El Partido Socialista, sus aliados de la izquierda y los ecologistas conquistaron varias de las ciudades más importantes. En otras, la contienda se definirá en la segunda vuelta que se realizará el próximo domingo. Los analistas sostienen que la derrota es un «voto sanción» para el presidente francés, quien lleva 10 meses en el poder. […]
El Partido Socialista, sus aliados de la izquierda y los ecologistas conquistaron varias de las ciudades más importantes. En otras, la contienda se definirá en la segunda vuelta que se realizará el próximo domingo. Los analistas sostienen que la derrota es un «voto sanción» para el presidente francés, quien lleva 10 meses en el poder.
La gobernante Unión por un Movimiento Popular (UMP) del presidente Nicolás Sarkozy sufrió hoy una significativa derrota en las elecciones municipales y cantonales en manos del socialismo y el resto de los partidos de izquierda.
Así, el Partido Socialista (PS) y sus aliados de izquierda y ecologistas están en condiciones de recuperar varias de las ciudades más importantes de Francia, aunque nada está definido ya que el próximo domingo se realizará la segunda vuelta.
Los 38.782 municipios franceses votaron hoy para escoger a sus alcaldes por los próximos seis años con una participación que oscila entre el 68% y 71% según los diferentes sondeos, más alta con respecto a las últimas elecciones municipales del 2001 (67,3%) y comparable a las de 1995 (69,42%).
Al superar el 50% de los sufragios el PS obtuvo además en la primera vuelta Rouen, capital histórica de Normandía, Mans, Tourcoing, Auxerre, Laval, Alecon y Rodez, que desde hace 55 años era gobernada por la derecha.
La sorpresa se dio en Lyon, donde el socialista Gérard Collomb conservó hoy su alcaldía al superar por 30 puntos al candidato de la UMP. También sobresale el triunfo del socialista Jean-Marc Ayrault en Nantes. El socialismo quedó bien posicionado para ganar en segunda vuelta en París, Lille, Caen, Estrasburgo, Rennes, Brest, Metz y Narbonne.
Por su parte, la UMP conservó Burdeos, donde Alain Juppé alcanzo el 58% de los votos, pero también en Cholet, Epinal y Meaux.
Por su parte, la mayoría de los 22 ministros que se presentaron al escrutinio (en Francia se permite la acumulación de cargos) alcanzaron buenos resultados que deberán revalidar en una semana.
La ex candidata presidencial socialista Ségolene Royal calificó a la primera vuelta como «un voto castigo» y reclamó que «esta tendencia se amplifique» el próximo domingo y llamó a que el PS realice alianzas con el centrista MoDem, de Francois Bayrou, que pese a su escaso 4% a nivel nacional podrá cumplir el papel de árbitro en el ballotage.
El primer secretario del PS, Francois Hollande, subrayó la «voluntad» de cambio de los franceses y calificó los resultados como «estimulantes», pero advirtió que «nada está asegurado aún, por eso la movilización del electorado debe ser total en la segunda vuelta».
En ese llamado de movilización coincidió el primer ministro Francois Fillon, quien además pidió no «mezclar la actualidad nacional en un escrutinio local». Sin embargo, difícilmente el oficialismo logre revertir esta tendencia dentro de una semana.