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Entrevista a Mónica Riet del Comité por el retiro de las tropas uruguayas de Haití

«El Uruguay real está muy lejos de tener la democracia plena e integral que creen en el exterior»

Fuentes: Rebelión

M.H.: Se ha destapado una de las tantas ollas de la represión ilegal en tu país. M.R.: Exactamente. Para hablar un poco de la crisis institucional entre el Gobierno, el Poder Ejecutivo y los mandos del Ejército que tuvimos en los meses de marzo/abril y que todavía está ahí, quería hacer alguna aclaración previa. En […]

M.H.: Se ha destapado una de las tantas ollas de la represión ilegal en tu país.

M.R.: Exactamente. Para hablar un poco de la crisis institucional entre el Gobierno, el Poder Ejecutivo y los mandos del Ejército que tuvimos en los meses de marzo/abril y que todavía está ahí, quería hacer alguna aclaración previa.

En Uruguay, desde que asumió el Frente Amplio (FA), hace 15 años en 2005, se ha ido construyendo un discurso que ha devenido en campaña internacional, donde la comunidad internacional como se llaman los países del norte, los países poderosos, pero también los gobiernos de izquierda, extraña coincidencia, están alabando constantemente al gobierno uruguayo como una de las democracias más sólidas del continente, la menos corrupta, el de las instituciones más sólidas, con elecciones confiables, el mejor país para hacer negocios y podríamos seguir agregando.

Y la verdad es que este no es el Uruguay real, muy lejos estamos de tener la democracia plena e integral como afirmó The Economist acerca de mi país. Se desconoce mucho del reino de la impunidad en Uruguay, donde desde el retiro de la dictadura, que fue en 1984/5, se salió por un pacto con los militares, donde el Frente Amplio y el Partido Colorado asumieron que los militares no fueran juzgados por los crímenes de lesa humanidad.

El Partido Nacional, que es uno de los partidos tradicionales, pero que en su momento tuvo un líder progresista (Wilson Ferreira Aldunate), que fue perseguido por la dictadura y que había ganado las últimas elecciones (lo hicieron perder por fraude), no firmó en ese momento el Pacto del Club Naval.

Ahí ya vemos un Frente Amplio con un perfil un poco diferente del que nosotros teníamos, del Frente Amplio fundacional que estaba parado sobre una serie de principios muy sólidos. Así empiezan los primeros años de democracia; tuvimos 20 años de gobiernos tradicionales y luego 15 años de gobierno progresista. Sin embargo, hasta ahora, la Ley de impunidad, que tiene un nombre muy complejo y no vale la pena nombrarlo, sigue tan impune como siempre y ha sido muy protegida por los gobiernos del Frente Amplio.

Por cierto, habría que caracterizar cada uno de los procesos llamados progresistas. En el Uruguay ha habido una lucha permanente, ha sido una demanda social muy grande la de verdad y justicia.

M.H.: La movilización del pasado lunes 20 de mayo, bajo la consigna «Que nos digan dónde están. Contra la impunidad de ayer y hoy» ha convocado miles y miles de personas bajo una lluvia impresionante.

M.R.: Nunca menos de 50.000 personas en esas marchas. Y ese día dicen que fue más grande que nunca, hay drones que lo muestran porque la prensa mostró una toma donde justo hay una curva y afirmaron que eran solo 3 cuadras, pero luego salieron las vistas de los drones con no menos de 12 cuadras tupidas por la Avenida 18 de Julio y no es porque sí que fue una marcha más grande, es que se da justamente en medio de esta crisis de la que estamos hablando y de mucha bronca acumulada por parte de la base social que vota el gobierno del Frente Amplio y que ha tenido una lucha tenaz en la organización de Madres de detenidos desaparecidos, pero después una vasta variedad de organizaciones sociales con distintos perfiles, investigadores como Samuel Blixen, Roger Rodríguez, Pablo Chargoñia, el Instituto Luz Ibarburu, etc.

M.H.: Me gustaría que nos comentes cuál es el hecho puntual que desencadena el apartamiento de la cúpula de las FF AA uruguayas, inclusive la aparición de un candidato, una especie de Bolsonaro.

