Recomiendo:
0

Entrevista a Félix M. Cruz Jusino, biólogo, educador, periodista e historiador puertorriqueño

«El colonialismo ha empobrecido a los puertorriqueños y sus administradores se han enriquecido a expensas de la corrupción que corroe a la élite gobernante»

Fuentes: Rebelión

Félix M. Cruz Jusino (San Germán, Puerto Rico) es biólogo, educador, periodista e historiador. Es, a su vez, poeta, novelista, cuentista y un destacado ensayista. Es doctor en Comunicación Social con concentración en Periodismo de la Universidad del Valle (Ph. D., 1988), Colombia, y en Historia de Puerto Rico y el Caribe en el Centro de Estudios Avanzados de Puerto Rico y el Caribe (Ph. D., 2020). Estudió un primer grado en Biología y Educación en la Universidad Interamericana de Puerto Rico (B. A., 1982), San Germán, y un segundo grado en Estudios Generales (B. A., 2016) en la Pontificia Universidad Católica de Puerto Rico, Ponce. Tiene una Maestría en Historia de Puerto Rico y el Caribe (M. A., 2017) del Centro de Estudios Avanzados de Puerto Rico y el Caribe, y otros estudios en Justicia Criminal, Relaciones Obrero-Patronales y Astrología Esotérica.

Cruz Jusino tiene una hoja de vida con una amplia experiencia laboral y empresarial en Estados Unidos, España, República Dominicana, Chile y Puerto Rico. En Nueva Jersey fue docente-investigador del Proyecto Latino Scholars en la Universidad de Rutgers, asistente del gobernador James Florio, y director de la Oficina de Asuntos Minoritarios de la Oficina del Gobernador y de la Oficina del Congresista Robert Torricelli. En Nueva York, fue subdirector de la Administración de Asuntos Puertorriqueños, y en Galicia fue promotor internacional de la Xunta de Galicia. En la República Dominicana tuvo a su cargo el Programa de las Aldeas Artesanales con la Organización de Estados Americanos. En Chile trabajó en proyectos de construcción de viviendas para Latinoamérica. Don Félix ha dado respuesta a todas nuestras preguntas. Todas sus respuestas son para ser compartidas con todos vosotros.

– Wilkins Román Samot (WRS, en adelante) – ¿Es hora de exigir el fin del colonialismo y comenzar una conversación sobre reparaciones económicas en Puerto Rico y Estados Unidos? ¿Por qué? 

– Félix M. Cruz Jusino (FMCJ, en adelante) – Atravesamos tiempos cruciales que exigen cambios en nuestra relación política con Estados Unidos. El colonialismo ha empobrecido a los puertorriqueños, y sus administradores se han enriquecido a expensas de la corrupción que corroe a la élite gobernante. Mientras dependamos de las decisiones de la metrópoli, seremos incapaces de desarrollar un sistema económico autosustentable que nos permita generar las riquezas e implementar los programas que nos liberen de los males sociales que nos aquejan. 

– WRS – ¿Qué relación, si alguna, existe entre la migración de los puertorriqueños a los Estados Unidos y las innumerables oportunidades desarrolladas por el Congreso de los Estados Unidos para que las corporaciones estadounidenses exploten a Puerto Rico? 

– FMCJ – El Congreso busca el bienestar de la metrópoli, no de los territorios. La migración de los puertorriqueños, al igual que la destrucción de la agricultura autosustentable a principios del siglo XX, estuvo asociada a la política de “americanización”. La idea siempre ha sido traer corporaciones cuyos capataces sean estadounidenses, que puedan atraer a otros pares para repoblar el archipiélago a expensas del empobrecimiento y expatriación de los locales. Las corporaciones foráneas llegan a Puerto Rico como una forma de válvula para controlar la migración; cumplido su propósito, recogen sus bártulos y se van, dejando un país en zozobra y forzando una salida de los naturales, dejando espacio para una nueva era de americanización y repoblamiento con estadounidenses. 

– WRS – ¿Cuál debería ser el rol de la academia y la sociedad civil puertorriqueña dentro de los Estados Unidos y Puerto Rico en la descolonización de Puerto Rico, si es que alguno? ¿Qué deberían hacer? 

