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Portugal

Elecciones para ajedrecistas ¿de qué tipo?

Fuentes: A l´encontre/La Breche

El resultado de las elecciones portuguesas ha dado lugar a un escenario político inesperado porque el resultado de la coalición de gobierno – compuesta por el Partido Social Demócrata de Passos Coelho, el primer ministro saliente, y el CDS-PP (Centro Democrático Social Demócrata- Partido Popular) de Paulo Portas, el viceprimer ministro saliente – fue la […]

El resultado de las elecciones portuguesas ha dado lugar a un escenario político inesperado porque el resultado de la coalición de gobierno – compuesta por el Partido Social Demócrata de Passos Coelho, el primer ministro saliente, y el CDS-PP (Centro Democrático Social Demócrata- Partido Popular) de Paulo Portas, el viceprimer ministro saliente – fue la más votada, pero no obtuvo una mayoría parlamentaria. Consiguió el 36,8% de los votos, después de años de austeridad, pero solo cuenta con 107 de 230 diputados. Pero la suma, al menos formalmente, de los diputados del Partido Socialista, el Partido Comunista (PCP) y el Bloco de Esquerda supone 122 escaños.

En esta situación, el Presidente de la República, Aníbal Cavaco Silva, nacido en 1939, intervino el 22 de octubre para encargar la formación del nuevo gobierno a Passos Coelho y Paulo Portas. Lo hizo durante un discurso televisado que pretendía ser expresión de su autoridad. Cavaco Silva fue primer ministro durante diez años, de 1985 a 1995, como candidato del PSD. Este firme católico y anti-comunista, fue elegido por sufragio universal presidente en 2006, tratando de imponer una continuidad del gobierno mediante la fórmula de un «gobierno de gestión». En otras palabras, un gobierno que no tendría una mayoría parlamentaria porque presentaría ante el parlamento su programa para la duración teórica de su mandato. La Constitución surgida de la Revolución de los Claveles de 1974 atribuye al Presidente mucho más que un mero poder simbólico. De alguna manera lo contrapone al primer ministro. Puede nombrar gobierno – lo que no plantea mayores problemas en la medida que los componentes de ese ejecutivo tengan una mayoría parlamentaria – o disolver el gobierno y convocar elecciones, lo que implica la disolución conjunta de la Asamblea de la República. Todo el debate en los medios portugueses, lleno de supuestos y de comentarios de politólogos y políticos, depende de la credibilidad – constitucional o no – de un «gobierno de gestión», frente a su alternativa, un gobierno del Partido Socialista dirigido por Antonio Costa, apoyado en el Parlamento por el PCP y el Bloco tras las negociaciones que darían lugar a un programa mínimo condicionado por el PCP y el Bloco.

Salario mínimo y qué programa mínimo

La prensa internacional, con modestia, informa de este debate. Volveremos a él más adelante. Por contra, es menos explícita respecto a los datos dados a conocer el 28 de octubre por la Asociación para la Defensa de los Derechos del Consumidor (Deco). Esta última presentó una encuesta realizada entre octubre y noviembre de 2014 a 1.222 familias portuguesas. Desde hace algún tiempo, Deco había alertado sobre la «Generación 500». Leer: un ingreso de 500 euros al mes. Esta fórmula se utilizó de forma análoga en Grecia y España. Lo que no es de extrañar, ya que el salario mínimo bruto de los asalariados, tanto hombres como mujeres, es de unos 500 euros; 674.000 asalariados («que trabajan empleados por otros») ganan ese salario. «Ganan» menos de 600 euros al mes, según estimaciones, más de un millón de personas. Y como dice el informe: «Este número ha ido en aumento» (ver Publico, 28 de octubre de 2015, p 16 y Diario de Noticias 29 de octubre de 2015, pp 16-17..). Alrededor del 50% de las familias viven con 1.000 euros y esos 1.000 euros son la suma de dos salarios en el 66% de los casos (familias de tres y cuatro personas). En 2011, cuando la Troika llegó a Lisboa, el número de trabajadores con contratos precarios era de unas 698.900 personas. A finales de 2014, el número de precarios había ascendido a 826.700 personas. La renovación potencial de la duración de un contrato precario ha aumentado de tres a cuatro años. Una norma que generaliza, en diversas formas, en Europa.

