“No más privilegios políticos partidarios. Sí a la reforma del Estado, pero sobre todo a la reforma agraria con base cooperativa, ¡¡karajo!!”
“El coronavirus ha desatado un torrente de reflexiones y análisis que tienen como común denominador la intención de dibujar los (difusos) contornos del tipo de sociedad y economía que resurgirán una vez que el flagelo haya sido controlado. Sobran las razones para incursionar en esa clase de especulaciones, ojalá que bien informadas y controladas, porque si de algo estamos completamente seguros es que la primera víctima fatal que se cobró la pandemia fue la versión neoliberal del capitalismo. Y digo la “versión” porque tengo serias dudas acerca de que el virus en cuestión haya obrado el milagro de acabar no sólo con el neoliberalismo sino también como la estructura que lo sustenta: el capitalismo como modo de producción y como sistema internacional. Pero la era neoliberal es un cadáver aún insepulto pero imposible de resucitar. ¿Qué ocurrirá con el capitalismo?”
Atilio A. Boron.
No caben dudas, y tampoco se han levantado voces en contrario, en cuanto a que el efecto dramático del coronavirus es la pérdida humana, pero también el fuerte impacto sobre el modelo de producción capitalista. El cuestionamiento al capitalismo es realmente fuerte y abrumador, en todas partes se interpela a la clase política partidaria por sus altos beneficios salariales, por su inutilidad funcional y corrupción.
Así las cosas en el mundo, y en especial en Paraguay, país sudamericano, subdesarrollado y dependiente, desde el seno del gobierno han realizado pronunciamientos en cuanto a medidas políticas de rebaja de salarios a altos funcionarios gubernamentales. Pero también hablan de reforma del Estado. He aquí el asunto que nos ocupa.
¿Desde dónde surgen estas ideas políticas institucionales? ¿Qué sector y qué órganos están interesados en dichas reformas y por qué? En verdad aún no tenemos certezas sobre esas cuestiones, pero sí, como gustan decir los abogados y jueces en sus escritos “existen indicios ciertos que dan fuerza de convicción”.
En realidad estas medidas reformistas se tendrán que dar a nivel mundial, pues ya no es posible seguir con el modelo capitalista y sus exorbitantes gastos del sistema político institucional mientras la población sufre necesidades debido al bajo salario, como por ejemplo, los docentes.
¿Qué ocurrirá con el capitalismo? Interroga Atilio Boron. Nuevamente, los indicios ciertos pareciera indicarnos que el capitalismo, tal y como lo conocemos ahora, simplemente será modificado, adaptado, según nuestro modesto entender…
Ya no es un secreto para los entendidos y el propio pueblo, o cuanto menos es un secreto a voces que después haya pasado esta crisis virósica la vida en la sociedad ya no será como antes, la crisis económica y financiera hacen imposible la prosecución del modelo capitalista actual. Por ello, se habla de reformas del Estado. ¿Será Paraguay un Globo de ensayo de un nuevo capitalismo dependiente?
Es hora de democracia participativa y cooperativa, Paraguay tiene en su memoria colectiva el modelo socio-económico instaurado por el Dr. José Gaspar Rodríguez de Francia, un modelo productivo independiente y próspero, socialmente. También es propicia la hora social para impulsar con vigor necesario la vuelta a ese modelo de sociedad. No más privilegios políticos. Sí a la reforma del Estado, pero sobre todo a la reforma agraria con base cooperativa, karajo!
Dr. José Gaspar Rodríguez de Francia.
(Paraguay. Enfoques cooperativos; Hoy: El rol histórico del Dr. Francia en la construcción libertaria latinoamericana.)
Las bases sólidas de su pensamiento y acción estuvieron sustentadas en las premisas de que la auténtica revolución libertaria residía, no sólo en el rompimiento de las cadenas con el yugo español, sino fundamentalmente con la filosofía dependiente con la que los criollos latinoamericanos, reemplazantes de aquellos, poseían, gérmen de continuidad ideológica.
Concibió su obra y la ejecutó a partir de nuevas concepciones libertarias, cooperativas, allí están “Las Estancias de la Patria” que el filósofo francés Charles Fourier identificó como la materialización de sus falansterios. Le había enviado un ejemplar de su libro, comentado esto por el mismísimo Domingo Faustino Sarmiento. Hacemos un tremendo esfuerzo de síntesis aquí.
La independencia económica, política y social se construye sobre bases diferentes a las ideas liberales en boga entonces (y actuales) Procedió a ambas tareas al mismo tiempo, inoculó nuevas concepciones de Nación, de producción, de libertad, de fraternidad, de organización.
El formidable aporte de esa obra del Dr. Francia, aleccionadora por cierto, fue esa acción simultánea y transformadora de las creencias e instituciones monárquicas, oligárquicas que impidieron y frustraron en toda Latinoamérica la unidad y llenó de infortunios a los pueblos. El rol histórico del Dr. Francia en la construcción libertaria latinoamericana está dicho y dicho queda.
¡En la fraternidad, un abrazo cooperativo!