– FMCJ – El primer paso es educar. Puerto Rico sigue siendo una colonia porque la metrópoli y sus acólitos han sembrado desesperanza y temor en la mentalidad boricua. Nos han hecho creer que nos moriremos de hambre y que somos incapaces de controlar nuestro propio destino. Ante esta situación, la academia y los líderes de la sociedad civil conversan entre ellos y para ellos. No existen campañas educativas para la población en general que transformen la mentalidad creada tras 127 años de coloniaje estadounidense y 405 del español. El segundo paso es desarrollar un plan realista para una transición efectiva que sea comprensible para la población en general. Tercero, y no menos importante, es dialogar con la diáspora y educarlos sobre la importancia de concluir con un sistema dañino que explota a la nación y a sus seres queridos; se debe asegurar su identidad y afirmar que una transición no afectará sus vínculos con la patria. La otra tarea importante sería la educación del Congreso y la sociedad estadounidense sobre quiénes somos los puertorriqueños, las implicaciones del fin del colonialismo y el impacto que este tendría en su economía. Debemos recordar que somos un mercado para la metrópoli y cualquier cambio debe incluir el impacto que este tendrá económicamente para lograr sabiamente el objetivo deseado. La parte más ardua para la academia y la sociedad civil será idear el proceso para desmontar el andamiaje colonial y establecer un sistema que fortalezca nuestra identidad y prospere la economía de todos para generar una sociedad holística, plenamente dueña de su presente y futuro. 

– WRS – ¿Cómo podría el Comisionado Residente de Puerto Rico en el Congreso de los Estados Unidos y los congresistas de origen puertorriqueño ayudar a resolver los problemas económico-sociales creados por la explotación de los Estados Unidos en Puerto Rico? 

– FMCJ – Honestamente, no hay mucho que ellos puedan hacer. EL PROBLEMA NO SE RESUELVE CON DINERO. El país necesita fortalecer su autoestima y volver a sembrar los valores que hemos perdido. Es imperativo educar a la población sobre su capacidad para trabajar y construir una comunidad orgullosa de sus logros. Basta de decir que somos vagos; destaquemos a todos los que día a día laboran para construir un mejor país. Vayamos a las comunidades vulnerables, escuchemos y, junto a ellos, sanemos su dolor. Te repito, no es dinero, es acción comunitaria. Washington no tiene interés en nuestros males socioeconómicos; para ellos y sus acólitos, nuestros males fuerzan la emigración y liberan espacio para repoblar la nación con nuevas gentes. 

– WRS – ¿Por qué los movimientos de estadidad no han sido capaces de confrontar al imperialismo estadounidense en Puerto Rico y los Estados Unidos? ¿Qué deberían hacer? 

 FMCJ – Desde sus orígenes, el movimiento anexionista ha evitado confrontar a Estados Unidos por temor a un rechazo de la metrópoli. El servilismo es fácil; guardar silencio te hace cómplice y esperas que, en algún momento, el amo te regale un premio. En este momento histórico que nos ha tocado vivir, los anexionistas enfrentan un rechazo por parte de los republicanos y gran parte de los estadounidenses. Son vistos como pedigüeños que buscan saquear las arcas de la metrópoli para pagar el despilfarro generado por los politiqueros locales. Desde inicios del siglo, estudios generados por las administraciones de George Bush y Barack Obama dejaron claro la incapacidad de la colonia para costear los altos costos de la estadidad. Los gobiernos estadistas hacen mucho ruido con el ideal, pero no generan un proyecto económico que nos haga autosustentables. Los estados costean la mayoría de los programas para los cuales, como colonia, recibimos fondos federales. Llegó el momento para que Fortaleza se ponga a trabajar, corrija los males socioeconómicos del país para que, tal vez, los escuchen en D.C. 

– WRS – ¿Qué ha hecho, si algo, la presidencia de los Estados Unidos y los dos partidos políticos dominantes dentro de los Estados Unidos, el demócrata y el republicano, para mitigar el desastre que ellos y los estadounidenses ayudaron a crear en Puerto Rico? 

– FMCJ – Nada y no harán nada, más allá de recortar el exceso de dinero que han enviado para hacernos creer que la destrucción de nuestra economía se subvencionaba con ayudas. Ellos están claros; nosotros no. El exgobernador Rexford Tugwell, en su libro “The Stricken Land: The Story of Puerto Rico” (1947), escribió que Estados Unidos trataba a los puertorriqueños como si fuéramos mendigos en las puertas de una iglesia. Esta visión imperialista no ha cambiado nada en 78 años. La mitigación tiene que surgir aquí; forjemos una nueva economía autosustentable y aprendamos a elegir buenos gobernantes. 

– WRS – ¿Cuál sería la forma en que los puertorriqueños rompan con este ciclo de abuso del colonialismo estadounidense dentro de Puerto Rico? ¿Debería Puerto Rico y los puertorriqueños ser reparados económicamente por Estados Unidos? 

