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Fernando “Pino” Solanas, un imprescindible

Fuentes: Rebelión

“Nuestro compromiso como hombres de cine y como individuos de un país independiente no es ni con la cultura universal, ni con el arte, ni con el hombre en abstracto; es y habrá de ser ante todo, con la liberación de nuestra Patria, con la liberación del hombre argentino y latinoamericano». 

Grupo Cine Liberación 1968 

Pino Solanas tiene un lugar especial en la cultura de Nuestra América. Sus aportes al cine nuestro son un patrimonio de los pueblos, una enseñanza y sobre todo una búsqueda. Entendió al cine como un arte de combate y desafió (junto con otros) al poderoso cine de Hollywood. Su lucha lo llevó a construir una identidad cinematográfica propia, ligada a un proyecto político de liberación popular. 

Hacer cine propio, nuestro, a contracorriente del hegemónico que se dicta desde el norte, un cine ligado a la realidad sociales y a las luchas populares, era la propuesta central del proyecto de Fernando “Pino” Solanas. Así, desde el arte se combatía al imperialismo cultural, a la dependencia y al colonialismo, arraigados todos en la sociedad latinoamericana y, también, en nuestro arte.  

Pensar el lugar del cine en nuestra sociedad, es pensar a la sociedad y el arte mismo. Eso es lo que hizo Fernando “Pino” Solanas, se preguntó cual tendría que ser la función del cine en nuestros países, cuál tendría que ser la relación del cine con el pueblo, con los trabajadores. Además de sus obras deja una reflexión profunda sobre la realidad latinoamericana, sobre el arte y el papel del creador, ese también es su legado. Las preguntas que se encuentran en el origen de su cine, son aún hoy pertinentes y esperan respuesta.  

Intelectual-artista militante, asumió postura y puso todo en juego, grabó en clandestinidad, sufrió persecución, atentados y el exilio. Entendió el compromiso político como forma de vida y el cine como vehículo de sus ideas. En su obra se percibe una gran lucidez sobre la realidad social que sabía transmitir en sus documentales haciendo de profesor, cuya enseñanza era sociológica, política, pero sobre todo ética. 

Lo conocí tarde con su documental “Memoria del saqueo”, la vi en colectivo, con compañeros de mi comité de MORENA y con vecinos que asistieron a esa sencilla proyección. Aunque trataba de Argentina, era también la historia del neoliberalismo en México, las mismas políticas, los mismos gestos del poderoso y la misma tragedia. Hoy traigo ese recuerdo, visualizo a los asistentes comentando la similitud con México, la indignación y las lágrimas de algunos. Pero sobre todo la esperanza con que cierra el documental, una esperanza que está ahí a veces agazapada, tímida, pero que siempre está con los que luchan.  

El 7 de noviembre falleció Fernando “Pino” Solanas un imprescindible de Nuestra América, nos queda en patrimonio su cine, su ejemplo y su lucidez. ¡Hasta siempre!