Recomiendo:
2

Francia y Reino Unido empujan el carro de la guerra nuclear

Fuentes: Rebelión

Francia y el Reino Unido han sido de los países europeos más belicistas y firmes en su apoyo al régimen ucraniano, y el debate sobre el posible envío de tropas se enmarca en el cuento de su presunta política disuasoria frente a Rusia, y que tiene un carácter verbal bastante agresivo.

La idea de enviar tropas como “fuerzas de paz” (aunque no necesariamente al frente de combate dicen), no es otra cosa, que una forma encubierta o camuflada de tener militares de la OTAN en el terreno de guerra como retaguardia, pues el “estado profundo” (oligarquía europea), junto a la elite política belicista europea y el complejo militar industrial de occidente no permitirán una derrota de Ucrania, de la OTAN y la Unión Europea, en esta guerra de intereses geopolíticos diversos.

Lo que se busca es evitar el colapso ucraniano. Con la guerra con avances graduales de los rusos y las fuerzas ucranianas golpeadas en varios frentes, algunos países europeos (Reino Unido Francia) temen que, sin un apoyo militar más directo, Ucrania podría colapsar definitivamente en el frente de guerra.

Ante un apoyo desconcertante e incierto de los Estados Unidos y con el gobierno de Trump que ha manifestado que no enviará tropas de su país a Ucrania y no más ayuda financiera, pues la UE tiene que hacerse cargo, de allí que la elite belicista europea intenta reforzar su papel y dureza, en una guerra que no les pertenece.

En este sentido cabe destacar que Francia y el Reino Unido buscan consolidarse como los principales actores militares de Europa, buscando escalar el conflicto y empujar así el carro de la guerra nuclear, un fantasma siempre presente, mientras que el nuevo liderazgo alemán aún no se manifiesta del todo. Sin embargo, Friedrich Merz (CDU Derecha), alerta de que Europa está a «cinco minutos» del ‘apocalipsis’, como una forma de sumarse a la campaña del terror de la elite política europea y por ende la satanización de Rusia.

Sin embargo, el envío de tropas sigue siendo un tema altamente polémico, que divide a la Unión Europea y la propia OTAN, ya que podría llevar a un enfrentamiento directo con Rusia, algo que la OTAN ha tratado de evitar hasta ahora. Algo que se desprende de la propia prensa europea y occidental, es que la mayoría de los “aliados europeos y EE.UU”. han rechazado la idea, al menos temporalmente.

El problema con la mentada disuasión es que, si no se maneja con cuidado, puede llevar a una escalada en la que ninguna de las partes va a retroceder. Francia y el Reino Unido parecen apostar a que una presencia limitada de tropas occidentales lo que podría frenar a Rusia sin provocar una respuesta catastrófica. Sin embargo, esto es una apuesta peligrosa y muy arriesgada, pues Putin podría interpretar el movimiento como un acto de guerra directo, llevando a ataques contra esas tropas o incluso contra el territorio de la OTAN. El riesgo de escalada hacia una guerra nuclear es una de las principales preocupaciones cuando se habla de enviar tropas occidentales a Ucrania. Rusia ha advertido repetidamente que considera la intervención directa de la OTAN como una amenaza existencial, lo que podría justificar plenamente el uso de armas nucleares de acuerdo con su doctrina militar.

Hasta ahora, EE.UU. y la OTAN han sido muy cuidadosos en evitar acciones que puedan ser vistas como una provocación o participación directa en la guerra. La pregunta es si Francia y el Reino Unido realmente están dispuestos a correr el riesgo o si solo están tratando de presionar a otros aliados para que aumenten su apoyo militar y financiero a Ucrania sin llegar a enviar tropas.

Ahora la gran paradoja de toda esta situación geopolítica que se vive en Europa, es que la elite europea belicista y que empujan el carro de una guerra mayor, busca tomar decisiones que están completamente desconectadas de las preocupaciones económicas y sociales de sus respectivos pueblos, los cuales están neutralizados y no quieren saber nada de guerras.

Muchos países de la UE enfrentan sus propias dificultades económicas inflación alta, crisis energética, deuda creciente, problemas migratorios y un emergente descontento social, pero aun así el Reino Unido y Francia, Polonia, Alemania, España, siguen priorizando el apoyo militar a Ucrania, buscando de una u otra forma justificar el enfrentamiento con Rusia. La crisis económica, el aumento del costo de vida y el malestar social en Europa son cada vez más evidentes, pero la guerra les permite desviar la atención hacia el gran cuento de la “amenaza externa» (rusos) en lugar de enfrentar sus propios problemas internos.

Aunque la guerra afecta a la economía europea, también beneficia a ciertos sectores, como la industria militar, que están recibiendo enormes y jugosas ganancias. Países como Francia y Alemania ven esto como una oportunidad para fortalecer su industria de defensa y salir del descalabro económico neoliberal en que tienen sumidos a sus países y reducir la dependencia de su patrón estadounidense.

Las élites políticas europeas belicistas, están apostando fuerte en esta guerra, sin importar el costo interno y como esto afecte a sus pueblos. ¿La pregunta es hasta cuándo podrán mantener esa postura antes de que la presión social y económica las obligue a cambiar de rumbo? Dicho esto, cabe destacar que no todos los líderes europeos están en la misma línea. Hungría, Serbia y Eslovaquia, por ejemplo, han criticado el envío de armas y sanciones contra Rusia, y en otros países hay un creciente descontento con las élites belicistas que impulsan la guerra en lugar de centrarse en la solución de los problemas reales que padecen sus pueblos.

Finalmente cabe destacar que varias encuestas y protestas en distintos países de la UE han demostrado que muchos ciudadanos no apoyan la escalada militar y menos una guerra nuclear, tampoco apoyan las sanciones que han perjudicado la economía europea más que a Rusia. Sin embargo, los gobiernos belicistas de la UE parecen ignorar estas preocupaciones y siguen priorizando los intereses de las élites políticas belicistas, militares y económicas.

A pesar de la propaganda de guerra de la elite belicista de la UE, aún hay fuerzas en Europa y el mundo que abogan por la paz. El problema es que las voces a favor de la diplomacia han sido torpedeadas y solo Rusia y EEUU son garantía de un acuerdo justo, otros buscan sabotear los intentos por alcanzar la paz. Si la gente no presiona a sus gobiernos para cambiar el rumbo, las élites seguirán avanzando hacia un escenario cada vez más peligroso y catastrófico.

Los medios de prensa occidentales están empujando a la población hacia la guerra, mientras las élites juegan con la posibilidad de un conflicto mayor, incluyendo el nuclear. La pregunta es si los ciudadanos europeos lograrán despertar ante la locura de su elite guerrerista, antes de que sea demasiado tarde.

Eduardo Andrade Bone. Politólogo, Comunicador Social.

Rebelión ha publicado este artículo con el permiso del autor mediante una licencia de Creative Commons, respetando su libertad para publicarlo en otras fuentes.