Una buena parte de los analistas políticos de izquierda han estado hablando de un probable golpe de la oposición derechista contra el gobierno centroizquierdista. Y la derecha señaló intenciones del Ejecutivo (Perú Libre), por cerrar el congreso en un intento de golpe de estado. No obstante, lo que estaríamos observando es el “golpe” de Castillo, Camisea, la derecha y la caviarada, al partido que aupó al profesor a Casa de Pizarro.
El contexto político de la eyección de Bellido
Y es que el cambio del gabinete Bellido por el de Vásquez se da en una coyuntura de polarización entre el Ejecutivo y el Legislativo y entre las facciones del primero donde el ala “radical” de Perú Libre (PL), había planteado el aumento salarial, la nacionalización del gas, la convocatoria a una Asamblea Constituyente, control de precios, control de los contenidos de prensa, etc. mientras que el ala moderada (o caviar), liderada por el jefe del MEF, Pedro Francke, negaba todo lo anterior, señalando que “no hay condiciones”, (Gestión, 31/08/21).
A esto habría que agregar que Castillo recién había retornado de su viaje al extranjero y en su discurso en la ONU (adonde viajó con Francke y Maúrtua), se caracterizó por “llamar a los empresarios de EE.UU. a invertir en Perú asegurándoles la seguridad jurídica”, (LR, 20/09/21). Además, se dedicó a despercudirse de cualquier “mote” de comunista, etc. Esto estaría talvez bien sino fuera porque solo se limitó a deslindar (a la defensiva), evitando trascender en la historia en un foro que se ha caracterizado por inconsecuente con sus resoluciones como el de levantar el bloqueo a Cuba y estar al servicio del Imperio del Norte (sus invasiones de rapiña en el Medio Oriente y el mundo).
También habría que señalar que el pedido de renuncia de Bellido se da justo (casualidades de la vida), cuando la fiscalía declara la prisión preventiva para varios cuadros políticos de PL. Así las cosas, mientras la derecha política terruqueaba (con el apoyo de la gran prensa, encuestas, FF.AA., etc.), el Estado capitalista encarcelaba a varios líderes políticos de PL.
En este contexto, la insistencia de Bellido por nacionalizar el gas (en manos de empresas argentinas, koreanas y yanquis), y la beligerancia contra el Congreso planteando la cuestión de confianza si éste último censuraba al ministro Maraví, boicoteaba todo el discurso de Castillo ante la ONU y la Cámara de Comercio Peruana-americana.
El golpe favorecería al consorcio Camisea, la derecha y la caviarada
Y la razón de Bellido no sería menor ya que Camisea es el consorcio de gas con contratos por más de 40 años en una coyuntura donde la población compra el balón del mismo a precio internacional por $10 en una coyuntura donde el barril apunta a $100 y donde se habla del superciclo del cobre del cual Perú es uno de sus mayores productores. Inmediatamente, la respuesta del consorcio Camisea fue también confrontacional al señalar que “pueden extender sus redes de gas, siempre y cuando le respetaran los precios y plazos firmados en los contratos iniciales”, es decir ¡Nada!
Una vez que Bellido fue eyectado, se produjo un alza en las cotizaciones en la bolsa de valores de Lima y una módica recuperación de la moneda: El sol. Con el golpe contra PL, ganarían las transnacionales, la derecha política (que venían extorsionando al país desde la segunda vuelta con una campaña macartista y que ahora tienen a su merced al presidente), Camisea (porque lo más probable es que Vásquez renegocie contratos según la conveniencia del consorcio), y la caviarada (que asume el poder político en el gobierno). Pero en esta victoria, utilizaron al presidente Castillo, sin tener la derecha que movilizar a los militares como lo hizo antes para pedir “la cabeza” de Béjar. Así las cosas, la izquierda burguesa entregó la cabeza de sus dizques aliados Bejar, Maraví y Bellido.
