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El futuro de Europa en las líneas de la mano… derecha

Fuentes: World Image Press / Rebelión

Si tuviéramos que leer el futuro de Europa en las líneas de una mano… ¿tendríamos que leer la derecha? No hizo falta ser brujo o adivino para prever lo que iba a ocurrir. Ha sido un fracaso absoluto para la democracia, para el marketing y la propaganda, para los estrategas de campaña, para los líderes, […]

Si tuviéramos que leer el futuro de Europa en las líneas de una mano… ¿tendríamos que leer la derecha?
No hizo falta ser brujo o adivino para prever lo que iba a ocurrir. Ha sido un fracaso absoluto para la democracia, para el marketing y la propaganda, para los estrategas de campaña, para los líderes, pero sobre todo para Europa; para ese gran proyecto abstracto que aún no tiene siquiera una constitución en la que basarse.

Solo fue a votar el 30% de las personas que estaban censadas. Una abstención record y que dibuja un gráfico descendente que no da signos de erección, más bien de impotencia. Eso significa que al 60% de los europeos les importa un rábano el parlamento. Significa que los partidos políticos solo convencen realmente a 3 de cada diez ciudadanos. ¿Deberían tomarse esto como un mensaje? Sí, pero no. Simplemente, como buenos políticos, se aprovechan de lo sucedido y basados en ese 30% son capaces de repartirse el poder como un pastel de cumpleaños. Rebanadas dulces de poder que saborean como animales hambrientos.

Aunque solo votaran 2 europeos, es decir, ellos mismos y sus más fieles allegados, seguirían utilizando la retórica de la democracia para sentarse en sus lujosos escaños, sentirse victoriosos y hacer fiestas en los cuarteles de campaña. Todos los políticos se sienten y se sientan con derecho a gobernar, aunque sea con un voto. Aunque sepan que la gente no les quiere, que no convencen, que no son capaces de generar ilusión, que la gente les aborrece… aunque el sabor de la derrota inunde sus paladares, sus lenguas siguen cantando victoria. No son capaces de afrontar la realidad.

Será que a ese enorme 60% de los votantes, que es casi el 75% de la población, no les importa quién gobierne ni cómo, con tal de que les sigan dando televisión, un plato de comida y el futbol. No les importa ni quién ni cómo hagan lo que se supone que deben hacer, con tal de que se haga pero ¿qué se debe hacer?
Según «la derecha» expulsar a los inmigrantes, llevarnos a todos a misa los domingos y armarnos hasta los dientes, eso sin contar las leyes que enriquezcan más a los más ricos y esclavicen más a los más pobres. Según la izquierda – que en realidad es más una derecha moderada, un centro confuso – tener una Europa laica, abierta a nuevas ideas, con filtros selectivos para inmigrantes, comprometida con causas justas, armada hasta los dientes, que enriquezca más a los más ricos y esclavice más a los más pobres, pero eso sí, con algún que otro convenio sindical de por medio.

La derecha no dialoga, actúa y dicta su capricho. La «izquierda» dialoga, pero al final actúa y dicta su capricho de igual modo. Es el mismo perro con distinto collar. Al final, son lobos decidiendo el destino de los borregos.
Las miguitas del pastel son para los pequeños grupos, verdes, rojos, morados… el toque de color, la chispa, la anécdota. Aliados fortuitos e intercambiables según el caso. ¿Harán falta dos manos para construir el futuro? La mano izquierda se cierra y es un puño elevado sobre las calles. La gitana o adivino podría leer fácilmente un futuro de protestas infructuosas y gases lacrimógenos. Mala prensa y pocos logros.

No existe realmente una capacidad real de cambiar las cosas para el ciudadano de a pie. Nadie ofrece verdaderos cambios. Por eso, partidos como los de la extrema derecha han sido capaces de llamar la atención, sobre todo de los nuevos votantes que no se acuerdan, ni saben, ni les importa el pasado. La extrema derecha trae ideas drásticas que por lo menos parecen traer más empuje y más fuerza que las blandas, gastadas y falsas ideas del bipartidismo clásico, a las cuales se las ha pillado demasiadas veces mintiendo, robando, engañando y abusando, en definitiva corrompidas.

