El Salvador celebra este año el 20 aniversario de la firma de los Acuerdos de Paz que pusieron fin a doce años de conflicto armado y sentaron las bases para un desarrollo democrático del país más pequeño de América, que cuenta con algo más de seis millones de habitantes a los que hay que sumar […]
El Salvador celebra este año el 20 aniversario de la firma de los Acuerdos de Paz que pusieron fin a doce años de conflicto armado y sentaron las bases para un desarrollo democrático del país más pequeño de América, que cuenta con algo más de seis millones de habitantes a los que hay que sumar otros dos millones que emigraron a EEUU. Sin embargo, a pesar de las celebraciones, El Salvador atraviesa una crisis institucional sin precedentes debido a un conflicto entre los poderes Legislativo y Judicial, a raíz de la anulación de las elecciones de los magistrados. Este conflicto enfrenta al Frente Farabundo Martí para la Liberación Nacional (FMLN), en el Gobierno, y a Alianza Republicana Nacionalista (Arena), el partido que gobernó el país durante 20 años. La crisis ha derivado, entre otras cosas, en la existencia de dos cortes supremas de Justicia.
Las expectativas en el FMLN
El triunfo del FMLN en las elecciones generales de 2009 fue un hecho histórico que generó muchas expectativas en la mayor parte de la población. Pero el Gobierno del presidente Mauricio Funes, un independiente moderado de izquierdas, no ha sido capaz de cumplir esas expectativas. La economía salvadoreña ha sido duramente golpeada por la crisis: apenas creció un 1,5% en 2011 y el Gobierno prevé que este año tampoco supere el crecimiento del año anterior. Uno de los aspectos que más dificultan la recuperación económica de El Salvador es la falta de un Banco Central Salvadoreño y el hecho de que todos los bancos que operan en el país son extranjeros, así como la desaparición de la moneda nacional, que fue sustituida por el dólar, con lo que el Gobierno no tiene posibilidades de interferir en el valor de la moneda para influir sobre el deficitario balance económico.
Además, la violencia sigue azotando a la población. El Salvador heredó de la guerra civil una gran cantidad de armas que han contribuido a elevar sus índices de violencia, aunque una tregua firmada entre las principales pandillas (maras) que operan en el país y el Gobierno del FMLN ha disminuido el número de homicidios considerablemente. Pero los índices siguen siendo altos: han pasado de unos 14 asesinatos al día a cinco muertes con violencia cada 24 horas desde marzo de 2011.
Guerra y transformación social
La guerra en El Salvador fue la consecuencia de la efervescencia política y social y del auge de los movimientos populares que buscaban una salida a la injusticia social y económica reinante y a los repetidos fraudes electorales, a lo que los distintos Gobiernos de los años ’70 respondieron con una feroz represión y la creación de grupos paramilitares que causaron miles de muertes y desapariciones entre la población. Tras el asesinato de monseñor Óscar Romero a manos de los escuadrones de la muerte, el 24 de marzo de 1980, se incrementaron las protestas y la represión del Ejército, lo que dio lugar a una insurrección popular armada y a la creación del FMLN. La guerra dejó como saldo más de 75.000 muertos y desaparecidos, daños psicológicos en la población y cuantiosos daños materiales en las infraestructuras del país. En 1989 cambió el marco geopolítico mundial con la desaparición de la Unión Soviética y, ademas, la ofensiva del FMLN, iniciada el 11 de noviembre de 1989, mostró que las fuerzas militares estaban muy igualadas y que una victoria de una de las partes era imposible.
Después de un largo y complejo proceso de diálogo y negociación, el Gobierno de El Salvador y el Frente Farabundo Martí para la Liberación Nacional (FMLN) firmaron, el 16 de enero de 1992, en Chapultepec (México), una serie de acuerdos que buscaban la transformación social, económica y política del país. Sobre el papel, los acuerdos fueron unmodelo ejemplar de la resolución de conflictos armados, pero en la práctica persiste la desigualdad económica, los heridos de guerra no han recibido las compensaciones prometidas y los familiares de los desaparecidos por el Ejército y los escuadrones de lamuerte siguen esperando justicia. Además, la tierra que se distribuyó como parte de los acuerdos ha vuelto a caer en manos privadas. Sin embargo, los Acuerdos dePaz han cumplido también varios objetivos como la creación de la Procuraduría para la Defensa de los Derechos Humanos (PDDH) o el fin del control que ejercían las Fuerzas Armadas sobre el país. También en la educación y en el sistema sanitario ha habido avances con la creación de numerosas escuelas y centros sanitarios en las zonas rurales, especialmente tras el triunfo electoral del FMLN hace tres años. Con el cambio de Gobierno aumentó el gasto social y la inversión pública, pero los grandes problemas sociales, la violencia o el desencanto de la población siguen siendo retos complejos.
Fuente original: http://www.diagonalperiodico.net/Dos-cortes-supremas-en-el.html