victoria final; en 1992 Francis Fukuyama escribe «El fin de la historia y el último hombre».
El Reino de España era la potencia económica dentro del conjunto de países integrantes de la comunidad iberoamericana, y el objetivo estratégico de su oligarquía económico-financiera era convertirse en el puente necesario entre las materias primas latinoamericanas y las transnacionales de la Unión Europea. Veintidós años después el Reino de España esta arrodillado por la crisis de la deuda soberana, y su demanda interna agoniza por una profunda atonía. Su oligarquía económica-financiera se inserta como la gran desplazada, junto con el resto de la periferia de la zona euro. Y es esta Zona euro el segmento que más poder está perdiendo en la lucha interoligárquica por la hegemonía internacional, y que se refleja en las divergencias entre Alemania, Francia y Gran Bretaña. El Reino de España suplica se le deje ser «observador» en la reuniones China-Latinoamérica, ya que el flujo de materias primas ha abandonado el Atlántico y van a través del Pacífico hacia China y el sudeste asiático. Suplica a las empresas estatales de Brasil que inviertan en España. Esta sumida en la depresión y en la pérdida de su identidad. No sabe cual es su papel en el mundo actual ni tiene una visión de adonde quiere ir y qué quiere llegar a ser en este Tiempo Nuevo que todos intuimos que nace, en el que comenzará la verdadera historia de la Humanidad, con el nuevo hombre y la nueva mujer que obtendrán la felicidad a través de otros objetivos, otras motivaciones y otros valores sociales dominantes.
La propia Cumbre Iberoamericana tiene problemas mecánicos y necesita entrar en el taller de reparaciones. De forma paralela a su nacimiento en 1990 surge el denominado Foro de Sao Paulo entre movimientos sociales y partidos de izquierda, de cuyos fundadores seis han llegado a ser Presidentes de sus respectivos países, sin contar a Hugo Chávez a quién al principio se le niega la entrada por ser visto como «militar golpista» y tan sólo se le permite la entrada después del intento de golpe de Estado en su contra de 1992. El auge de los movimientos sociales y la lucha contra las políticas neoliberales, junto con la «humildad» de los propios dirigentes que se cuestionan el concepto de «vanguardia» aprendiendo todos de todos, y la búsqueda de la convergencia entre movimientos sociales y partidos en torno a una verdadera voluntad política de unidad, ha permitido el avance económico, social, político y, sobretodo, de conciencia de su ciudadanía que tan fructífera esta siendo en conceptos y estrategias para el futuro como el Buen Vivir y el nuevo tipo de «vanguardias» del tiempo que nace, plurales y ricas en su diversidad. El neoliberalismo esta lejos de haber sido definitivamente derrotado en Latinoamérica. Esta se sigue insertando en el sistema-mundo del capitalismo agonizante, que padece una verdadera crisis estructural sistémica y de valores, como proveedora de materias primas. Los Gobiernos antineoliberales latinoamericanos, débiles y limitados en el contexto económico internacional, están gestionando como pueden este momento histórico de incertidumbres y morbosidad que es la crisis orgánica del propio sistema, sin claudicar en la defensa de los derechos de su ciudadanía. Organizándola, empoderándola y politizándola. De su lucha por la integración Latinoamericana superando los estrechos límites de sus fronteras nacionales surge el concepto jurídico de «ciudadanía universal» que, junto al reconocimiento de los derechos jurídicos de la Madre Tierra, lo cambiaran todo.