La crisis política en el gobierno
El nuevo gabinete, que algunos desde la centroizquierda defienden, sería un golpe contra PL y la misma “institucionalidad que ellos reclaman”, tornando al presidente en un “tránsfuga”. Y es que, según el propio secretario general, Vladimir Cerrón, no tendrían representantes en el nuevo gabinete, aunque Betssy Chávez, congresista por PL haya sido nombrada Ministra de Trabajo y Guillermo Bermejo, haya puesto al nuevo Ministro de Interior, Barrenzuela (quien también fue de abogado de Cerrón). Esta cuestión ha generado una crisis política en el gobierno.
En el gobierno porque Castillo ahora va a depender de la voluntad de los poderes fácticos, la centroderecha política y va a tratar de asentarse en el poder con sus nuevos aliados conspiradores de NP, FA, JP y AP (el ministro de producción, Incio Sánchez, es militante de Acción Popular), esperando la señal de la “pipa de la paz y la gobernabilidad”, a la misma vez que se allanaría más a la defensa del régimen político “neoliberal” y a la precariedad partidaria institucional (los partidos en mención no tienen una estructuración militante en las masas), que él prometió combatir.
Esto lo decimos no solo porque el partido que posicionó a la nueva premier, el Frente Amplio (FA), perdió la inscripción y no tiene bases partidarias, sino porque Vásquez asumió la presidencia del Congreso durante el estallido social del 14N con el fin no solo de superar el golpe parlamentario sino de frenar el desarrollo de la rebelión popular y normalizar el régimen de explotación capitalista.
Es por eso que, a pesar de la inspiradora huelga obrera rural que semiparalizó el país (enterrando la Ley Climper), pues, la nueva Ley no es aprobada por la clase obrera en mención por ser pro patronal. Lo mismo podemos señalar sobre la Ley 31313 de “Desarrollo Urbano Sostenible” que en su contenido es pro inmobiliaria o también la Ley contra la banca usurera, y la convocatoria a una Asamblea Constituyente, etc. Así las cosas, Vásquez ha dado innumerables señales a los poderes facticos para ser aceptada (aunque la ultraderecha siempre va a estar en contra).
Para los que defienden el cambio de gabinete como una medida táctica inteligente, habría que recordarles que “la debilidad invita a la agresión”. Y en efecto, el vocero de la neofascista Coordinadora Republicana, señala que, “…de alguna manera en la Presidencia de la República se recupera la cordura perdida …”, (El Montonero, 06/10/21). Y la mayoría de medios de prensa de la derecha, reclaman olvidarse de la constituyente a la vez que pide “la cabeza” de los ministros del Interior y Educación.
Por esta razón, Vásquez, ha declarado a la prensa que “la asamblea constituyente no es una prioridad”, (Infobae, 09/10/21) y se apresta a realizar una ronda de reuniones con todas las bancadas parlamentarias para hacer una agenda común que implicaría más concesiones a la derecha.
Otra prueba de la buena señal que emitiría el ascenso de Vásquez al poder es que la revista más importante de la clase dominante británica, el Financial Times, diga que: “En su movimiento más audaz desde que asumió el cargo a fines de julio, Castillo reemplazó a Bellido por Mirtha Vásquez, una joven excongresista e izquierdista moderada que no pertenece al partido Marxista Perú Libre”, (Financial Times, 06/10/21).
No faltarán, claro está, los que hablen en nombre de la “unidad” y “que los debates dentro de la izquierda deben ser secretos”, para tratar de esconder este giro al centro derecha (más allá de algunos ministros –as- luchadores lo que importa es la línea política general del nuevo gobierno), por parte de la caviarada de izquierda, que está desarrollando a la vez un escenario de desgaste de sus fuerzas y de fortalecimiento relativo de PL.
A esto habría que sumar ya no solo la demanda de renuncia de los Ministros en mención anteriormente, sino que la derecha acaba de aprobar un dictamen que facilitaría las causales de vacancia del presidente Castillo.
