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Por una política del sujeto dividido

¿Euro o dracma? Sí

Fuentes: Nomadic Universality

El resultado electoral del 6 de mayo constituyó un triunfo de la desterritorialización y del éxodo. En relación con todas las convocatorias electorales anteriores significó una auténtico flujo migratorio de los votantes de los hasta entonces dos partidos mayoritarios hacia todas las direcciones. Inmediatamente después del primer shock las fuerzas de la estabilidad y la […]

El resultado electoral del 6 de mayo constituyó un triunfo de la desterritorialización y del éxodo. En relación con todas las convocatorias electorales anteriores significó una auténtico flujo migratorio de los votantes de los hasta entonces dos partidos mayoritarios hacia todas las direcciones. Inmediatamente después del primer shock las fuerzas de la estabilidad y la «responsabilidad» empezaron sin tardanza su intento de reterritorialización de esta tendencia nómada, de simplificación y de traducción de esta a un lenguaje y a unas opciones y alternativas familiares para aquellas.

Un elemento central en este empeño son las presiones sobre SYRIZA para que «aclare de una vez qué pretende hacer», en particular respecto a la alternativa «euro o dracma», así como las críticas por la «pluralidad de voces de los distintos componentes de Syriza» entre los cuales unos son favorables a una opción y otros a la otra. Otra faceta de este ataque son las denominadas «cuestiones nacionales».

Hasta ahora las presiones están teniendo éxito. La dirección de SYRIZA, lógicamente no preparada para esta prueba, parece nerviosa, y en el mejor de los casos, molesta: intenta de todas las maneras responder a las exigencias que les imponen sus adversarios y pasar los exámenes, «dejando a un lado» cualquier punto de vista que pudiera considerarse «extremo» y capaz de «asustar al elector de a pie».

Mi opinión es que, al menos en algunas cuestiones existe otra vía y tal vez esta vía sea más productiva incluso en términos estrictamente electorales.

Cuando la gente del Pasok y de Nea Dimokratia pregunta con tono inquisitorial a los representantes de SYRIZA si siguen siendo válidas sus declaraciones anteriores según las cuales, por ejemplo «el euro no es un tabú para nosotros», en vez de desmentirlas y afirmar que nunca lo dijeron, creo que sería desde todos los puntos de vista preferible que contestasen: «sí, lo dijimos y lo seguimos diciendo».

Existen algunas circunstancias en las que una actitud queer que asume la responsabilidad de su carácter indecidible e incierto, es más convincente, más familiar y más atractiva para el ciudadano que una postura viril que pretende infundir «seguridad» y dar a entender que se tiene un pleno control de la situación cuando esto no es posible que ocurra y es manifiesto para todos que no lo es.

En esta materia existe incertidumbre entre los componentes de Syriza, pero más aún, existe en la sociedad griega y, a menudo, en cada uno de nosotros. Esto lo muestran incluso las encuestas : un porcentaje minoritario pero existente de la gente es favorable a la salida del euro, pero un porcentaje mucho mas grande está a favor de la permanencia en el euro, aunque no a costa de cualquier sacrificio. Siendo así las cosas, no creo que sufra ningún perjuicio terrible quien reconozca que no tiene este problema definitivamente resuelto, siendo un problema que, por su naturaleza no se puede resolver y que ningún otro en el mundo ha resuelto.

Además, que alguien deje incertidumbres sobre lo que pretende hacer y sobre si «garantiza la permanencia del país en el euro», es muy preferible y mucho más rentable tanto en el interior como fuera del país, que la certidumbre de un «sí al euro cualquiera que sea el sacrificio que haya que hacer». En el interior, porque esta certidumbre la han proclamado y la proclaman los dos anteriores partidos mayoritarios, con el resultado de que se están hundiendo y son precisamente los anteriores partidos mayoritarios. Hacia el exterior porque precisamente esta incertidumbre es la que ha provocado pánico y escenas de caos y de inquietud entre los representantes de los «mercados» y de la gobernanza neoliberal. Si estos saben que por encima de todo no queremos perder nuestro lugar en la eurozona, les será más fácil forzarnos e intimidarnos: cuando se está en una situación de regateo (y es un hecho que, sobre esta cuestión, estamos en tal situación), el comerciante no tiene ningún motivo para bajar el precio si ha comprendido que necesitas absolutamente su alfombra o su submarino. Por el contrario, cuanto mayor sea el «pluralismo agresivo» de un equipo de fútbol, tanto más difícil lo tendrá la defensa del adversario . Es sintomático que la defensa del adversario también se «abra», precisamente en grado equivalente y empiece a caracterizarse por la misma incertidumbre y contradictoriedad: un día es la Sra. Lagarde la que ladra «no esperéis compasión», y al día siguiente, Barroso afirma que «el lugar de Grecia está en el euro «. Esto, naturalmente, sin que venga ningún Chrysochoidis (Pasok) o Chatzidakis (Nea Dimokratia) a instarlos con tono de seriedad a que «aclaren de una vez por todas qué es lo que pretenden hacer si llegan al poder» pues, entre otras cosas, ya lo tienen.

Creo por lo tanto que Syriza tiene todavía algo de margen para la «irresponsabilidad» y para «carecer de planes para el futuro» y que esto podría beneficiarles. En particular, tratándose de cuestiones en las cuales la acción futura será una «acción sobre acciones» y no sobre cosas: sobre acciones que aún no se conocen, pues estas se determinan de manera relacional e imprevisible. Por mucho que alguien diga que » en el futuro voy a hacer pase lo que pase la acción X», hasta que llegue ese futuro han podido sobrevenir tantas y tan variadas cosas que este X puede llegar a funcionar como un menos X.

En cualquier caso, es bueno recordar entre otras cosas que el punto más allá del cual el porcentaje de votación de SYRIZA empezó a subir, fue la declaración de Tsipras de que aceptaría los posibles votos de Kammenos -el dirigente del partido populista «Griegos Independientes»- en caso de que recibiera el encargo de formar gobierno, lo que muestra que lo que le dió un impulso a SYRIZA fue la apertura y no la cerrazón, la mezcla y no la pureza.

Fuente original en griego: http://nomadicuniversality.wordpress.com/

Rebelión ha publicado este artículo con el permiso del autor mediante una licencia de Creative Commons, respetando su libertad para publicarlo en otras fuentes.