En estos veintidós años la Cumbre Iberoamericana ha dejado de ser una Comunidad de intereses en la medida en que la ciudadanía latinoamericana ha desarrollado su propia identidad, liberándose de la subyugación ideológica del neo-imperialismo español de sus empresas transnacionales envueltas en la bandera de la «madre patria». Las lecciones que públicamente se han permitido dar Dilma Rousell (Brasil) Evo Morales (Bolivia) y Rafael Correa (Ecuador) a los gobernantes del Reino de España antes, en y tras la Cumbre oficial así lo manifiesta. Los procesos de integración regionales propios como MERCOSUR, UNASUR y CEPAL, al margen de otrora metrópolis imperiales, arrinconan a la Cumbre Iberoamericana a una mera comunidad cultural de hispano parlantes, que no es poco para el nuevo mundo que nace unido en la diversidad con otros objetivos, motivaciones y valores. Pero que no le sirve para nada a la oligarquía económica-financiera española desnortada que avanza irremediablemente hacia la irrelevancia internacional. Así las Declaraciones, conclusiones y cartas de la XXII Conferencia Iberoamericana [1] aprueban documentos cuyo contenido son contrarios a las políticas que se desarrollan en el Reino de España como anteponer el interés de la ciudadanía sobre el empresarial y financiero; el apoyo decidido a las micro, pymes y a la economía social enraizándola con las necesidades de la población que vive en el territorio y hablando de la colaboración público-privada siempre supeditada a esta; garantizándoles financiación, la ni siquiera mención a las grandes empresas y la «Carta Iberoamericana de la transparencia y el acceso a la información pública» firmada sólo dos días después de publicarse en el BOE la Ley 9/2012 de reestructuración y resolución de entidades de crédito, que blinda a los anteriores Presidentes de Cajas de Ahorros para que no tengan que dar explicaciones, no ya a la ciudadanía sino ni siquiera a las Asambleas Generales de las Cajas que los nombraron y a los que tenían que rendir cuentas desde un mero punto de vista mercantil y empresarial. Estas Declaraciones, conclusiones y cartas no son más que declaraciones de intenciones sin vinculación jurídica. Su interés radica en conocer los temas de interés que están hoy sobre las mesas de negociación en Foros internacionales y los principios y valores sobre los que se van erigiendo las respuestas en un horizonte temporal aún indefinido, y que están siendo suscritas por nuestro Gobierno del Reino de España, cuya irrelevancia se manifiesta en sus propias contradicciones.
Paralelamente a la Cumbre oficial se prepara desde principios de 2012 la contra cumbre. Y también los movimientos sociales y partidos de izquierda organizadores demostramos tener «problemas mecánicos y necesidad de ir al taller de reparaciones» Al final hay dos. Una denominada América vista desde los pueblos, que se reúne los días 9, 15 y 16 de noviembre en el IES Colmuela y organizada por CGT, Ecologistas en Acción, Madre contra las Drogas ANDAD, y Red antimilitarista y no violenta de Andalucía, que es a su vez una coordinadora de organizaciones sociales andaluzas. Y La hora de los pueblos los días 16 y 17 en el Campus de la Universidad de Cádiz en Puerto Real, organizadas por IU, PCA, JCA, Red Roja y Ojos por la Paz principalmente. La Fundación Paz y Solidaridad de CC OO de Andalucía participa con un taller. Tanto ATTAC como Derechos Humanos de Andalucía decidimos ante la división asistir a ambas sin tener protagonismo organizativo en ninguna. No es este el lugar para hacer un análisis detallado de las causas de la división pero si constatar que el hecho mismo de haberse producido es sinónimo de fracaso y de la necesidad de una profunda reflexión en el seno de los movimientos sociales y partidos de izquierda. Así lo manifestaron públicamente Jaime [2] del Foro de Sao Paulo, y en el Acto Final los representantes de los gobiernos de Venezuela y Cuba. Hace falta humildad entre los que se autoproclaman «vanguardia» y verdadera voluntad política de unidad.
Notas
[1] http://segib.org/
[2] Que sustituyó a Vito Saavedra en el taller Políticas ante la crisis en Latinoamérica y en la UE. Jaime es colombiano y miembro fundador del Foro de Sao Paulo. En esta mesa participó también Jorge Fonseca como profesor de economía de la UCM, que es integrante del Consejo Científico de ATTAC España.
Fernando Moreno Bernal. ATTAC Andalucía en Cádiz
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