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Harry Potter vende varitas mágicas a 60 mil dólares en Medio Oriente, México y otros

Empresas inglesas venden dispositivos a las fuerzas antidrogas y antiterroristas de varios países basados en el poder de la adivinación

Fuentes: Rebelión

El campo de la superchería La falsa Ciencia: La pseudociencia es un conjunto de practicas y/o métodos que se basan en creencias, mitos. El termino hace referencia a la «Falsa Ciencia». Las técnicas seudocientíficas reclaman ser consideras ciencia y muchas veces son presentadas como tal pero en virtud no lo son. Lamentablemente el impacto que […]

El campo de la superchería

La falsa Ciencia: La pseudociencia es un conjunto de practicas y/o métodos que se basan en creencias, mitos. El termino hace referencia a la «Falsa Ciencia». Las técnicas seudocientíficas reclaman ser consideras ciencia y muchas veces son presentadas como tal pero en virtud no lo son. Lamentablemente el impacto que no pocas veces tienen las disciplinas seudocientíficas en la sociedad se cobra en mala calidad de vida e inclusive muerte, como lo es en particular las asociadas a la salud (homeopatía, reiki, curanderos, etc.) o seguridad.

La pseudo ciencia de la varita mágica: La radiestesia o rabdomancia es una actividad seudocientífica de adivinación que se basa el uso del mistico sexto sentido, que ayornados con un lenguaje mas moderno sus defensores afirman que, los estímulos eléctricos (remodelación de conceptos originales ya que la noción de electricidad como tal es posterior a esta disciplina y proviene de la ciencia), electromagnéticos, magnetismos y radiaciones de un cuerpo emisor que sin ninguna base científica, los afectos a este mito afirman, pueden ser percibidos y, en ocasiones, manejados por una persona por medio de artefactos sencillos mantenidos en suspensión inestable como un péndulo, varillas «L», o una horquilla que a manera de varita mágica les debería indicar la ubicación de cosas ocultas a la vista.

Un zahorí, a veces llamado radiestesista o rabdomante, es alguien que afirma que puede detectar cambios del electromagnetismo a través del movimiento espontáneo, de dispositivos simples sostenidos por sus manos, normalmente una varilla de madera o metal en forma de «Y» ó «L» o un péndulo. Los zahoríes afirman ser capaces de detectar la existencia de flujos magnéticos de cualquier clase. Hoy a pesar de los avances de la ciencia y la técnica perduran para consumo de un publico poco instruido, los mentalistas como el israelí Uri Geller (ex paracaidista que participo de la «guerra de los 6 días» -en la cual Israel se expandió ocupando territorio hasta nuestros días que era perteneciente originalmente a Egipto-, fue comediante nocturno y modelo fotográfico) o astrólogos como Rostamí entre otros que entretienen con sus falacias mientras sus billeteras se abultan gracias a la ignorancia inducida. Tal vez el caso emblemático sea el de Gerald Brousseau Gardner un ocultista, mitómano británico (los británicos son históricamente muy susceptibles a este tipo de creencias) que nació en 1884, En su libro de 1954 escribió acerca de la radiestesia, cuando ya llevaba 10 años de inventada la primera computadora electrónica (ENIAC) y a 50 años de la formulación de la Teoría de la Relatividad de Einstein, sobre el «Poder de la brujería».

Si bien la ciencia no pierde el tiempo en este tipo de creencias, ante los resquicios de habladurías y mitos que aun pululan por organismos centrales, especialmente en países sometidos y países capitalistas, se ven algunos científicos obligados a desmitificar desde el conocimiento serio y responsable algunas de estas supercherías que sobreviven todavía en el siglo XXI. Los experimentos controlados no han confirmado nunca los efectos proclamados en diversos y rigurosos experimentos realizados por universidades de varios países. Uno de los estudios más recientes se realizó en Kassel (Alemania) bajo la dirección de la Gesellschaft zur Wissenschaftlichen Untersuchung von Parawissenschaften (GWUP) [Sociedad para la Investigación Científica de las Paraciencias] y Richard Dawkins realizó un experimento controlado y filmado con diversos rabdomantes, sin que ninguno de ellos consiguiera resultados positivos. Hasta el Profesor Emérito de Física Bob Park de la Universidad de Meryland y autor del libro Voodoo Science: The Road from Foolishness to Fraud, (Ciencia vudú, de la necedad al fraude) dedica un par de puntos para comentar sobre el GT200.

