El enfado del electorado irlandés contra el Gobierno de Fianna Fail y de los Verdes se ha traducido en una alta participación en las elecciones, que alcanzó un 70,1%, y el colapso de ambos partidos, con Fianna Fail perdiendo alrededor de cincuenta escaños y los Verdes desapareciendo del Parlamento. El partido vencedor, Fine Gael, no ha conseguido la mayoría absoluta y deberá pactar para formar gobierno.
El derrumbe electoral de Fianna Fail estaba en las cartas, pero cuando se miran las cifras de estas elecciones no deja de chocar la caída de este partido que ha conducido las riendas de Irlanda de manera ininterrumpida desde 1997 y que ha controlado el Gobierno de la República irlandesa por más de sesenta de los casi ochenta desde la formación de este Estado.
Con la excepción de la reelección del hasta ahora ministro de Finanzas, Brian Lenihan, Fianna Fail ha desaparecido del mapa político dublinés. Y cuando se considera que este era el centro de poder de este partido, donde contaba con trece escaños y sólo obtendrá uno, el análisis se hace incluso más doloroso para los miembros de este partido. Su voto en la capital irlandesa ha viajado mayormente hacia el partido Laborista, y tan sólo marginalmente hacia el partido que ha salido victorioso en estos comicios, Fine Gael.
Enda Kenny, el que será el próximo primer ministro irlandés, puede mostrarse satisfecho con el resultado de esta cita -el mejor para su partido en los últimos 28 años-, pero el hecho de no haber alcanzado la mayoría absoluta le obligará a un pacto parlamentario para la formación deL Gobierno. Kenny podría optar por una coalición con los que hasta ahora han sido socios en los últimos gobiernos de Fine Gael, esto es, los laboristas, aunque habrá que ver cómo se dibuja el mapa de los independientes, que podrían ser otra opción para su partido.
En cuanto a los laboristas, esperaban también el mejor resultado electoral en su historia, en su mayoría gracias a la migración de los votos de Fianna Fail en Dublín a los candidatos del partido de centro-izquierda.
Al cierre de esta edición, y con tan sólo 47 de los 165 escaños del parlamento de Dublín asignados, Fine Gael había obtenido 20 escaños, mientras los laboristas contaban con doce. Sinn féin llegaba a cinco y Fianna Fail se estancaba en tres.
Como aún se contaban los votos en la noche de ayer, es un poco prematuro ofrecer porcentaje de voto de los partidos. El recuento manual en el contexto de un sistema electoral complejo como el irlandés -con listas abiertas y transferencia de voto- seguía en la noche de ayer y posiblemente continuará durante parte de hoy y quizás hasta el lunes.
A pie de urna
Sin embargo, las encuestas a pie de urna auguraban que Fine Gael obtendría 76 escaños, los laboristas 36 y Fianna Fail contaría con 25, incluyendo el del actual presidente del Parlamento, que es reelegido automáticamente. Mientras, Sinn Féin llegaría a los doce, mientras que trece independientes serían elegidos, y la organización de alianza de Izquierda Unida llegaría a cuatro. Los Verdes, que formaron coalición de gobierno con Fianna Fail, no conseguirían representación.
El líder de Fine Gael Enda Kenny, elegido por el condado de Mayo, aseguraba que los irlandeses habían «respaldado masivamente» a su futuro gobierno.
El actual líder de Fianna Fail, Micheal Martin, que resultó elegido en Cork, admitía que el resultado era «desalentador» para su partido.
Evidentemente, el conjunto del electorado irlandés ha decidido hacer pagar al partido por la mala gestión del boom económico irlandés durante el que se permitieron excesos bancarios e inmobiliarios que a día hoy se pagan con la destrucción de la economía irlandesa, la alta tasa de desempleo y la atadura a un plan de rescate presentado por el Fondo Monetario Internacional y el Banco Central Europeo que maniatan los planes económicos del Gobierno.
Las previsiones de voto apuntan a que Sinn Féin conseguirá una docena de escaños en el Parlamento de Dublín mientras que duplica el porcentaje de voto recibido en 2007.
Cuatro de los candidatos de la formación republicana -Gerry Adams en Louth, Pearse Doherty y Padraig McLochlainn en Donegal y Caoimhghin O’Caolain en Cavan Monahan) fueron elegidos con la mayoría de los votos en el primer recuento, mientras que en tres distritos electorales de Dublín y en Kerry los candidatos de Sinn Féin fueron los segundos más votados.
Si bien en la capital irlandesa los votantes de Fianna Fail han entregado sus votos al laborismo, en Donegal estos se han dirigido claramente a Sinn Féin.
Doherty, que fue elegido diputado en una reelección el pasado mes de diciembre, ha sacado partido a su presencia en los medios y ha arrastrado a su compañero de partido McLochlainn a una victoria que devuelve a los republicanos este condado del Ulster.