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Entrevista a Andrea Licata, presidente del Centro de Estudios e Investigación para la Paz de la Universidad de Trieste

«El movimiento No Dal Molin tiene la fuerza para detener la construcción de la base militar americana en Vicenza»

Fuentes: Rebelión

Vicenza, tranquila ciudad en el noreste de Italia, continúan las protestas en contra de la construcción de la nueva base militar americana en el aeropuerto civil Dal Molin, situado a pocos kilómetros del centro de la ciudad, nombrada patrimonio de la humanidad por la UNESCO por los espléndidos edificios construidos por el arquitecto Andrea Palladio. […]

Vicenza, tranquila ciudad en el noreste de Italia, continúan las protestas en contra de la construcción de la nueva base militar americana en el aeropuerto civil Dal Molin, situado a pocos kilómetros del centro de la ciudad, nombrada patrimonio de la humanidad por la UNESCO por los espléndidos edificios construidos por el arquitecto Andrea Palladio.

El comité No Dal Molin, que ha instalado un campamento permanente cerca del aeropuerto, está formado por hombres y mujeres que no se quieren resignar a ver como en su territorio prospera el proyecto imperialista de George W. Bush con bases militares que sirven para atacar a otros países como sucede en la actualidad.

Los ciudadanos de Vicenza se sienten traicionados por su alcalde, Enrico Hullweck, y por los partidos que actualmente forman el gobierno del Primer Ministro Romano Prodi, han decidido unirse con el propósito de parar pacíficamente la construcción de la base americana.

En el marco de la conferencia «De la defensa nuclear a la defensa popular no violenta: ¿Que defensa para Vicenza?» organizada por el comité No Dal Molin y la red pacifista Lilliput, entrevistamos a Andrea Licata, presidente del Centro de Estudios e Investigación para la Paz de la Universidad de Trieste.

Señor Licata, ¿Cuál es la situación en este momento en Vicenza respecto a la construcción de la base americana en el aeropuerto Dal Molin?

Estamos delante de un proyecto que prevé la construcción de una segunda base militar en Vicenza. Las fuerzas armadas americanas ya están presentes en la ciudad desde hace más de 50 años con la base Ederle, que es un lugar de proyección y permanencia de las tropas americanas.

De proyección de intervenciones en el extranjero, un cuartel implicado en las guerras de Iraq y Afganistán. En este contexto internacional estamos viendo un proyecto de reestructuración interna de las bases militares americanas que prevé el cierre de algunas bases en Alemania y su posterior recolocación en Italia.

La necesidad de tener bases al sur de los Alpes responde a la exigencia de acercarse al frente de guerra. Este plan es seguramente de guerra, están naciendo nuevos proyectos declaradamente ofensivos. Es un proyecto autoritario hacia la ciudad de Vicenza, con la presencia de tropas que van y viene del frente.

La elección de Vicenza no ha sido casual ya que representa en los planes del Pentágono un lugar más acogedor respecto a un frente mucho más hostil.

¿Cabe la posibilidad que estas bases estén dotadas de armas nucleares?

Es posible que sean bases relacionadas con intervenciones incluso nucleares. Se habla mucho en este momento de pequeñas bombas nucleares para intervenir en contextos como África y Oriente Medio.

África se prefigura como un nuevo frente porque es débil militarmente, dividida políticamente y rica en recursos naturales. Mientras Oriente Medio es un centro energético y petrolífero cuya importancia estratégica estamos viendo claramente en la actualidad.

Por ello, la construcción de una base militar americana que pueda ser empleada en estos escenarios expone a Italia a nuevas y peligrosas consecuencias. Existen ya unas bases americanas altamente militarizadas en nuestro país.

Según el proyecto del Pentágono, al cual el gobierno italiano no se opuso, esta presencia está destinada a aumentar. Estamos delante de la creación de grandes bases. El riesgo es de encontrarnos con una ciudad altamente militarizada, al estilo de Okinawa, con incluso un aeropuerto cerca de la ciudad.

Un aeropuerto al sur de los Alpes sería útil porque de esta manera permitiría evitar la autorización de vuelo de Suiza, que es un país neutral y de Austria que no pertenece a la OTAN. Las tropas americanas podrían así ser trasferidas a Aviano – sede de un gran aeropuerto militar de Estados Unidos a un centenar de kilómetros de Vicenza – y sucesivamente en 24 horas estar en el teatro de las operaciones bélicas.

¿Cuáles son las consecuencias para la población local?

Estos complejos militares no solo son destructivos en el extranjero, ya que son bases de ataque, sino que también tienen un impacto sobre el territorio debido a su necesidad de grandes cantidades de agua para poder funcionar, además necesitan de grandes cantidades de energías tales como gas, electricidad, etc.

Se prefigura, por lo tanto, una base «energívora» con un gran consumo de agua y una base «invasiva» que ocupará una enorme porción de territorio, cementando completamente una zona que en la actualidad es verde con implicaciones ambientales y ecológicas claramente negativas. Esto ha sido reconocido incluso por los militares americanos que ahora hablan de reducir el daño ambiental.

¿Cuál ha sido la posición del gobierno italiano al respecto?

La posición del gobierno italiano ha sido la misma en el pasado como ahora. El gobierno de Berlusconi, con un acuerdo secreto, firmó la autorización a la construcción de la nueva base y el actual gobierno de centro-izquierda, si en un principio se mostraba abierto en volver a negociar la presencia militar americana en Italia, parece intencionado a consentir la realización de la obra. Hay en esta fase un alejamiento entre la decisión del gobierno y la opinión pública de los ciudadanos.

En Italia existe un fuerte movimiento contrario a la guerra en Iraq y la convicción general es que estas bases sirven a la prolongación de la ocupación del país árabe. El actual gobierno, contrariamente a sus compromisos expuestos en campaña electoral, está actuando en contra de la mayoría de los ciudadanos, generando un fuerte malestar que se vio aquí en Vicenza con las dos grandes manifestaciones organizadas recientemente.

¿Cuál es el impacto económico que la nueva base tendría en el territorio?

Por lo que se refiere al aspecto económico hay que decir que esta base representa un problema y no una ventaja, como algunos sostienen. Las bases militares americanas pueden existir gracias a una tasación muy fuerte.

En virtud de los acuerdos entre Estados Unidos e Italia, los ciudadanos pagan cerca del 40% de los gastos de funcionamiento de las bases. Es sólo gracias a estas enormes inversiones públicas que las bases pueden existir. Nosotros proponemos que en lugar de ocupar el territorio con estas bases militares se destinen estos espacios a actividades sobre energías renovables que en el contexto actual de calentamiento global serían mucho más necesarias. Además tendrían una recaída muy importante en la población local a través de creación de puestos de trabajo.

Son dos proyectos claramente opuestos, por una parte, bases militares de ataque y por otra, instalaciones con actividades de uso civil. Pensamos que nuestra propuesta es mucho más sabia y útil para el país.

¿Cuáles son las posibilidades de parar la construcción de la base?

Hay muy buenas posibilidades de parar la construcción de la base, ya que el movimiento tiene unos números interesantes y está formado por personas muy determinadas. Dispuestas a parar los trabajos a través de métodos no violentos como por ejemplo bloqueando con sus cuerpos las excavadoras.

Si el movimiento se quedara en unas pocas personas, colapsaría y perdería su fuerza, entonces la base se realizaría. Si en cambio mantiene su fuerza actual hay muy buenas posibilidades de hacer muy difícil la construcción de una base que de todas formas necesitará de algunos años para poder ser ultimada.