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Entrevista a Mónica Riet, del Comité por el retiro de las tropas uruguayas de Haití

«El Gobierno uruguayo jamás puso un solo impuesto a los sojeros ni a los exportadores de pasta de celulosa»

Fuentes: Rebelión

M.H.: Me ha llamado la atención el conflicto que se está viviendo en el campo uruguayo, me recuerda a una situación que vivimos hace 10 años atrás durante el gobierno de Cristina Fernández de Kirchner pero probablemente esté equivocado, ya que no conozco detalles de la estructura del agro uruguayo. Lo que sí he visto […]

M.H.: Me ha llamado la atención el conflicto que se está viviendo en el campo uruguayo, me recuerda a una situación que vivimos hace 10 años atrás durante el gobierno de Cristina Fernández de Kirchner pero probablemente esté equivocado, ya que no conozco detalles de la estructura del agro uruguayo. Lo que sí he visto es que están mezclados grandes productores, medianos y pequeños, esto es lo que se vio al menos el pasado 23 de enero en la localidad de Durazno. Para tener una visión más clara de la situación he apelado al contacto contigo.

M.R.: Es interesante lo que decís porque esa idea del parecido con lo que se vivió en Argentina y Cristina aplicaba unos impuestos a las exportaciones importantes, móviles para la soja y todas las exportaciones, según si ganaban más o menos, y en un momento quiso poner un impuesto sobre las súper ganancias y ahí fue donde explotó todo y no pudo concretar ese paso.

Acá también hay operadores del oficialismo que quisieron jugar con esa imagen y con la idea de que en el Cono sur anda un fantasma de movimientos destituyentes y que tienen que ver con sectores de la oligarquía y del campo. Con esa imagen hubo muchas movidas en las redes y convocatorias a las bases del Frente Amplio que prácticamente como fuerzas militantes hoy no existen. En realidad nada tiene que ver con eso.

Un poco lo que expresa esta movilización, que en principio fue sobre todo promovida por los pequeños productores, los trabajadores rurales, etc., que empezaron a hacer cortes de ruta y un día de paro agrario; tiene que ver con una gran crisis del sistema que se expresa en esta movilización que tuvo incluso otra particularidad, en una localidad de la región donde hay poca población, hay que sumarle que Uruguay como todos los países de la región estuvieron favorecidos por los altos precios de los commodities y ahí todo iba para arriba y a todo el mundo le caía alguna moneda en la mano; ese período se terminó.

Acá el gobierno ha tenido una política de impulsar el agro-negocio, y a diferencia de la Argentina y Brasil, jamás les puso un solo impuesto a los exportadores, ni a los sojeros, ni a los de pasta de celulosa, que tienen unos privilegios que en toda la región son absolutamente extraordinarios.

Entonces, se termina el período de bonanza, el gobierno empieza a tener problemas de déficit fiscal con un gran endeudamiento, porque otro problema y diferencia fundamental entre las políticas de los gobiernos progresistas de Argentina y Uruguay es que en Argentina, gracias al cobro de impuestos a los agroexportadores fueron pagando la deuda con recursos genuinos, en Uruguay no había esas reservas, porque no se estaba recaudando del gran capital, entonces todo este período del gobierno progresista, estos 15 años, la deuda se ha ido engrosando.

De la misma manera que pasa ahora en Argentina con Macri, el gobierno de Tabaré Vázquez aumentó 10.000 millones de dólares la deuda en capital, el de José Mujica hizo otro tanto y ahora vamos por la misma.

El gran problema que tiene el gobierno uruguayo, autodenominado progresista, es que han hecho todo esto con cartas del FMI que firmaron al principio del gobierno con el Banco Mundial y que están cumpliendo a cabalidad y que los obliga a llevar adelante políticas que en definitiva hacen a que el país no se desarrolle.

Les va muy bien a los grandes capitalistas que están justamente implicados en esta movida del «vamos a volver» y a los grandes capitales extranjeros. Pero han venido de un proceso de endeudamiento en donde cada año tienen que sacar nuevas deudas, vender bonos, etc., para poder ir pagando los intereses.

Es una bola de nieve de nunca acabar. En este momento la deuda está en un lugar que el gobierno no puede manejar entonces, a pesar de que aseguró que no iba a hacer ningún ajuste, que fue el gran leitmotiv de su última campaña para las elecciones, no aumentó los impuestos comunes y corrientes pero ya hizo dos grandes tarifazos, aumentos importantes del agua, la luz, el teléfono y todo esto con los números en la mano, denunciado por los sindicatos correspondientes de los trabajadores de cada ente de que estos números no se debían a los costos de producción que estaban muy por debajo, sino a los impuestos o a lo que el Poder Ejecutivo decidía aumentar para recaudar para rentas generales y el destino de todo eso es para pagar la deuda externa, los intereses y parte del capital que tienen que ir cumpliendo cada año.