Aunque parezca mentira en el siglo XXI hay gobiernos que creen en el poder de las brujas y comandan sus políticas de estado y seguridad bajo una mentalidad propia del medioevo; el resultado de esas posturas infantiles y retrogradas está a la vista. La creencia de que con una varita mágica puede solucionar el problema de la seguridad no es menos que horrorosa.

El fraude de los detectores moleculares en México

Los detectores moleculares son el último grito de la moda en la guerra contra el narcotráfico en México. Armados con una varita mágica, elementos del Ejército, la Policía Federal y demás instancias de seguridad buscan estupefacientes con un aparato tan increíblemente avanzado que ni sus fabricantes saben cómo explicarlo.

¿En que consiste un detector molecular? Es muy sencillo: en un tubo de plástico con una vara de metal. Es en serio: si diseccionamos el aparato, lo único que hallaremos son estos dos elementos. Nada de chips microprocesadores, sensores bioelectrónicos activos, procesadores de señal, sondas electroquímicas, circuitos o baterías u otras nimiedades mundanas. Basta con que el soldado o el policía lo sujete (porque, por supuesto, se alimenta de la energía humana) y lo apunte por doquier. Entonces la antena señalará a alguna casa y ¡voilá! ¡Ahí hay narcos! ¡Atrápenlos!

Huelga decir que los detectores moleculares son un absoluto timo. El Detector Molecular GT200 es manufacturado por la casa inglesa Global Technical Ltd. Según el fabricante, el presunto principio «científico» detrás del detector es que cada sustancia posee una carga magnética que, al ser estimulada por un impulso eléctrico, crea una atracción entre dicho componente y el detector (una explicación que esta de mas decir que no corresponde al conocimiento científico, una habladuría). Por supuesto, al ser tan sofisticada la tecnología, la empresa obliga a sus clientes a firmar una cláusula de confidencialidad para que nadie sepa o se devele la estafa basada en una superstición que hay detrás.

El aparato, por cierto, no utiliza baterías, sino que se alimenta de la energía del cuerpo (?¿). Por esta razón, la gente que lo usa debe ser capacitada. Y no sólo eso: también debe estar convencida de que el dispositivo funciona, porque si no se tiene fe en el detector, simplemente no servirá. Digamos que, de alguna forma, el GT200 canaliza la voluntad humana para detectar drogas. Este dispositivo del siglo XXI depende del grado de «fe» que posea en el dispositivo, el agente que lo opere.

El detector molecular ha generado controversias desde hace muchos años. En enero de 2010, una investigación encontró que el sensor del GT200 (como otros: ADE651, HEDD1, etc) consiste, básicamente, de un emparedado de dos pedazos de plástico con una hoja de papel en el centro. A pesar de las pruebas irrefutables de su inoperabilidad, Gary Bolton, vocero de la compañía fabricante, anunció que el hecho de que no contenga partes electrónicas no implica que no funcione como se describe. Si usted pensó en las «Power Balance» (una pulsera simplemente de plástico a los que sus creadores atribuyen beneficios sobre la salud), es mera coincidencia.

¿Saben qué es lo más gracioso? El precio. Cada uno de estos detectores puede costar hasta 36 mil dólares. Es decir, el gobierno de México está gastando esta cifra. Hasta, la no siempre ejemplar página de Wikipedia sobre el GT200 señala que, es alarmante la falta de crítica hacia estos aparatos en el país Mexicano, pues la cobertura mediática no sólo ha ignorado el tema, sino que ha llegado a justificarlo. Por lo pronto, las autoridades han hecho mutis al respecto. Quizá -como con el detector molecular o el narcotráfico- creen que si lo desean con todo el corazón, el problema desaparecerá. Mexico lleva gastando más de 200 millones de pesos mexicanos para dotar de estos místicos juguetes a la Secretaría de la Defensa Nacional, la Secretaría de Marina, Pemex, y varias policías estatales.

Estos cachivaches ingleses… El GT200 es una estafa a nivel global que ha provocado inclusive muertes como denunciara la prensa tailandesa por ocasionar falsa lecturas sobre dispositivos explosivos, resultando en pérdidas de vidas humanas. El primer ministro de ese país Abhisit Vejjajiva, quien primeramente era un defensor del supersticioso artilugio por la presión de la opinión publica debió decantarse por afirmar la inefectividad del mismo. Sin embargo confirmo que se seguiría usando de forma discreta por parte del ejercito a manera de excusa de la millonaria compra que efectuó un estado con un índice de pobreza alarmante.