– FMCJ – Primero, los puertorriqueños, en su mayoría, están ajenos a nuestra realidad colonial; no ven más allá de la falacia de las alegadas ayudas que nos llegan. Mientras el pueblo no tome conciencia de cómo es manipulado mentalmente y su creatividad es limitada por el colonialismo, seguiremos con el mismo patrón. Ahora mismo, el Partido Independentista es el segundo en el país, pero está tan silente como inoperante esta Fortaleza. No están trabajando ni informando; todos son cómplices del colonialismo. Para romper con el colonialismo es necesario educarnos sobre la problemática, valorizarnos como individuos y sociedad, y tomar control sobre nuestro destino. Mientras soñemos con “pajaritos preñados”, no habrá cambios reales. Por supuesto que la metrópoli nos debe una reparación económica. Primero deben devolvernos el 40 por ciento que nos quitaron con el cambio de moneda; segundo, el costo de la destrucción de la agricultura para hacernos dependientes de sus productos; tercero, tienen que devolver las ganancias obtenidas por la opresión obrera de la caña de azúcar y los sueldos míseros pagados en las fábricas. Podemos seguir, pero concluyo con el pago por los problemas psicológicos generados por una baja autoestima y los males sociales que la acompañaron. 

– WRS – El economista francés Thomas Piketty considera que Francia debería reparar en más de 28 mil millones de dólares americanos a Haití. ¿En cuánto debería Estados Unidos reparar económicamente a Puerto Rico y a los puertorriqueños? 

– FMCJ – Estados Unidos aporta a Puerto Rico, entre dinero al gobierno e individuos, $13,530 millones; mientras que nosotros, entre importaciones, leyes de cabotaje y rendimiento de capital, pagamos unos $58,100 millones. Eso deja un balance negativo de $44,570 millones a favor de la metrópoli, los que podemos multiplicar por 127 años de coloniaje, y nos da $1,203,390, o sea, un billón en español y un trillón y pico en inglés, más daños y perjuicios multiplicados no solo por los 3.2 millones de boricuas, sino por los 9 millones que somos entre los de aquí y los de allá. Fácilmente, la cifra puede rondar los $25 billones (trillones para Estados Unidos). 

– WRS – Muchos puertorriqueños viven en la diáspora, bien en Estados Unidos como fuera de los Estados Unidos. Otros puertorriqueños han sido y son partícipes del saqueo estadounidense dentro de Puerto Rico. Todos, los primeros y los segundos, son estadounidenses. ¿Por qué deben ser o no ser recompensados? ¿Son todos los puertorriqueños sujetos coloniales a los que se les ha robado su futuro en su propia tierra? ¿Se les debe devolver su futuro, estén donde estén, sean quienes sean? 

– FMCJ – A la hora de los mameyes, no importa dónde estés ni la mentalidad que tengas, los boricuas somos un solo pueblo. Los que viven fuera y sus descendientes fueron forzados a emigrar por el sistema colonial. Muchos de ellos han luchado por el bienestar de la patria desde la distancia. No soy quien para negarles su identidad. La mitigación debe ser recibida incluso por los muertos. 

– WRS – Recientemente ha estado moviéndose un proyecto de Orden Ejecutiva para el reconocimiento de la soberanía de Puerto Rico por parte del Presidente de los Estados Unidos. ¿Qué le falta a ese proyecto de Orden Ejecutiva? ¿Qué defectos le ves a ese proyecto de Orden Ejecutiva? ¿Por qué los Estados Unidos merecen algo mejor? ¿Por qué Puerto Rico merece algo mejor? 

– FMCJ – El proyecto es una mentira, un cuento de caminos que nunca llegó al presidente. La soberanía de la colonia es una decisión del Congreso, no del Presidente. Además, se requieren 60 votos en el Senado y ningún partido lo tiene. No es bueno engañar al pueblo; esa es la táctica estadista y solo han llegado a administrar la colonia y ser el hazmerreír de la metrópoli. Puerto Rico se merece el reconocimiento y respeto de Estados Unidos. Hemos demostrado que cuando queremos, podemos. Es hora de salir a la calle, a las barriadas y residenciales, y educar sobre nuestra verdad histórica, no con partidismos, sino como pueblo. En la unión y el desmantelamiento de las mentiras, lograremos nuestra verdad: Puerto Rico para los puertorriqueños.

Wilkins Román Samot, Doctor de la Universidad de Salamanca, donde realizó estudios avanzados en Antropología Social y Derecho Constitucional.

Rebelión ha publicado este artículo con el permiso del autor mediante una licencia de Creative Commons, respetando su libertad para publicarlo en otras fuentes.