«Es un día triste para la democracia en Dinamarca, pero pese al fallo la lucha contra la ley antiterrorista y la solidaridad de los movimientos sociales en el mundo continuará tal» dijo Ulrik Khol.
La audiencia regional del este de Dinamarca condenó ayer a penas de seis meses de prisión a Ulrik Khol y Michael Michael Schølardt de la firma Guerreros y Amantes («Fighters and lovers») al finalizar un proceso que los sindicaba de apoyo al terrorismo y que en primera instancia los había absuelto, al considerar que los estados colombiano e israelí violan sistemáticamente los derechos humanos y usan la tortura y la coersión para obtener pruebas y testimonios.
Otros cuatro miembros de Guerreros y Amantes gozarán de libertad condicional, mientras que Preben Mikkelsen, un vendedor de salchichas de la calle Blegdamsvej del centro de Copenhague, fue absuelto totalmente sin cargos. La diversidad de las penas, la absolución e incluso la condena de tan solo seis meses por el delito de «apoyo al terrorismo» indican claramente el caracter político del fallo.
La firma Guerreros y Amantes había desafiado la ley antiterrorista danesa que prohibe la solidaridad con movimientos de liberación en el mundo, al vender camisetas alusivas a las FARC -EP y el Frente Popular para la liberación de Palestina -FPLP y enviar donaciones simbólicas para finaciar una emisora radial en Colombia y un taller de impresión en Palestina.
Los miembros de «Fighters and lovers» fueron acompañados hasta la corte por un nutrido y variopinto grupo de amigos y simpatizantes, que incluía desde veteranos de la resistencia a los nazis durante la segunda guerra mundial, músicos, dirigentes políticos de izquierda hasta jóvenes militantes comunistas, quienes arropados con banderas rojas coreaban el verso » guerreros de día, amantes de noche».
«Fighters and lovers» ha anunciado una apelación del fallo ante la corte suprema de justicia y el inicio de una campaña internacional contra las leyes antiterroristas y las listas de organizaciones terroristas en Europa, pues consideran que cohiben el derecho a la solidaridad con las luchas de los pueblos por la justicia y la paz e impiden procesos de salidas políticas a los conflictos en el mundo.
El veredicto tuvo una profunda repercución en los medios de comunicación y la opinión pública danesa, uno de los objetivos de los vendedores de camisetas. La mayoría de canales transmitieron la parte final del juicio en directo. En la sala de la corte se encontraban periodistas de las agencias noticiosas de todo el mundo. La Radio nacional danesa emitió un programa especial sobre la situación colombiana con la participación de expertos. El diario Politiken ofreció premios a los lectores que acertaran con el fallo y un canal de televisión realizó una encuesta donde miles de daneses opinaron sobre el juicio y sus resultados, cerca de un 70 por ciento de los encuestados consideraron injusto y severo el fallo de la justicia danesa. Un comentarista radial se preguntaba el por que no se lleva a juicio a quienes autorizaron el envio de tropas danesas a Iraq donde son asesinados civiles por bombardeos de las fuerzas de ocupación.
Al salir de la sala del tribunal Ulrik Khol, uno de los condenados, manifestó que «es un día triste para la democracia en Dinamarca, pero pese al fallo la lucha contra la ley antiterrorista y la solidaridad de los movimientos sociales de nuestro país con las luchas de liberación en el mundo continuará tal y como lo han hecho muchas generaciones de daneses»