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El comisario de Cooperación al Desarrollo pide eliminar las sanciones contra Cuba

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El comisario responsable de Cooperación al Desarrollo, Louis Michel, abogó por eliminar definitivamente las sanciones adoptadas por la Unión Europea contra Cuba en 2003 tras la detención de 75 cubanos condenados por colaboración con una potencia enemiga al descubrirse que trabajaban para Estados Unidos y que están suspendidas desde 2005. Michel dijo que sólo así […]

El comisario responsable de Cooperación al Desarrollo, Louis Michel, abogó por eliminar definitivamente las sanciones adoptadas por la Unión Europea contra Cuba en 2003 tras la detención de 75 cubanos condenados por colaboración con una potencia enemiga al descubrirse que trabajaban para Estados Unidos y que están suspendidas desde 2005. Michel dijo que sólo así será posible normalizar las relaciones con La Habana y dialogar sobre cuestiones como la democracia o los Derechos Humanos. La decisión de eliminar definitivamente o no las sanciones contra Cuba deben tomarla por unanimidad los ministros de Asuntos Exteriores de la UE en junio.

«El objetivo es normalizar cuanto antes nuestras relaciones»

Hace un año, los Veintisiete ofrecieron a Cuba un diálogo sin condiciones previas, aunque no suprimieron las sanciones. Desde entonces ha habido contactos y el comisario Michel viajó a La Habana el pasado mes de marzo. «Creo que el compromiso constructivo y el diálogo constituyen la mejor vía para alcanzar nuestros objetivos respectivos (de la UE y de Cuba). Por este motivo, ya me he expresado a favor de la eliminación de las medidas de 2003, que de todas formas están suspendidas y que ya no se aplican», dijo Michel en un discurso ante una conferencia organizada por el Grupo de Amistad y Solidaridad con el Pueblo de Cuba de la Eurocámara, presidido por el diputado socialista Miguel Ángel Martínez y del que forma parte también el representante de Izquierda Unida Willy Meyer.

El comisario de Cooperación al Desarrollo aseguró que la UE y Cuba comparten el mismo objetivo: «la normalización, lo antes posible, de nuestras relaciones». Pero dijo que las sanciones de 2003 impiden avanzar en este sentido. «Para Cuba, la existencia misma de estas medidas es un obstáculo para normalizar las relaciones. Su supresión es una condición sine qua non para retomar el diálogo político formal con la UE y la cooperación con la Comisión», explicó.

«Europa debe responder»

A su juicio, la normalización de las relaciones con Cuba es necesaria por varios motivos. En primer lugar, porque «si Cuba muestra signos, Europa debe responder». En este sentido, Michel celebró los «gestos unilaterales» llevados a cabo por las autoridades cubanas, como la firma del Pacto Internacional sobre los Derechos Civiles y Políticos y del Pacto Internacional sobre Derechos Sociales, Económicos y Culturales o la visita del enviado especial de la ONU para el derecho a la alimentación.

También acogió con satisfacción las medidas adoptadas por el Gobierno de Raúl Castro para modernizar algunos aspectos de la economía cubana. «Todo esto es evidentemente muy positivo, y quiero creer que otros gestos adicionales permitirán alcanzar el consenso entre los Estados miembros», afirmó el comisario. Otras razones que alegó para normalizar las relaciones son los «fuertes vínculos históricos y culturales» entre la UE y Cuba; la posibilidad de cooperar en cuestiones como la reforma de las instituciones financieras internacionales o el cambio climático; y la contribución que Cuba puede hacer a la lucha contra la pobreza en dominios como la educación o la sanidad.

Pasar página

«Deseo que salgamos definitivamente, en las discusiones sobre Cuba, del debate pasional marcado por las reminiscencias del debate ideológico del pasado», resaltó el comisario Michel. Recordó que la promoción de la democracia y el respeto de las libertades fundamntales y de los Derechos Humanos se discuten en las reuniones con todos los socios internacionales de la UE, y dijo que «no hay motivos para no hacer lo mismo con las autoridades cubanas».

«Debemos dar prueba de «coraje político» para acabar con las sanciones»

«Estoy firmemente convencido de que en el marco de un diálogo franco y abierto entre la UE y Cuba –sobre estas cuestiones y sobre otras– podremos discutir las cuestiones de interés para las dos partes», insistió. Por ello, abogó por «no dejar que los símbolos desnaturalicen la esencia misma de nuestras relaciones», mostrar «más comprensión política» y dar prueba de «coraje político» para acabar con las sanciones de 2003.