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El Presidente del BCE, al servicio de un grupo de presión financiero

Es hora de que Draghi se salga del G30

Fuentes: Corporate Europe Observatory

Traducido del inglés para Rebelión por P.R.

El Defensor del pueblo de la UE ha puesto en marcha una investigación sobre la pertenencia del Presidente del Banco Central Europeo Mario Draghi al grupo de los treinta (G30), tras una denuncia realizada por el Corporate Europe Observatory (CEO) el mes pasado. El caso de Defensor del pueblo contra la pertenencia de Draghi al G30 ha sido noticia en toda Europa (y más allá). ¿Hará esto que el BCE conteste las preguntas que Corporate Europe Observatory ha venido planteando desde noviembre de 2011? ¿Y el Sr. Draghi ahora se bajará del G30?

El Grupo de los Treinta es un club exclusivo que se reúne en privado para discutir la política monetaria y cuestiones de regulación bancaria. Draghi y su predecesor Trichet comparten el club con ejecutivos de algunos de los mayores bancos. El grupo está presidido por Jacob Frenkel de JP Morgan Chase, que a menudo actúa como la cara pública del grupo. Otros miembros incluyen a E. Gerald Corrigan de Goldman Sachs, Guillermo de la Dehesa Romero del Grupo Santander, David Walker de Morgan Stanley. Según su página web el G30 es «influyente»:
 
«La labor del grupo de los treinta impacta en la estructura actual y futura del sistema financiero mundial al ofrecer recomendaciones aplicables directamente a las comunidades públicas y privadas que deciden las políticas».

Ofrece «recomendaciones aplicables» a las autoridades públicas – la mayoría de la gente usaría una palabra más sencilla para eso: cabildeo (lobby).

En noviembre de 2011 ya escribíamos:

«Dada la eurocrisis, las enormes operaciones de rescate de grandes bancos y el debate en curso sobre cómo regular los bancos a la luz de la crisis financiera, debería ser obvio que se necesitan salvaguardias para garantizar que el Presidente del Banco Central Europeo sea independiente. Él no deben mezclarse de ninguna forma en actividades de cabildeo para defender a los intereses de los bancos privados. ¿No debería incluir esto una prohibición de ser miembro de un club como el Grupo de los Treinta?»

En una carta dirigida personalmente al Presidente del BCE entrante instamos al Señor Draghi a retirarse del Grupo:

«Creemos que cualquier Presidente del Banco tiene que dejar absolutamente claro que él o ella no está bajo la influencia del lobby financiero en ningún momento. En particular, en este momento dramático en la historia de la UE, con la eurocrisis y un sector bancario enfermo -receptor de billones de euros en ayudas- es completamente inaceptable que se pueda dudar de la independencia del Presidente del Banco con respecto al lobby financiero.

Por lo tanto, le instamos urgentemente a retirarse del Grupo de los Treinta».

En respuesta, el BCE y su División de Información nos respondieron:

«[…], le informamos que es parte de las tareas del Presidente representar al BCE en conferencias internacionales, foros y grupos para intercambiar opiniones sobre cuestiones económicas y financieras internacionales y para comunicar las posiciones y las políticas del BCE. Al representar al BCE en estas conferencias, foros o grupos, el Presidente del BCE actúa conforme al principio de independencia y de integridad. «

Esto realmente no respondía a nuestras preocupaciones sobre la naturaleza específica del Grupo de los Treinta que facilita a la industria bancaria una oportunidad de influir en la política.

El 14 de febrero de 2012 presentamos una queja formal a la Junta Ejecutiva del BCE, referida a varias infracciones potenciales del Reglamento interno del BCE, relativo a la participación del Presidente Draghi en la labor del Grupo de los Treinta. Al mismo tiempo, presentado una solicitud de acceso a los documentos sobre el caso.

El 8 de marzo, el BCE respondió que la pertenencia del Sr. Draghi al Grupo de los Treinta hizo «no requería de ningún consejo del Asesor de Ética del BCE ni ninguna consulta del Consejo de administración y que por lo tanto, no existen documentos relacionados,» añadiendo que «a ustedes se les proporcionarán explicaciones con mucho más detalle en una respuesta separada sobre por qué la materia no plantea ningún conflicto de intereses.»

Tras enviar un recordatorio finalmente recibimos una breve «explicación» del jefe de prensa del BCE y la División de información, sugiriendo que su participación se llevó a cabo a título personal, y que esto era compatible con el código de conducta.

Como no parece que fuéramos a llegar más lejos, decidimos elevar nuestra queja a un nivel superior, al Defensor del pueblo de la UE.

En nuestra queja repetimos que consideramos que la pertenencia de Draghi al Grupo de los Treinta -un grupo de lobby bancario- está reñida con las normas del BCE sobre la ética, y que los principios éticos del BCE han sido marginados de cinco maneras diferentes, poniendo en peligro la independencia y la reputación del Banco.

Las Reglas de Personal del BCE prevén que los miembros del personal deberán obtener una autorización del BCE si participan en «actividad privada no remunerada» que no sea la «simple gestión para conservar los bienes familiares y actividades en ámbitos como la cultura, ciencia, educación, deporte, caridad, religión, social u otro trabajo benévolo». Pero el Sr. Draghi no pidió ni obtuvo autorización para su participación en las actividades del Grupo de los Treinta. Corporate Europe Observatory considera esto una clara violación de las normas.

El Defensor del pueblo ha aceptado nuestra queja y el caso se abrió el 24 de julio. En una carta al BCE, el Defensor del pueblo ha solicitado al banco central una opinión sobre la alegación de que «la pertenencia del Presidente del BCE al Grupo de 30 es incompatible con la independencia, la reputación y la integridad del BCE» y en la queja que «El BCE debe pedir a su Presidente que se retire del Grupo de los 30».

Curiosamente, el Defensor del pueblo también ha pedido al BCE que incluya en sus comentarios de respuesta si el BCE considera que el hecho de que entre los miembros del Grupo de los 30 haya personas que actualmente trabajan en el sector privado podría resultar en la aparición de un conflicto de intereses, tal como se define en las recomendaciones de 2003 de la OCDE recomendaciones la OCDE : Recomendaciones sobre líneas maestras para el manejo de conflicto de intereses en el Sector público.

De hecho, un informe de la OCDE de 2007 sobre la aplicación de estas directrices señaló que «el enfoque creciente de los medios de comunicación hizo necesario que en muchos países se prestara más atención a las cuestiones de apariencia, en particular en el nivel superior, de empleo post-público y cabildeo.»

Esto parece aplicarse directamente a la membresía de Draghi del Grupo de los Treinta, y añade otro argumento a favor de la retirada de Draghi del Grupo de los Treinta. También parece estar bastante al alcance del BCE el mejorar y aclarar sus normas internas sobre conflictos de interés y empezar a manejar correctamente estas normas.

Fuente: http://www.corporateeurope.org/blog/time-draghi-step-down-g30

rJD