Hace unos días el gobierno libró a los patrones de su obligación de pagar contribuciones del 1,1% sobre el sueldo de los trabajadores, para las prestaciones de las Agencias Estatales de Vivienda. Estas agencias se han incorporado ya a la Oficina de Trabajo y sus prestaciones casi se han eliminado. Algunas de ellas eran el […]
Hace unos días el gobierno libró a los patrones de su obligación de pagar contribuciones del 1,1% sobre el sueldo de los trabajadores, para las prestaciones de las Agencias Estatales de Vivienda. Estas agencias se han incorporado ya a la Oficina de Trabajo y sus prestaciones casi se han eliminado. Algunas de ellas eran el turismo social, la subvención del alquiler, el funcionamiento de guarderías, varios proyectos de construcción de viviendas y de venta de ellas a familias de trabajadores a unos precios relativamente bajos, los préstamos para la rehabilitación de viviendas, e.tc. Ahora el recorte de las contribuciones «patronales» para estas prestaciones señala su fin definitivo.
A esta reducción de las contribuciones patronales viene a sumarse otra, anunciada por el ministro de Empleo pocos días después del anuncio de la primera reducción. Esta segunda reducción será del 3,9%. En total la patronal disfrutará de una reducción del 5% de contribuciones patronales que no tendrá que pagar. Se estima que el regalo que ha recibido llega a los 1,2 mil millones de euros al año.
Por si fuera poco, el 7 de septiembre el ministro de Empleo con una carta suya pidió a los directores de los departamentos locales de la Corporación Estatal de Asistencia Sanitaria a incorporar estas reducciones al proceso de datos anticipadamente, desde el 1 de septiembre, ¡a pesar de que todavía no ha sido votada en el Parlamento la relativa ley! Es obvio que el ministro ha asumido el papel del malo, así que todo el descontento y la rabia del pueblo, así como las posibles reacciones contra estas medidas se dirijan hacia él y se quede fuera de tiro el Capital.
Sin embargo, la reducción de las contribuciones patronales, el recorte de los salarios, la eliminación de los convenios colectivos y la adaptación de la legislación laboral a los intereses de la patronal, no son los únicos regalos que el FMI y su gobierno han hecho al Capital. El mismo ministro anunció unas nuevas medidas para la normalización del pago de las deudas de los patrones a la Corporación Estatal de Asistencia Sanitaria. Es decir que los patrones que retienen las contribuciones durante unos meses o años, usándolas de capital circulante o para pagar los gastos corrientes de sus empresas, podrán seguir haciéndolo con el respaldo del Estado. Con la nueva normalización del pago de las deudas patronales procedentes de contribuciones no abonadas (la cual en realidad es un copiado de otra de 2010), los patrones podrán abonar al Estado una pequeña parte de estas deudas, adquirir un certificado del Ministerio de Hacienda de que su deuda pendiente está en curso de pago, y seguir con la misma tarea a la que llevan muchos años dedicándose.
Y todo esto en una época en que la Soberanía trasnacional está tratando de convencernos de que todos juntos, patrones y esclavos asalariados, opresores y oprimidos, capitalistas y obreros, «tenemos que arrimar el hombro por el bien común», «juntos tenemos que esforzarnos por el rescate de la economía nacional» y por salir de la (denominada) crisis. No teníamos la mínima ilusión falsa de la existencia de algún interés común en una sociedad clasista. Esperamos que esta noticia, además de su papel informativo, sirva de algo a los que todavía tienen tales ilusiones.