Un manifestante falleció víctima de un ataque al corazón durante la multitudinaria manifestación que recorrió el centro de Atenas, en la jornada de huelga general celebrada ayer en Grecia, según informó la televisora Skai. La marcha, convocada por los sindicatos mayoritarios GSEE y Adedy, congregó a más de 100 mil personas y recorrió las principales […]
Un manifestante falleció víctima de un ataque al corazón durante la multitudinaria manifestación que recorrió el centro de Atenas, en la jornada de huelga general celebrada ayer en Grecia, según informó la televisora Skai. La marcha, convocada por los sindicatos mayoritarios GSEE y Adedy, congregó a más de 100 mil personas y recorrió las principales calles de la capital para terminar frente al Parlamento con lemas contra el gobierno, las medidas de austeridad y los acreedores internacionales.
Unidades antidisturbios trataron en varias ocasiones de dispersar a los manifestantes con abundantes gases lacrimógenos para evitar que se concentraran en la plaza Syntagma frente al Parlamento.
Durante los enfrentamientos un manifestante de 65 años de edad, desempleado desde hacía seis meses, murió de un paro cardiaco tras ser trasladado de urgencia en ambulancia y otras dos personas tuvieron que ser hospitalizadas con lesiones en la cabeza.
La jornada de huelga contra las políticas de recortes y el desmantelamiento de los servicios públicos, la segunda en menos de un mes, paralizó la actividad económica en todo el país y tuvo un seguimiento bastante amplio incluso en el sector del comercio.
«Estar de acuerdo con estas catastróficas medidas significa llevar a la sociedad a la desesperación y las consecuencias, así como las protestas, serán indefinidas», dijo Yanis Panagopulos, responsable del sindicato GSEE.
Por su parte, la organización mayoritaria en el sector público Adedy se mostró dispuesta a impedir la aprobación del nuevo paquete de recortes, pues de otro modo «acabará con las pensiones y con los derechos laborales y sociales que nos quedan».
También la Confederación General de Profesionales, Artesanos y Comerciantes de Grecia (GSEVEE) se adhirió al paro e hizo un llamamiento a los pequeños comerciantes para que cerraran hoy sus puertas y participaran en las movilizaciones organizadas en todo el país.
«180 mil empresas están al borde de la quiebra y 70 mil de estas cerrarán en los próximos meses» aseguró el líder de GSEVEE, Dimitris Asimakopulos, y añádió que los altos impuestos y el nuevo programa de austeridad acabarán con muchas de las empresas que habían logrado capear la crisis.
Kostas, un joven integrante de esta organización, expresó a Prensa Latina su rechazo a las políticas gubernamentales, asegurando que «son totalmente equivocadas y están llevando al cierre de miles de pequeños establecimientos y hundiendo la economía del país».
Mientras tanto, el primer ministro griego, Antonis Samarás, viajó a Bruselas para participar en la Cumbre Europea que comenzó hoy, con la esperanza de recibir la aprobación a su plan de recortes y obtener así una nueva entrega del préstamo financiero pendiente.
Los sondeos de opinión muestran una oposición mayoritaria a las políticas del ejecutivo, una reedición de las llevadas a cabo desde 2010, y que sumieron al país en la peor recesión de las últimas décadas, con un aumento descontrolado del desempleo y una caída por quinto año de su economía.