M.R.: Como hechos puntuales, el ex Comandante en Jefe del Ejército es una persona de confianza del Presidente, que no está obligado por un estatuto a elegir según el orden de rangos dentro del ejército. Guido Manini Ríos, que estaba desde el comienzo del período electoral de 2015, fue destituido el 12 de marzo por unas últimas declaraciones que hizo condenando al Poder Judicial, diciendo que estaban haciendo uso de un derecho particular para condenar militares con pruebas falsas, creadas, etc.

Esto antes de la dictadura era algo impensable, está en la Constitución uruguaya, pero también estaba en la cultura, y yo diría que todavía está, que los militares en este país no podían hacer ningún tipo de pronunciamiento político.

Durante los 20 años anteriores a los gobiernos del Frente Amplio no investigaron nada sobre los militares. Cuando empieza el gobierno del Frente Amplio habilita un pedacito de la Ley de impunidad que permite investigar la desaparición de niños, abre una pequeña brecha y los jueces empiezan a investigar, allí es donde el cuerpo militar empieza a reaccionar.

Entonces, el Comandante en Jefe del Ejército Guido Manini Ríos que fue nombrado por Vázquez fue destituido el 12 de marzo de este año pero después de haber hecho muchísimas declaraciones, fue tolerado muchísimas veces, es como que se pasó de rosca, ya quedaba demasiado en evidencia el Presidente si no lo destituía.

Este hombre ya había anunciado que quería ser político y que estaba pensando en retirarse porque ya veía que solamente estando en el Parlamento iba a poder pelear mejor por sus pares y que iba a formar un partido.

Es destituido y sustituido por un general, José González, que 11 días después de su nombramiento también es destituido porque apareció en la prensa el resultado de un Tribunal militar de honor, que poco han funcionado pero justo funcionó uno ahora, donde un torturador que fue uno de los peores del Plan Cóndor, Nino Gavazzo, hace declaraciones que jamás ningún militar hizo, afirma que él fue el que desapareció al primer desaparecido de Uruguay. Da la fecha de desaparición de Roberto Gomensoro en Paso de los Toros, y da toda la descripción de cómo lo hizo. Se cruzan acusaciones con otros. Estos militares de los que estamos hablando están procesados por la justicia y los tribunales de segunda instancia. Han estado presos, ahora algunos están en prisión domiciliaria, en situación de mucha comodidad; pero se cruzan acusaciones entre Gavazzo y «el pajarito» Silveira que es otro de la patota, acusado de desaparecer a la nieta de Gelman, por ejemplo.

Entonces, el Tribunal militar de honor decide no hacer ninguna referencia a estas declaraciones, para ellos no mancha el honor de las FF AA el haber cometido delitos de lesa humanidad, pero sí los condenan porque hubo un militar que fue condenado y estuvo preso 3 años porque la justicia creyó que era quien había matado a Roberto Gomensoro y ahora Gavazzo dice que fue él.

Entonces lo que ese Tribunal militar hace es castigar un problema entre hermanos, entre pares, se hicieron una mala jugada entre ellos. Pero delitos de lesa humanidad no ameritan ningún tipo de mancha para las FF AA. Cuando se da a conocer todo esto, en la integración del Tribunal de honor se encontraba justamente el recién nombrado Comandante en Jefe de las FF AA, el Gral. José González. Eso obliga a Tabaré Vázquez a tomar una nueva decisión y finalmente opta por destituir a todos los militares que formaban parte de ese Tribunal, que después tuvieron otra derivación.

La decisión de Vázquez en ese momento fue esa y fue interpretada de diferente manera por el Frente Amplio, que consideró que era un acto de justicia por parte del Presidente y de una confrontación real con este poder militar que tiene diversas manifestaciones en Uruguay. Pero las organizaciones de DD HH y las organizaciones de Madres de detenidos desaparecidos reaccionaron de una manera muy diferente. Y en realidad está planteando que todos esos militares hace rato que vienen huyendo de la justicia y que también hay una denuncia directamente hacia el gobierno y una demostración de frustración respecto de las expectativas que había hacia el Frente Amplio y su política de justicia y verdad hacia los Derechos Humanos.

Así que a partir del 11 de abril asume un nuevo general, Claudio Feola, que por ahora no ha sido destituido, lo han salvado, pero ya ha hecho declaraciones.

M.H.: El Ejército uruguayo está como nuestro diciembre de 2001, cuando tuvimos 5 presidentes en 3 días.

Rebelión ha publicado este artículo con el permiso del autor mediante una licencia de Creative Commons, respetando su libertad para publicarlo en otras fuentes.