Toda esta situación está golpeando a los trabajadores de la ciudad y del campo y el gobierno no quiere admitir que hay una crisis, mientras que el trabajador no puede llegar a fin de mes con su salario y los pequeños productores se encuentran enfrentando juicios para ser expulsados de sus predios por las deudas que tienen.

Pero el gobierno viene haciendo un camuflaje de esa crisis que no se lo cree nadie. Ellos hablan un idioma paralelo al que habla el hombre de la calle, entonces cada vez que emiten bonos de deuda lo hacen festejándolo, las empresas que puntúan y valoran la fiabilidad de cada país para comprar bonos de deuda siempre lo califican altamente, porque el país está muy endeudado, entonces se sigue esa pantomima.

La disconformidad es general. Y esta movilización empezó en el campo porque en la ciudad están los sindicatos y lamentablemente las cabezas han perdido la independencia política del gobierno entonces hacen una presión muy fuerte contra los trabajadores que hoy por hoy no están pudiendo expresar los conflictos que sí existen, como hemos reportado muchas veces, pero son conflictos que tienen una presión muy fuerte por dentro y que sufren una represión muy grande.

En el campo no existe eso y esta movilización tuvo la particularidad de que empezó siendo convocada por los productores chicos, por los colonos, por los trabajadores rurales y se le fueron sumando los pequeños comerciantes, profesionales que trabajan para los campos, toda la población rural que está sumida en una enorme crisis, porque están sufriendo las consecuencias de que las empresas extranjeras se retiran. Y cuando una empresa extranjera se va del país deja a 300/400 trabajadores en la calle y afecta no solo a las familias desocupadas sino también al pequeño comerciante.

M.H.: Hablás de un movimiento de pequeños productores pero yo leí que el Presidente de la Nación se reunió el lunes 29 de enero con los grandes ruralistas.

M.R.: Exacto. Porque como te dije el conflicto comenzó por los chicos pero los grandes enseguida se sumaron y obviamente tienen mucha más capacidad de infraestructura para ponerse al mando, en los medios de comunicación, redes de whatsapp, etc. Terminan todos entreverados. Pero fijate que también explotó porque, como decías, las siglas de las organizaciones que recibió, siendo que Tabaré dijo que iba a recibir solamente a las instituciones, que son la ARU (Asociación Rural de Uruguay) que como decía el «Tambero» Zabalza está formada por los grandes estancieros que son golpistas y que son privilegiados desde tiempos de la colonia y que siempre han estado detrás de los golpes de Estado de la extrema derecha de este país.

Entonces, primero le pidieron una entrevista para diciembre y hubo un ninguneo, porque hay una actitud soberbia de parte del gobierno frente a todos los que quieren plantear problemas y que tienen crisis. En ese momento les dijo que no tenía agenda. Fue ahí donde los pequeños se fueron organizando y se sumaron los grandes. Pero luego todos esos pequeños se llamaron autoconvocados justamente porque no tienen algo en común que los convoque a todos, entonces al momento de negociar la temperatura fue subiendo porque empezaron a amenazar con que iban a hacer cortes de ruta por todo el país, que le iban a cortar todos los insumos a Punta del Este que está lleno de turistas. Entonces el gobierno tuvo que recular, cambiar de actitud y antes de la reunión que tenían pactada para el 23 de enero en Durazno quiso reunirse con la ARU, que para el gobierno representa la institucionalidad, pero que como te decía antes siempre fue bastante golpista, y con la Federación Rural que reúne a una cantidad mayor de productores medianos, donde puede haber algún chico o alguno más grande pero que tiene otro estatus que el de la ARU que tiene características más políticas.

Los terratenientes piden la devaluación, mientras los pequeños productores medidas para detener la emigración del campo

M.H.: ¿Cuáles son las reivindicaciones? ¿Qué se pide?

M.R.: Cuando Tabaré Vázquez les pide reunirse ellos dicen que no, porque lo interpretan como una maniobra para pararles la movilización y hasta ese momento no tenían una plataforma, porque se iba a generar justamente el 23 de enero en Durazno. Como podía preverse, allí los grandes fueron los que tomaron la palabra, también habló alguno mediano chico, pero los grandes tuvieron la inteligencia de incluir algunos de los puntos de los colonos.