La crisis, como guinda del pastel, genera miedo y crea sensación de necesidad urgente de cambios. Y la gente es capaz incluso de renunciar a libertades y a derechos civiles con tal de asegurarse el plato de comida.

El hambre ha ganado siempre todas las revoluciones, no los ideales. El miedo siempre ha acompañado a todas las dictaduras. El hambre, es lo que ha levantado realmente a los pueblos y les ha lanzado a las calles. El miedo, ha sido quien ha metido a los pueblos en sus casas, quien ha disipado a las masas poniéndolas en fila y caminando con la cabeza baja. Las ideas, los discursos, los gestos… no son más que propaganda. Pero esa propaganda ensalza líderes que han abierto a lo largo de los siglos el camino al miedo, al hambre, las guerras y las leyes, las cárceles, la policía, las torturas y los silencios. Los ideales quedan convertidos en eso: papeles, retóricas y claro está: corrupción. La corrupción de esos mismos ideales que casi nunca germinan.

¿Volverán los dictadores de la extrema derecha a la vieja Europa? Aprovechándose del fracaso democrático de la derecha zurda y la izquierda diestra de la política actual. Aprovechándose de la crisis, como hizo Hitler (por ejemplo) que supo utilizar a su favor el desgaste, el miedo, el hambre y la confusión de su tiempo. Ratas que conocen bien el alcantarillado del poder y no se pierden en la oscuridad.

Estamos caminando sobre un hielo muy delgado por culpa de la desidia y el olvido. Por culpa del miedo y la desinformación. En las líneas de la mano encontraríamos un futuro muy negro.

La revolución francesa, que dio a luz las bases más interesantes para una civilización libre y sin autocracias abusivas… parece hoy un chiste. El abuso que cometían los reyes y nobles del siglo XVIII, se ha sustituido por el abuso que cometen hoy presidentes y parlamentarios. Al final, el cuento es el mismo. El exceso, la distancia con el pueblo, los aires de superioridad, el nepotismo, el desfalco… son iguales. Quizá ahora haya más hipocresía, ya que nos tratan de convencer de que ellos son los protectores de las libertades y de la justicia.
Pero la justicia vive hoy, como ayer, de los políticos y para los políticos, al igual que los militares. De hecho, al final hasta la religión sigue siendo un factor determinante. El Papa de Roma. Porque la verdadera diferencia entre la derecha y la izquierda actual, es que la primera respeta y se arrodilla ante la iglesia, los segundos no. En el fondo son los dos grandes lobys de toda la vida.

El caso es que todo se derrumba, la economía grita en cámara lenta, el capitalismo agoniza con respiración artificial, porque son capaces de mantenerlo vivo aunque sea como un vegetal. Los derechos de los trabajadores apenas ven como los sindicatos se pelean por escribir su epitafio, las libertades civiles tales como la libertad de prensa se van haciendo invisibles, ya que en toda la constitución europea propuesta, no menciona el tema en ningún párrafo. Los medios de comunicación son solo un basurero enrome, una máquina de hipnotizar y distraer. Un camuflaje, una droga. Control de masas.

Keneth Clarck, uno de los críticos de arte más respetados de Inglaterra y creador de una de las series de televisión más interesantes, tenía la teoría de que el imperio romano murió de aburrimiento. ¿Le puede pasar lo mismo a Europa? Lo malo es que sería una defunción prenatal.

Si el mundo logra mantenerse más o menos como hasta ahora tres o cuatro generaciones más, terminará por conseguir una sola Europa, conseguirán la meta, pero el precio es, al menos para nosotros, los habitantes del mundo actual, muy caro.

Las generaciones futuras, si logran superar la adicción y el hipnotismo de la tele, el vampirismo intelectual de los políticos y los estragos ecológicos, tendrán una mala opinión de nosotros, por no usar otros calificativos peores.

¿Qué sería mejor para la próxima votación? ¿Qué se quedara en casa el 30% que ha ido a votar, o que levantara el culo el otro 60%? ¿Habría alguna diferencia?

¡Que la mano izquierda no sepa lo que ha votado la derecha!

¿Qué mano habrá que poner para que la gitana nos leyera un porvenir un poquito más iluminado?

http://www.worldimagepress.org/G-002-El-futuro-de-europa-en-las-lineas-de-la-mano.htm