Varias agrupaciones progresistas paraguayas avanzan en un proceso de unificación previendo fortalecerse como opción política, un primer paso que abre puertas a las oportunidades de consensuar proyectos y programas conjuntos en la articulación Ñemongeta, de cara a las elecciones presidenciales del 2023.
La campaña llamada Ñemongeta, que en guaraní significa diálogo, busca la unificación de todos los sectores progresistas en una sola opción política, objetivo que se había intentado muchas veces, y nunca antes se había conseguido.
Entre los partidos y movimientos se encuentran el Frente Guasu, País Solidario, Partido Frente Amplio, Unidad Popular, PMAS, Kuña Pyrenda, La Patria Primero, Fuerza Común, Frente Patriótico Popular, Movimiento Soberanía y Desarrollo; Partido Popular Tekojoja, Partido Convergencia Popular Socialista, Partido Participación Ciudadana, Partido Paraguay Pyahurã.
Para la mayoría de los paraguayos, la corrupción y los privilegios de las élites, que antes eran solo hechos desagradables de la vida, se han vuelto intolerables ante la pandemia. Hay una escasez de medicamentos básicos que los médicos y los enfermeros achacan a la corrupción, se han suspendido las intervenciones quirúrgicas no urgentes debido a la escasez de suministros médicos y vacunas.
La crisis se ha extendido a las calles con un nivel de rabia al que los líderes del país no se habían enfrentado en años, con protestas diarias , la mayoría pacíficas, pero que muchas veces las fuerzas de seguridad han respondido a los manifestantes con balas de goma, gases lacrimógenos y cañones de agua.
En Paraguay, la base de la crisis actual incluye la corrupción, la pobreza y un débil sistema de salud, qu desencadenaron en marzo pasado una serie de manifestaciones y disturbios a nivel nacional, tras el colapso sanitario del sistema público por la falta de inversión suficiente en salud, la crisis económica reinante, y reiteradas denuncias por corrupción, hacia miembros del gobierno encabezado por el presidente neoliberal Mario Cartes, del Partido Colorado del exdictador Alfredo Stroessner.
El senador y expresidente de la República, Fernando Lugo, quien asumió a fines de diciembre la presidencia del Frente Guasú, señaló que “hay una gran apertura, una disponibilidad y una voluntad de seguir conversando, unificando y consensuando candidaturas, proyectos, programas, una agenda interesante del modelo de país que queremos desde nuestras propias perspectivas”. Lugo ve esta voluntad de unificación en el momento que más lo necesitan los paraguayos.
Aclaró que al asumir el cargo que es una presidencia rotatoria por la que ya han pasado varios de sus colegas, tratará de contribuir a la unidad para alcanzar los objetivos propuestos. Con respecto a las elecciones dentro del Frente Guasú hay dos precandidaturas definidas, las de Esperanza Martínez por Participación Ciudadana y Sixto Pereira por el partido Tekojoja.
Por su parte, Hugo Richer, senador por el propio Frente Guasú, y exministro de Acción Social, evaluó lo realizado como un gran paso para la unidad de la izquierda, en medio de un modelo de exclusión social de los gobiernos del Partido Colorado.
Consideró que primero apostarán por unir a todas las izquierdas dentro de Paraguay y luego intentarán conversar con otras fuerzas políticas. Richer explicó que “la máxima expresión de la unidad de una parte de la izquierda paraguaya y del progresismo es el Frente Guasú, que tiene a nueve partidos y movimientos a partir de su conformación el 2010. Después está otro polo de la izquierda paraguaya con bases sociales importantes”, agregó.
Los reveses del Frente Guasu luego de la destitución de la presidencia de Lugo, tiene que enseñar que sólo con la unidad pueden vencerse los obstáculos y alcanzar lo que el pueblo quiere contra la corrupción imperante en el país y el desplazamiento forzoso de los campesinos y los indígenas de sus tierras ancestrales, añadió el senador.