Pero las demandas son netamente diferentes, mientras que los grandes simplemente están ganando menos que antes pero no hay ninguno que esté por quebrar ni nada por el estilo, porque son sectores que siguen teniendo altísima rentabilidad, porque además este gobierno los favorece en todo; piden que se achique el gasto del Estado, que haya menos empleados públicos, también plantearon algunas cuestiones muy oportunistas para que pegara en el público diciendo que se recorten los gastos de representatividad y los cargos políticos; pero lo que ellos querían fundamentalmente era que les bajaran el precio del gasoil y que devaluaran la moneda, o sea, que suban el precio del dólar. En realidad el centro del asunto es ése.

Mientras que los chicos, están pidiendo porque están en una situación crítica de quiebra, porque durante el gobierno progresista desaparecieron 5.000 tambos y desde el año 2000 al 2011 12.000 productores rurales y en este caso estamos hablando de chicos, vendieron su tierra, devolvieron las que arrendaban y se fueron a la ciudad.

Unos cuantos de ellos son lo suficientemente pobres para ser beneficiarios del MIDES (programa de capacitación socioeducativa-laboral «Uruguay Trabaja» del Ministerio de Desarrollo Social), que la Asociación Rural en sus dichos y comentarios previos estaba pidiendo que el gobierno eliminara, porque ellos presentan como que el gobierno está regalando plata cuando en realidad a las familias que están en una situación de marginalidad total es muy poca la ayuda que se les da, son unas tarjetas para gastar con 6.000 pesos (menos de U$S 200).

Esta gente estaba pidiendo que se eliminara eso, cuando los pequeños productores hoy en día están trabajando en los alrededores de Montevideo, los que en los ’70 eran 200.000 ahora son 80.000 y se emplean en la construcción o como pescadores, en empresas de seguridad, otros muchos están en Maldonado, porque en Punta del Este se construye mucho. Allí está situada la gran emigración del campo que no ha cesado pero ahora estamos en un punto crítico.

El gobierno discrimina mal, sigue haciéndole concesiones al gran capital, acaba de aprobar una Ley de riego que les va a permitir hacer grandes embalses de agua y comercializar el agua de riego a los pequeños productores, agua de los ríos. Eso va a generar una nueva quiebra de productores chicos. Y lo otro que quería decir es que lo mismo pasó en 1999 al 2002 cuando en el gobierno de Lacalle, de derecha, anterior al del Frente, hubo una explosión similar a ésta que fue utilizada y encabezada por el Frente Amplio que se llamó la Concertación nacional que fue unir al PIT-CNT, a los sindicatos, con la Asociación Rural y la Federación Rural. Hicieron una gran manifestación, estaba Tabaré Vázquez, estaba Mujica y hubo una gran alianza de clase y fue tomada la consigna de «País productivo» por el Frente Amplio en oposición al país financiero, significaba cambiar el modelo para servir una política agraria endógena, para resolver los problemas del consumo interno del país.

Pero una vez que llegaron al gobierno cambiaron 180 grados su dirección y lo que ha hecho es apoyar el agro-negocio y los capitales trasnacionales. No fue el país productivo. Hoy lo que producimos, que ni siquiera lo producimos nosotros sino las grandes empresas extranjeras, es soja, madera, pasta de celulosa.

Este descontento que se expresa mucho en el campo ya se escucha en la ciudad, en todas partes, pero no ha tomado todavía la forma que tomó en el campo. Es un descontento generalizado contra las políticas del gobierno que se esperaba que favorecería mucho más a los chicos y no a los grandes como está sucediendo.

Y la utilización política es inevitable, el partido que esté en la oposición siempre va a estar apoyando estos movimientos. Pero como yo estuve muy presente en todo ese momento me parece importante recordar que la concertación de donde salió la idea de Mujica de sentarse con la ARU, con los grandes plantadores de arroz, que son los mismos que ahora Tabaré llamó y pidió reunirse y no con los autoconvocados que son el pobrerío del campo.

Es una alianza que en este momento está en problemas, porque el modelo esta en problemas y va a traer como consecuencia la ruina de muchos trabajadores, de pequeños productores del campo, y no se está dando solución, las respuestas del gobierno hasta ahora son bajar un tanto por ciento el gasoil para los grandes pero dijo que la política económica no iba a variar esencialmente, que iban a mantener el dólar como estaba porque estaba dando resultados.

Rebelión ha publicado este artículo con el permiso del autor mediante una licencia de Creative Commons, respetando su libertad para publicarlo en otras fuentes.