También se vendió el GT200 a países de medio oriente y de sudeste asiático a la friolera suma de 36.000 dolares estadounidenses por unidad y el ADE651 a la no menos escalofriante de u$s 60.000. Luego de ser declarados como «completamente inefectivos» para la detección de bombas, explosivos o narcóticos por gobiernos de distintos países, Inglaterra inicio una investigación por operación comercial fraudulenta por parte de las firmas que fabrican este chasco, incluso prohibiendo la venta a países donde son invasores como Afganistan e Irak, por el riesgo que haría correr a sus propias tropas.

Victor Mastrangello, vocero de la ONG de control gubernamental MACG, decía a un medio capitalino:

«El imperio y sus secuaces no solo te invaden, te masacran, te bloquea económicamente, te infiltra cultura violenta y extraña, intenta quitarte las libertades básicas de internet y otras, además cuando dice que coopera en materia de seguridad con vos, lo usa para hacer inteligencia a su favor, hacerse de información sensible de los estados como los recursos naturales y te vende buzones u obeliscos completos y no cualquier buzón, los del tipo que debilitan, quitan oportunidades o vidas. Esto coincide con la politica de estado de un gobierno de derecha como el de Calderón, seguramente si hubiera resultado en una votación limpia y ganaba Obrador, por las características ideológicas, no se estaría hablando de esto en México»

En una operación mediática ante la opinión publica británica con el objetivo de parecer transparentes e institucionalmente serios con la participación de la BBC, el CEO (Chief Executive Officer -presidente, director-) de la firma ATSC que fabrica el ADE651 fue arrestado en enero de 2010, bajo los cargos de estafa mientras que otras compañías de igual desempeño fueron allanadas por la policía en junio de 2010. Pero las exportaciones británicas siguen efectuándose a países donde la opinión publica aun no está advertida de tremendo camelo.

Un pueblo a merced del capitalismo salvaje

Si Ud. cree que los EEUU están exentos de consumir estas boberías, pues no. Como reflejaría una nota del Time Magazine del 2002 que demuestra que este problema de fraude económico no es nuevo, hace mas de 90 años un reporte de la organización de Estadística Geológica de Estados Unidos (USGS por sus siglas en ingles) fechado en 1917 denunciaba que «variadas pruebas sobre varillas para radiestesia (…) podría considerarse malversación de fondos públicos». Tras el nombre rimbombante de Mapeo de Anomalías por Resonancia Magnética Pasiva (PMRAM en ingles) en 2002, una simple varilla se convirtió en objeto de estudio por el Departamento de Energía (DOF) del país del norte, malgastando u$s 400.000 del dinero de sus contribuyentes sin consultar previamente a la Oficina de Ciencia y Tecnología (OST) que posteriormente en un informe declararía: «Surge a la vista como implausible, no permite ninguna evaluación con base científica, no provee información de utilidad durante la evaluación en tres campos y es visiblemente inadecuada como herramienta en si misma». Unos años atrás el mismo departamento de Energía (DOE) no dudo en usar los dolares públicos para probar otro aparato de similares características, el Quadro Tracker, que una vez examinado por un laboratorio encontró hormigas, ¡si hormigas!, embebidas en resina epoxi. Cuando los creadores del Quadro Tracker intentaron vender el fraudulento equipo bajo la modalidad de franquicia ya era tan escandaloso que el FBI finalmente los saco del mercado.

Eso sí, si Ud. decide exportar un elemento tecnológico comprobable, desarrollado a conciencia, que pase todos los controles del INTI (Instituto Nacional de Tecnología Industrial) seguramente no podrá cumplir con todos los requisitos (eufemismo de trabas) que cualquier país central le impondrá por más útil o beneficioso para la especie humana sea, y si lograra franquearlas debería enfrentarse a las normativas antidumping que la harán regir con vigor sobre su innovación.

Referencias:

http://lonjhoentradas.blogspot.com/2007/02/especial-el-fraude-del-gt200-en-mexico.html

http://www.time.com/time/columnist/jaroff/article/0,9565,231110,00.html

http://lonjho.blogspot.com/2010/03/bob-park-sobre-el-gt200-en-mexico.html

http://alt1040.com/2011/03/el-fraude-de-los-detectores-moleculares-en-mexico

Martin Bedrossian es Director Pachakutiq.com.ar

Rebelión ha publicado este artículo con el permiso del autor mediante una licencia de Creative Commons, respetando su libertad para publicarlo en otras fuentes.