Williams Zapata asume un 12 de setiembre, 45 años después de la llamada ”Captura del Siglo“, del líder de Sendero Luminoso, Abimael Guzmán.
El congresista y general retirado José Williams Zapata, del partido derechista Alianza País, fue elegido como el nuevo presidente del Congreso para culminar el período de sesiones hasta 2023, tras la censura de la ex titular, Lady Camones, por la polémica de los audios que protagonizó con el líder de Alianza para el Progreso, César Acuña.
De 70 años de edad y general de división en retiro, Williams Zapata fue jefe del comando conjunto de las Fuerzas Armadas. Tras superar en segunda vuelta a su contendiente Luis Aragón (Acción Popular), Williams Zapata se integrará a la Mesa Directiva conformada por Martha Moyano (Fuerza Popular), Digna Calle (Podemos) y Alejandro Muñante (Renovación Popular) como vicepresidentes..
Williams Zapata asume un 12 de setiembre, 45 años después de la llamada ”Captura del Siglo“, del líder de Sendero Luminoso, Abimael Guzmán sin disparar un balazo. También se le reconoce una labor meritoria como jefe de la operación “Chavín de Huántar”, el rescate de rehenes de la sede de la embajada de Japón en Lima.
En un contexto de crisis sanitaria, economía, política y alimentaria, el rol de Zapata como Presidente del Congreso es apartar del gobierno al presidente Pedro Castillo y la vicepresidenta Dina Boluarte, acusados por delitos de corrupción. Sus defensores dicen que es un buen concertador.
Pero para los analistas eso no es suficiente para enfrentar la grave crisis de falta de responsabilidad y ausencia de confianza ciudadana en el Congreso, crisis más acentuada que la de otras entidades públicas. Ello sin ignorar las acusaciones de corrupción y hasta de violación que involucran a varios congresistas.
Si finalmente el Congreso logra reunir los 87 votos necesarios para destituir a Castillo, ante una eventual sucesión presidencial, le tocaría a José Williams Zapata convocar elecciones generales y asumir provisoriamente la Presidencia con los retos de la realización del proceso de elecciones generales inobjetables y la instauración de un núcleo consensuado de reformas políticas.
El nuevo titular del Congreso anunció que invitará al mandatario Pedro Castillo para que visite el Parlamento, a fin de mantener un encuentro entre poderes del Estado.“La comunicación entre los poderes es lo que corresponde, pienso que es importante el respeto entre poder y poder, le cursaré una invitación para que nos visite en el Congreso, no hay una fecha todavía”, manifestó a la prensa.
Williams es legislador por el Partido de Integración Social (Alianza País), de derechas, conservador-liberal, fundado en abril de 2000. Llegó al Congreso como representante de la región Lima con 44,789 votos. El parlamentario ocupaba el cargo de presidente de la Comisión de Defensa.
Alianza País ha respaldado las dos mociones de vacancia presentadas contra Pedro Castillo. En la primera, que fue presentada por Patricia Chirinos, Williams votó a favor de que sea admitida a debate. Sin embargo, la iniciativa no prosperó. En la segunda moción, Williams votó a favor de la admisión a debate de la iniciativa y posteriormente por la destitución del presidente. Finalmente, Castillo continuó en el cargo.
Elecciones regionales
En octubre se realizará la elección regional y municipal en medio de una grave crisis que compromete al propio régimen político, incapaz para enfrentar el paulatino “desplome” de las instituciones y la fragmentación de la sociedad, a causa de la defensa interesada de un modelo económico agotado y en la resistencia a reformar el Estado como parte de un nuevo contrato social, en medio de una larga historia de desigualdad, discriminación y exclusión.
Si bien la descentralización alentó cierta redistribución del poder político, se trata de una reforma trunca que, entre otras cosas, alimentó la débil conexión entre la política nacional, regional y local, agravando la situación más estructural de un sistema de representación pobre e incongruente, señala Eduardo Bayón en OtraMirada.
En estos comicios se enfrentarán partidos nacionales en crisis y deslegitimados, pero con inscripción, compitiendo con movimientos regionales y locales emergentes: 12 partidos políticos, 115 movimientos regionales y una alianza electoral se aprestan a competir en un proceso que registra la cantidad más baja de candidaturas en competencia desde que se inició la reforma.
Estarán en disputa las autoridades de 2095 circunscripciones, entre regiones, provincias y distritos. Al Ejecutivo y al Legislativo no parece interesarles la descentralización y los indiscutibles cambios que se requieren, sino la continuidad de la situación actual, el mantenimiento de la clase política que integran y la reproducción de su poder.
Señal clara del bloqueo de la reforma indispensable, el descrédito de la política y los políticos y los tiempos que corren en el país. Ya aquellas banderas del que “que se vayan todos” fueron arriadas ante la pregunta de “entonces, ¿quién viene?”.
Mariana Álvarez Orellana. Antropóloga, docente e investigadora peruana, analista asociada al Centro Latinoamericano de Análisis Estratégico (CLAE, www.estrategia.la)
Rebelión ha publicado este artículo con el permiso de la autora mediante una licencia de Creative Commons, respetando su libertad para publicarlo en otras fuentes.