La crisis política en PL
Por su lado, la crisis de PL, es de otro nivel. Y es que PL, a la vez que podría capitalizar la persecución de sus líderes políticos por el caso judicializado de los brevetes de conducir (que actúa impresionantemente audaz en comparación con otros funcionarios o empresarios corruptos como los Graña y Montero, de la CONFIEP, etc.), pues, estaría dividido por su propio pragmatismo político.
Betssy Chávez, del ala moderada, junto a 6 congresistas más, estarían con el nuevo gobierno caviar-derechista, mientras que Bermejo habría anunciado también su apoyo al gabinete Vásquez con el fin de que respeten su cuota de poder. Pero también los maestros estarían divididos en el apoyo a Castillo ya que denuncian no haber sido consultados para el nombramiento del nuevo Ministro de Educación, Carlos Gallardo.
Por otro lado, frente a la persecución de varios dirigentes de la plana mayor de PL y de confianza de Cerrón, la primera cuestión a enfrentar es la reorganización del partido.
Perspectivas políticas
La amenaza del ex premier Bellido para cerrar el Congreso era correcta. Si las bancadas que componen el Congreso no están de acuerdo con el gabinete que formó el presidente y el partido que ganaron las elecciones, lo democrático era ir a unas nuevas elecciones para que el pueblo decida. El pueblo votó no solo por Castillo sino por PL, su símbolo (el lápiz) y su potente slogan de campaña “no más pobres en un país rico”. Sin embargo, la derecha tendría miedo de ir a unas nuevas elecciones donde podría perder por mayor margen de votos.
Es muy probable que los congresistas maestros terminen apoyando al gobierno después de alguna negociación política (lo cual alimentaría su desgaste como partido político magisterial y popular), y que PL, se quede con 15 o 13 congresistas (lo cual va a tratar de evitar). Pero para superar la crisis no solo es menester limpiar la paja del trigo (de no hacerlo se puede desgastar haciéndole el juego a la derecha que quiere que la gente piense que sigue en el poder), sino debatir la propuesta de “economía popular de mercado” y superar el “cuoteo de poder político” y dotarse de un Plan de Lucha para movilizar a las masas (que están en huelga en Loreto y Chumbibilcas, etc. contra las transnacionales), por las reivindicaciones populares y poner contra la pared a los poderes fácticos.
Castillo y sus nuevos aliados han dado enormes concesiones a la derecha entregando la cabeza de sus ministros que ésta “no quería” por ser “terrucos” sin ninguna prueba fehaciente al respecto (misteriosamente apareció un parte policial difundido por El Comercio acusando a Maraví de estar vinculado a Sendero Luminoso en los 80s), con el fin de la “gobernabilidad”. Ilusos. La derecha está envalentonada y va ir por más como señalamos líneas arriba.
Ahora, estarían logrando que Castillo se quede sin estructura partidaria y reemplace ésta por la todavía endeble del Partido Magisterial Popular (PMP), cuyos cuadros “niegan” su pasado marxista y se aggiornan cada vez más al Estado opresor que prometieron combatir (similar cuestión pasó con los maoístas nepaleses cuando llegaron al poder, aunque en este ejemplo llegaron a través de insurrecciones populares y con un ejército popular).
Como vemos, la derecha va a seguir utilizando la amenaza del “arma” de la vacancia del presidente si éste no se arrodilla ante sus demandas. El fin es “aprisionarlo” y quitarle toda su esencia hasta que las masas ingresen en un estado de desmoralización como pasó con el felón Ollanta Humala. Con la eyección de Bellido, Castillo ha dado un paso gigante en este sentido. Cuando quiera reaccionar y rebelarse ya podría ser tarde y lo destituirían sin que nadie proteste por él. Luego, asumiría la vicepresidenta Boluarte sino la presidenta del Congreso de la República.
César Zelada. Director de la revista La Abeja obrera (teoría, análisis, debate y organización).
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