De acuerdo con el GAS (Gabinete de Apoio ao Sobre-endividado – organización de apoyo a los deudores), la gran mayoría de los solicitantes de ayuda financiera son personas que hasta ahora tenían un empleo. Como consecuencia de una lógica de hierro, las familias con un ingreso mensual de 1.000 euros tienen que recurrir más de una vez al crédito para hacer frente a lo que los estadísticos llaman «imprevistos»: por ejemplo, nacimientos, la vuelta al hogar familiar de un joven que no encuentra trabajo, la necesidad de reparar la vivienda, un accidente, etc. Los gastos fijos (alimentos, agua, electricidad, colegios, sanidad y alquiler de vivienda) absorben el 86% de los recursos disponibles. Este es el mejor ejemplo del empobrecimiento – con más precisión, del resultado de la explotación de la fuerza de trabajo – de un país sujeto a todas las medidas de ajuste estructural propias de la arquitectura del euro y del supuesto imperativo del pago de la deuda. La estructura de los gastos de estos asalariados, tanto hombres como mujeres, también ilustra el impacto potencial que puede tener sobre su supervivencia cotidiana el IVA, un impuesto sobre el gasto de los consumidores objetivo (y que no afecta al ahorro de los grandes ahorradores). Nos referimos aquí a la situación de los empleados y no a la de los parados, y mucho menos a la de los parados de larga duración.

Un desempleo entre los jóvenes – y menos jóvenes – que resulta en una emigración en cifras bastante similar a la del Portugal de los años 1960-1970, pero diferentes por su nivel de cualificación. Por ejemplo, en 2013, 20.000 portugueses emigraron a Suiza, 31.000 al Reino Unido (2014), 10.000 a Alemania (2014) y 5.000 … a Angola (2014) y 4.000 a Mozambique (2013). Todos los estudios estadísticos sobre la migración intra-europea indican que estas cifras están subestimadas, tanto para Portugal, como para España o Grecia.

Volviendo a la «trabajadores pobres» (fórmula cuya ambigüedad ha sido más de una vez subrayada, así como la fórmula constantemente repetida de la «clase media») hay que hacer hincapié que la respuesta a la contracción de salarios son los recortes de gastos en la alimentación (en cantidad y calidad), en el pago de la electricidad y el agua (falta de pago que provoca cortes de suministro o a procedimientos administrativos para su restablecimiento). Las encuestas en Portugal, como Grecia, denotan las consecuencias en términos de salud pública y la calidad de la educación (los niños van a la escuela sin comer). Por contra, la fragmentación social y las carencias de socialización parcial que producen, disparan el gasto sustitutivo en televisión, teléfono e Internet, haciendo que los «observadores» los califiquen, consultando la pantalla de su teléfono móvil, de «gastos sorprendentes».

Fórmulas hiperbólicas

Tal vez sea útil tener en mente estos pocos indicadores de la desintegración del tejido social en Portugal para comprender tanto la abstención el 4 de octubre como el menor interés en los debates sobre la formación del nuevo gobierno que en los resultados de los partidos de fútbol en Portugal y el resto de Europa. Los programas deportivos, salpicados con comentarios más largos que en los de debate político, atiborran la programación de las tres cadenas de «públicas». La operación de distracción permanente funciona bien.

A raíz de la declaración de Cavaco Silva, Passos Coelho y Paulo Portas han hecho pública la composición de un gobierno minoritario que asumirá sus funciones el viernes 30 de octubre y presentará su programa diez días después, de acuerdo con el plazo legal, es decir, 9 de noviembre como muy tarde. El ex primer ministro y el ex viceprimer ministro juegan la carta de la victimización, una fórmula que ya ha sido utilizada por los distintos Berlusconi europeos: la mayoría parlamentaria formal del PS, PCP, y el Bloco, les impedirá garantizar un gobierno estable cuyos frutos pasados han sido reconocidos por el mayor porcentaje, comparativamente, de votantes. Mientras tanto, ha aumentado la «presión» ejercida en forma de pinza por el PCP y el Bloco en el curso de las negociaciones con el PS de Antonio Costa. No faltán, en ese sentido, las declaraciones destempladas. El 28 de octubre, Fernando Faria de Oliveira, presidente de la Asociación Portuguesa de Bancos, no se ha contenido. Ha expresado su deseo de que Portugal «se acerque a los países de Europa central y que no vuelva a convertirse de nuevo en la Cuba de Europa».

Dichas declaraciones y las de los líderes tradicionales de la derecha – que destacan la importancia de mantener a Portugal en la OTAN y de no obligar a la Troika, que salió de Lisboa en 2014, a volver a la antigua capital de un imperio – pueden servir para marcar las diferentes fases de la táctica de presión-negociación del Bloco hacia el Partido Socialista, por no hablar de la del PCP. Sin embargo, un banquero tan conocido como Fernando Ulrich, director de BPI (Banco Português de Investimento) dice que «no se debe dramatizar y que el paralelismo entre Cuba y Portugal» no es adecuado. En cuanto al fondo, dice estar «confiado y tranquilo» y que, cualquiera que sea el gobierno, se mantendrá la «estabilidad». De 2008 a 2015, Ulrich ha reducido el número de empleados del BPI un 24% sin mayores problemas. Los 5.934 «colaboradores» no le han desestabilizado. Esto refleja un patrón de movilización social – inclusive en este sector – que tiene que ver con el desempleo, la emigración y el progresivo deterioro de la correlación de fuerzas social. Las ecuaciones sociales no permiten descartar una crisis política en la cumbre, sobre todo cuando el presidente Cavaco hace gala de un autoritarismo que no es sino la otra cara de la moneda del victimismo del ex primer ministro y el ex viceprimer ministro.