En setiembre de 2019, Lugo fue destituido de su cargo por un golpe parlamentario, y según Richer, su derrocamiento forma parte del mismo guión y la misma estrategia impulsada en la región contra los líderes progresistas como Cristina Fernández de Kirchner (Argentina, 2007-2015), Dilma Rousseff (Brasil, 2011-2016) Luiz Inácio Lula Da Silva (Brasil, 2003-2011) y Rafael Correa (Ecuador, 2007-2017).
Puntualizó que han aprendido la experiencia de junio del 2012 que provocó la “destitución de Lugo (2008-2012), donde nos sacaron del Gobierno con un procedimiento sumario ilegal (…) Ahora tenemos que ser Gobierno nosotros, así como lo es la izquierda en Perú, en Bolivia y en Chile con el triunfo de Gabriel Boric”, afirmó. «Podríamos hacer acuerdos con sectores de centro y centroderecha”, añadió.
El Partido Colorado es una estructura poderosa
en Paraguay. Hemos aprendido la experiencia del 2012 (con la destitución de
Fernado Lugo (2008-2012), donde nos sacaron del Gobierno (…) Ahora tenemos que
ser Gobierno nosotros, así como lo es la izquierda en Perú, en Bolivia y
próximo en Chile con el triunfo de Gabriel Boric», afirmó.
“Quisieron enterrarnos en el 2012, después viene el triunfo de Luis en Bolivia, de Alberto en Argentina, ayer de Gabriel en Chile, el año próximo será de Lula en Brasil. No tenemos ninguna duda y no menos importante, en Colombia el año próximo, de Castillo en Perú”, aseguró por su parte el exsacerdote y expresidente Fernando Lugo.
El exmandatario fue apartado de su cargo por el
Congreso en el juicio político por la llamada «Masacre de Curuguaty», en la que
murieron 11 campesinos y seis policías durante el desalojo de los trabajadores
rurales que ocupaban un territorio en protesta por la escasez de tierras para
el cultivo.
También
dijo que no será fácil, pero tampoco será imposible y que los sectores
oligárquicos creyeron que los habían enterrado, “pero los que fueron enterrados
volveremos a ser los sepultureros de esta patria, que no es de todos, que se ha
vendido, se ha alquilado. Esta patria ya no será de los agronegocios, de los
sojeros, de los financistas, de los narcotraficantes, de los lavadores de
dinero”, afirmó.
“Si Paraguay fue la patria de los privilegiados en repartir la tierra a quienes no eran sujeto de reforma agraria, la nueva patria será donde todos estén asentados en su tierra propia, legítimamente construida por cada uno de nosotros”, finalizó.
El senador Carlos Filizzola expresó que se encuentran iniciando un proceso de consolidación del sector de izquierda, del sector socialista y popular y que otros se irán sumando. señaló que en la articulación se impone un cambio del modelo político que gobierna al país desde hace décadas y que solo hubo una excepción de cuatro años, que fue el Gobierno de Lugo, el cual fue interrumpido por un “golpe de Estado. Fue el único momento que hubo un proceso de cambio y que ahora debemos continuar”, manifestó.
También remarcó que el modelo actual lo único que hace es empobrecer cada día más a la gente y produce todos los días una mayor desigualdad, discriminación y violencia contra los sectores vulnerables, campesinos, indígenas, mujeres y niñas. “Basta de desalojos a los campesinos e indígenas, basta de la criminalización de la lucha social”, sostuvo Filizzola.
El político dijo que el modelo que oprime a un pueblo y privilegia a unos cuantos que están con la corrupción, la impunidad y el narcotráfico no puede seguir. Ñemongeta es la opción para cambiar el estado de cosas en Paraguay en favor de las mayorías, añadió.
Celso Guanipa Castro. Periodista y politólogo paraguayo, asociado al Centro Latinoamericano de Análisis Estratégico (CLAE)
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