El premier británico, Gordon Brown, convocó ayer elecciones generales para el 6 de mayo y declaró oficialmente abierta la campaña electoral que será todo un sprint, más aún teniendo en cuenta que las encuestas apuntan que, en los últimos meses, los laboristas han recortado distancias respecto a los tories de forma considerable. Todo esto podría desembocar en un Parlamento sin mayoría absoluta, por lo que el voto liberal demócrata sería clave.
Las elecciones generales británicas se celebrarán el próximo 6 de mayo, según confirmó el primer ministro, el laborista Gordon Brown, lanzando la recta final de una contienda de desen- lace incierto ante los conservadores de David Cameron.
«Es probablemente el secreto peor guardado de los últimos años, pero la reina ha aceptado amablemente la disolución del Parlamento y las elecciones generales se celebrarán el 6 de mayo», declaró Brown a su regreso a Downing Street después de una breve visita de trámite a la monarca Isabel II en el palacio de Buckingham. La disolución se hará efectiva el próximo lunes, día 12 de abril.
A pocas semanas de la cita con las urnas, el laborismo británico liderado por Brown -que aspira a ser reelegido para el cargo que heredó hace tres años de Tony Blair- ha resurgido de sus cenizas y ha conseguido recortar notablemente las distancias con el partido conservador, que busca recuperar al poder tras trece años en la oposición.
Aunque los tories, que hace unos meses poseían una aplastante renta y se veían ya inquilinos de Downing Street, siguen siendo favoritos con entre cuatro y diez puntos de ventaja sobre el laborismo, según los últims sondeos, publicados ayer. De confirmarse estos datos en las urnas, los conservadores se verían privados de la mayoría absoluta en el Parlamento.
«Hung Parliament»
La perspectiva de un «hung Parliament» (Parlamento colgado), inédita desde 1974, otorgaría un papel clave a la tercera fuerza política, el Partido Liberal Demócrata de Nick Clegg.
Por lo tanto, no cabe duda que las del 6 de mayo serán las elecciones más disputadas desde 1992, cuando el laborista Neil Kinnock encabezó claramente los sondeos, pero finalmente cayó derrotado ante John Major, quien mediado su mandato había tomado el relevo a Margaret Tatcher como primer ministro. Ahora, la historia se repite: Gordon Brown sucedió a Blair sin pasar por las urnas y Cameron es favorito en los sondeos.
No obstante, hay otro caso a tener en cuenta: en 1997, Blair lideraba con una ventaja notable las encuestas, índice que descendió en picado semanas antes de los comicios. Eso no fue óbice para que obtuviera una victoria espectacular.
En todo caso, el auge de los laboristas ha obligado a los conservadores a sacar la artillería pesada y, en las últimas semanas, han redoblado sus críticas al actual premier y a su Gobierno, que se escuda en la recuperación económica para defender su gestión.
Veteranía
Precisamente, Brown antepone su experiencia y advierte de que la recuperación económica es aún demasiado débil como para dejarla en manos de un novato como Cameron, de 43 años de edad y que podría ser el primer ministro más joven de los últimos 200 años.
«La gente ha luchado demasiado para conseguir que el Reino Unido se sitúe en el camino de la recuperación como para permitir que alguien nos devuelva al camino de la recesión», manifestó durante la comparecencia que siguió al anuncio de la fecha para las elecciones. Ese mismo día se celebrarán los comicios locales.
Acompañado de todo su Gabinete, reiteró que los comicios deberán decidirse, según citaba Efe, a partir de «los tres grandes desafíos» que afronta el país: recuperar la economía, asegurar las principales prestaciones sociales al tiempo que se reduce a la mitad el déficit y renovar el clima político tras el escándalo del abuso de los gastos asignados a los parlamentarios.
Frente al estilo sobrio y de unidad elegido por el premier, el tory David Cameron optó por difundir un mensaje más individualista, mediático y optimista. En una intervención frente al Parlamento, y jaleado por sus correligionarios, Cameron enfatizó que Gran Bretaña «merece algo mucho mejor que otros cinco años de Gordon Brown».
«Hay una alternativa conservadora moderna que se basa en el voto por la esperanza, por el optimismo y por el cambio», señaló el dirigente conservador.
«Salgamos ahí fuera y pidamos que nos saquen de esta carretera hacia la ruina para volver al camino de la prosperidad y del progreso», concluyó, afirmando que se trata de las elecciones generales «más importantes de toda una generación».
El líder de los liberales-demócratas, Nick Clegg, declaró que el anuncio de los comicios marca «el principio del fin de la era Gordon Brown», a quien consideró, según Efe, «directa y personalmente responsable de los mayores errores que se han cometido durante los últimos trece años».