Estos últimos reivindican sus credenciales democráticas otorgadas por el régimen de los diktats del BCE, el Eurogrupo y la Comisión Europea, de la que entonces era presidente el portugués José Manuel Barroso (ex miembro del ultra-maoísta MRPP) y actual presidente del grupo Bilderberg portugués: uno de los cenáculos internacionales que se supone que diseñan las principales opciones de las clases dominantes.

Un calendario de «crisis política»

Mientras tanto, se configura el aparato de gestión de la Asamblea de la República (AR). El socialista Jorge Lacao fue nombrado vice-presidente de la AR, junto a José Matos Correia del PSD, José Manuel Pureza del Bloco y Teresa Caeiro del CDS. J. Lacao consiguió 120 votos, J. Correia Matos 173, JM Pureza 137 y T. Caeiro 172. Serán vicepresidentes de Eduardo Ferro Rodrigues, del PS, elegido presidente de la AR el 23 de octubre. No es lo que se dice Cuba.

El lunes, 9 de noviembre, comenzará el debate sobre el programa de gobierno de Passos Coelho y Paulo Portas. Y sabremos si este gobierno será el más corto del período abierto en 1974.

La coalición de derecha, para abrir una brecha en esta mayoría de izquierda potencial, hace hincapié en la necesidad de que el PS reafirme la continuidad de su posición, probada a nivel de gobierno, sobre el euro, la unión bancaria, el Pacto de estabilidad y crecimiento de la UE y las cláusulas del Tratado sobre el déficit presupuestario.

En cuanto al fondo, en el mejor de los casos, el PS puede parecer dispuesto a aplicar una política menos austera que la derecha. Los resultados de las negociaciones en la «coalición de izquierda» tendrán que pasar por la prueba de los hechos. Un ejemplo: el Bloco insistió, con razón, en su campaña en la reducción un 6% del IVA en la electricidad, que actualmente es del 23%. ¿Él acuerdo alcanzado será de un 13%? Ello tiene un efecto directo en lo que se ha señalado en relación con la estructura de gasto de los hogares, pero también en una disminución de los ingresos presupuestarios. El Bloco y el PCP, desde la tarde del 4 de octubre, han declarado que se negarán a apoyar a un gobierno que no tenga el apoyo del Parlamento – lo que es el caso-, pero una primera prueba extraparlamentaria será la dimensión de la manifestación convocada frente al Parlamento por la CGTP (Confederación General de Trabajadores Portugueses) el día de la presentación del programa por la coalición PSD-CDS.

Un observador antiguo miembro de la dirección del PCP hasta 2003, Carlos Brito, – que lidera la Asociación para la Renovación Comunista que ha apoyado ala PS en las últimas elecciones europeas – no muestra la preocupación de la derecha y de miembro del PS sobre el posible resultado positivo de las negociaciones entre el PS, por un lado, y el Bloco y el PCP, por el otro. En una entrevista concedida al Diario de Noticias, el 28 de octubre de 2015, Carlos Brito, dijo: «A pesar de que [Jerónimo de Sousa, líder del PCP] criticó duramente al PS, ya anunció que el PCP asumiría sus responsabilidades, también las relativas a la cuestión del gobierno. El Bloco también dio señales inequívocas de un cambio cuando Catarina Martins [portavoz del Bloco] acordó reunirse con Costa [líder del PS candidato a primer ministro] al día siguiente de las elecciones [para hablar del gobierno]. Estos cambios tienen su origen en la necesidad de frenar el terrible desastre causado por la política de austeridad «.

Ya hay por tanto un calendario «para la crisis política»: ¿El presidente va a sostener un «gobierno de gestión minoritario» o va a pasar la patata caliente al «socialista» Antonio Costa? ¿Qué clase de presupuesto se presentará y cuáles serán los resultados, en la segunda quincena de enero de 2016, de la elección por sufragio universal del Presidente de la República? Si se necesita una segunda vuelta, en febrero de 2016, el mandato presidencial se iniciará a principios de marzo. Sin embargo, el Parlamento no puede ser disuelto durante los primeros seis meses después de las elecciones presidenciales. Lo que estimulará o no la inventiva política de la izquierda «radical». Y en este calendario, ¿habrá lugar para la movilización social? Estas son las preguntas que todo el mundo se plantea. (29 de octubre de 2015).

* Nota de Correspondencia de Prensa: Charles-André Udry es Economista, militante del Movimiento Por el Socialismo (MPS) de Suiza, y de la organización en defensa de los derechos de los inmigrantes. Editor de los Cahiers libres y del sitio A l´encontre/La Breche.

http://alencontre.org/

Traducción de G. Buster – Sin Permiso

http://www.sinpermiso.info/