El primer ministro francés, Dominique de Villepin, anunció hoy que el presidente Jacques Chirac convocará mañana un Consejo de ministros extraordinario en el que se dará autorización a los prefectos (delegados de Gobierno) para aplicar el toque de queda donde sea necesario con el fin de «asegurar la protección de los habitantes». Basándose en una […]
El primer ministro francés, Dominique de Villepin, anunció hoy que el presidente Jacques Chirac convocará mañana un Consejo de ministros extraordinario en el que se dará autorización a los prefectos (delegados de Gobierno) para aplicar el toque de queda donde sea necesario con el fin de «asegurar la protección de los habitantes».
Basándose en una ley de 1955, el Gobierno galo permitirá a los prefectos que declaren el toque de queda en barrios concretos que sean escenarios de disturbios. «La prioridad es el reestablecimiento del orden frente a quienes lo amenazan», declaró el jefe de Gobierno, en una entrevista televisada emitida por la primera cadena de Francia, TF1.
Villepin definió esta medida como una «decisión importante» que denota «la gravedad de los hechos» y «el espíritu de responsabilidad» del Gobierno y de la Jefatura del Estado. El alcalde de Raincy, Eric Raoult, decretó hoy por su cuenta un ‘toque de queda’ desde las 22.00 horas en esta localidad de la periferia de París.
El primer ministro anunció que 1.500 nuevos efectivos, entre policías y gendarmes, se desplegarán en las localidades conflictivas. En total, son ya 9.500 los miembros de las fuerzas del orden que intentan frenar la ola de violencia urbana que sufre Francia desde hace once días. «La respuesta del Estado será firme y justa», explicó.
Dominique de Villepin descartó por el momento que el Ejército se encargue de patrullar en los barrios más complicados, pero señaló que «en cada momento se tomarán las medidas necesarias» para imponer la ley.
«Las violencias son inaceptables», juzgó el primer ministro, «ya se trate de hombres golpeados hasta la muerte, de una minusválida casi quemada viva en un autobús o de los miles actos de destrucción». Villepin identificó a los responsables de la revuelta como «jóvenes en ruptura familiar, social y escolar» y también mencionó a «redes criminales que apoyan e instigan el desorden». En este sentido, el responsable galo hizo «un llamamiento a la responsabilidad» de los padres.
Hasta ahora en un segundo plano de la crisis, entre el silencio del presidente Jacques Chirac y la hiperactividad del ministro del Interior, Nicolas Sarkozy, De Villepin presentó esta noche una serie de «medidas concretas» en materia social para responder a la degradación alarmante de los barrios más pobres. Es en esos lugares donde la revuelta estalló primero y ha alcanzado su mayor intensidad.
En este capítulo, el dirigente galo precisó que el Gobierno tendrá tres prioridades: la educación, el empleo y la discriminación. Villepin anunció medidas como la multiplicación de las becas, la creación de internados, la lucha a favor de la igualdad de oportunidades en el acceso al trabajo y contra la discriminación.