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Golpistas en Honduras violan la Convención de Viena

Fuentes: Rebelión

Los gorilas golpistas azuzados por los políticos entronizados en el Congreso Nacional y estos a su vez, por los grupos de poder fácticos han violentado el orden constitucional en Honduras. Después de una larga lucha seudo legal para detener una consulta popular que este 28 de junio pretendía preguntar a la población si se debería […]

Los gorilas golpistas azuzados por los políticos entronizados en el Congreso Nacional y estos a su vez, por los grupos de poder fácticos han violentado el orden constitucional en Honduras. Después de una larga lucha seudo legal para detener una consulta popular que este 28 de junio pretendía preguntar a la población si se debería o no instalar una cuarta urna en las elecciones generales de noviembre próximo para que la población pudiera emitir su opinión acerca de la instalación de una asamblea general constituyente que debería hacer una nueva constitución.

Contra toda lógica, contra toda mesura, contra toda noción de sensatez, los gorilas golpistas, los que temen perder las cuotas de poder porque el pueblo se ha hartado de su farsa, sacaron las uñas y han preparado y ejecutado un golpe contra la democracia del país. Tal como lo previmos hace unos días, el escenario más posible se ha desarrollado. Los militares esta vez, no han dicho nada. Tampoco se ha usado las marchas militares de fatídica remembranza, en su lugar se ha puesto música típica nacional. Quieren con esto ocultar su crimen. Quieren con esto manipular la conciencia de la mayoría de la población que ha ido perdiendo la confianza en el sistema político hondureño.

Lo que ha quedado claro, es que los grupos de poder que han usado al estado para enriquecerse (estado botín) estableciendo una legalidad que solo sirve para garantizar sus intereses y que impone un apartheid contra las pobres, están dispuestos a hacer lo que sea para perpetuar este sistema de injusticia, impunidad y saqueo institucionalizado.

Su torpeza ha llegado al colmo que han secuestrado a los embajadores de países hermanos (Cuba, Venezuela y Nicaragua), violación brutal del derecho internacional, de la convención de Viena. Algo absolutamente aberrante, que ni en caso de guerras o de invasiones se ha hecho. El embajador Cubano Don Juan Carlos Hernández Padrón narro con lujo de detalles como fue detenido y metido a un vehiculo con uso de la brutalidad, por militares usando pasamontañas y armas largas, al mejor estilo de los gángsters. En el mismo incidente fue secuestrada la Canciller Patricia Rodas, quien aún a estas horas permanece detenida e incomunicada. Además han falsificado impunemente la firma del presidente, llegando hasta el ridículo sus argumentos de legalidad y apego a la ley. Su cinismo solo es menos grande que su ego.

Alrededor de diez mil personas se han mantenido en la casa de gobie rno para impedir la ruptura y la entrega del edificio al espurio elegido por los diputados entreguistas. Se ha decretado un toque de queda, al mejor estilo de los gorilas en los 60 y 70 del siglo pasado. Este será efectivo a partir de las 9:00 de la noche hasta las 6:00 a.m. Los manifestantes han asegurado que no acataran el toque de queda, por lo que se que se espera, particularmente a medianoche o en las horas posteriores que se desate la represión y un baño de sangre. La jauría se desatará para perseguir a dirigentes populares identificados con la consulta popular frustrada -temporalmente- por el golpe. Por las calles de Tegucigalpa y otras ciudades del país ya circulan con total libertad las camionetas doble tracción, con vidrios polarizados y sin placas. Estos criminales que ya asesinaron en los 80 están sedientos de sangre.

Que sepan los traidores de la patria que no reconoceremos nunca sus acciones ilegales. La constitución nos da el derecho de la insurrección para desconocer un gobierno ilegitimo, espurio, salido de un acto violatorio de la constitución y de la legalidad. Sus actos son ilegales y nunca podrán ser reconocidos ni por los ciudadanos nobles de este país, ni por ningún gobierno extranjero. Sepan que la historia y el pueblo los juzgara. No habrá lugar donde puedan esconderse. Su ambición les ha hecho pasar el límite de la vergüenza y el crimen. Honduras ya no es la misma de antes. Les haremos pagar sus crímenes. De eso tienen que estar seguros.