El fin de los trabajos de construcción de una polémica valla en la frontera greco-turca fue anunciado ayer por la empresa contratista Dagres a la agencia local de noticias AMNA. El director general de la firma aseguró que la obra está terminada y lo único que resta es hacer la entrega oficial al ministerio de […]
El fin de los trabajos de construcción de una polémica valla en la frontera greco-turca fue anunciado ayer por la empresa contratista Dagres a la agencia local de noticias AMNA. El director general de la firma aseguró que la obra está terminada y lo único que resta es hacer la entrega oficial al ministerio de Protección Ciudadana, responsable del controvertido proyecto que rechazan organizaciones defensoras de Derechos Humanos.
La valla, que pretende impedir el paso clandestino de personas, se extiende a lo largo de casi 10,5 kilómetros, tiene cuatro metros de altura y está rematada por 140 mil metros de alambre de espino.
La obra se alargó por espacio de siete meses y contó con un presupuesto de 3,16 millones de euros desembolsados exclusivamente por el estado griego toda vez que la Comisión Europea denegara en su día la financiación comunitaria.
La alambrada se sitúa en el único tramo terrestre que ocupa la frontera entre Grecia y Turquía, pues en los 200 kilómetros restantes el río Evros establece el límite natural.
Según datos oficiales, en los últimos años esta zona fue el lugar elegido por el 80 por ciento de los inmigrantes que trataron de entrar de manera ilegal en la Unión Europea, llegando a realizarse 100 mil detenciones durante 2011 por la agencia europea de vigilancia Frontex.
La construcción de la valla y el reciente reforzamiento de la vigilancia policial hizo descender de manera importante la afluencia de migrantes, lo que modificó la vía de entrada dirigiéndola hacia las islas del mar Egeo. Tal y como hace hace un año advirtiera la Comisaria Europea de Asuntos Internos, Cecilia Malmström, al asegurar que la valla no disuadiría a las personas que intentan acceder a la UE pues buscarían rutas alternativas.
Precisamente este sábado tuvo lugar en las cercanías de la isla de Lesbos, frente a las costas de Turquía, el naufragio de una embarcación en el que murieron 20 inmigrantes, incluidos cuatro niños, y hubo siete desaparecidos según el testimonio del único superviviente, de nacionalidad birmana.