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Entrevista a Henry Boisrolin del Comité Democrático Haitiano (CDH)

«Hay que mirarse en el espejo haitiano para pensar lo que podría llegar a pasarles a otros países latinoamericanos»

Fuentes: Rebelión

M.H.: El 12 de enero de 2010 fue una fecha trágica para tu país. Han pasado 7 años y por lo que se puede observar en las cifras de la economía haitiana del año pasado, en cuanto a la depreciación de la moneda, un país que depende en un 80% de las importaciones, la inflación, […]

M.H.: El 12 de enero de 2010 fue una fecha trágica para tu país. Han pasado 7 años y por lo que se puede observar en las cifras de la economía haitiana del año pasado, en cuanto a la depreciación de la moneda, un país que depende en un 80% de las importaciones, la inflación, etc., no parece haber mejorado la situación durante este tiempo transcurrido.

H.B.: Evidentemente se trata de un proceso que no es casual, los resultados que estás contando no vienen del cielo. Además, hay que agregar algo mucho más importante que todos esos datos que es la extrema pobreza que afecta a la inmensa mayoría del pueblo haitiano. Es cada vez mayor el sector que ha caído en la indigencia. Es producto de un proceso muy avanzado de neocolonización del país, que no empezó ayer, sino hace bastante tiempo y que ha pasado por distintas etapas. Y eso, a pesar de la resistencia y las luchas populares. Hasta ahora el campo popular haitiano no supo o no pudo revertir esta situación. También el aislamiento en el cual se encuentra, sobre todo en el concierto latinoamericano, salvo en algunas ocasiones y algunas personas, de manera institucional el pueblo haitiano es considerado como un paria.

Después de 12 años de la ocupación del país por la Minustah, la Misión de las Naciones Unidas para la estabilización de Haití, sigue siendo supuestamente humanitaria pero, sin embargo, han reconocido su responsabilidad en la epidemia del cólera que mató a más de 10.000 haitianos, hay 800.000 personas infectadas y eso no ha conmovido a ningún gobierno latinoamericano, a excepción de Cuba y Venezuela.

Es tremendo, porque dejando de lado las acusaciones de abusos y violaciones, estamos en presencia de un acto donde hay 10.000 personas muertas y ellos lo reconocen y es como si nada. Es un escándalo. Entonces, cuando se plantean estas realidades como la depreciación de la moneda haitiana, son cosas reales pero que son árboles que tapan el bosque y a veces no nos dejan ver bien cuáles son las causas reales de lo que está sucediendo.

M.H.: Está por asumir un nuevo presidente en Haití. ¿Esto genera alguna expectativa tendiente a la resolución de esta situación que señalás?

H.B.: Yo creo una vez más, que en caso de que llegara a asumir Jovenel Moïse, no es producto de una elección democrática, soberana y honesta. Ha sido una farsa, donde ellos designaron a alguien, la oligarquía haitiana, la llamada Comunidad internacional han designado a alguien para seguir con el plan de entrega, donde los cipayos ocupan las primeras plazas en las administraciones públicas, en instituciones totalmente corruptas y débiles para seguir entregando lo poco o mucho que nos queda. Entonces, no pueden existir expectativas. Tal es así que en todo el proceso electoral el propio Consejo Electoral reconoció que solo votó el 21%, lo que significa que hay un 79% del electorado que no fue a votar. Un padrón que yo cuestiono permanentemente, porque no hay ninguna instancia del Estado haitiano dedicado a confirmar la cantidad que somos, porque no hay censo. Entonces, ¿de qué padrón electoral se habla? Hubo un terremoto hace 10 años que nos costó 300.000 muertos, después de esto no hubo depuración del padrón electoral, y hubo elecciones en 2010/2011. Ahora hubo un huracán que arrasó, dicen que hubo 500 muertos, pero además miles y miles de personas que ellos mismos reconocieron que perdieron su documentación, y para votar es necesario el documento. De esas miles y miles, solamente 2.000 fueron a buscar su documento. Supongamos que fuera realmente una elección sin fraude, que no es así, pero supongamos, el Presidente tiene menos de 600.000 votos sobre un padrón de 6.200.000 electores. Lo que significa en términos democráticos que este hombre va a tener legalidad pero no va a tener legitimidad. Y es tal, que el día que dieron los resultados preliminares y el día que dieron los finales, no hubo júbilo de gente saliendo a la calle a festejar como ocurre en cualquier lugar, solamente se reunió en un hotel de lujo con sus amigos y habló.

Son situaciones muy lamentables y yo trato de insertar esto en el proceso de neocolonización, porque hay que mirarse en el espejo haitiano para pensar en lo que podría llegar a pasarles a otros si tienen éxito en Haití.

Hasta ahora no podemos hacer grandes pronósticos porque estamos en un momento de decantación, hay gente que deja de oponerse a Jovenel, pero los tres candidatos de peso que le siguen no reconocen el resultado. Cómo van a reconocer el resultado cuando no respetaron la verificación que habían pedido, como el decreto electoral disponía, entonces no pueden aceptar un resultado así.

La Unidad de control financiero en Haití dio un informe en 2012 planteando que este hombre elegido presidente ha cometido el crimen de lavado de dinero. Nadie ha aclarado absolutamente nada. Ahora vuelve a aparecer el tema. Mañana el director de esa institución va a dar una conferencia de prensa, porque él presentó toda la documentación para que se tomen cartas en el asunto. Hoy hay 4 Senadores de la República que piden el esclarecimiento de esto, han escrito una carta abierta al Presidente del Senado para que antes de que asuma, el presidente electo dé explicaciones de qué ha pasado, porque hasta que un tribunal no condene a alguien, le tenemos que dar a esa persona el beneficio de la inocencia. Pero él tiene que aclararlo. Entonces, un presidente que va a asumir con tantas dudas, qué expectativas puede tener el pueblo.

El presidente, supuestamente electo, está en República Dominicana desde ayer y los haitianos nos hemos enterado de eso a partir de la prensa dominicana, ni siquiera informaron al país que él se iba sabiendo muy bien los enormes y dolorosos problemas que hay entre los dos países con el tema de la migración, con la expulsión de haitianos por el Decreto 68/13. Hace dos semanas una familia entera fue asesinada en República Dominicana a golpes. Y este hombre va a República Dominicana.

No hay ninguna expectativa, sobre todo cuando sabemos que es la oligarquía haitiana, los sectores adinerados del país, el imperialismo norteamericano, la Comunidad Internacional, Francia, Canadá, etc., quienes han apoyado ciegamente a este señor desde las elecciones abortadas de 2015, quien después del huracán Matthew, haciendo abuso de poderes económicos, llevó arroz, materiales para los techos que se habían volado, poniendo su foto detrás de cada paquete, que tenía a su disposición helicópteros para ir a distintos lugares, a los que no tuvo acceso nadie más. ¿De dónde provino este dinero? Evidentemente de los sectores adinerados que lo apoyan.

Él va a tener que dar respuesta a ellos, porque no han invertido su plata para que él venga a solucionar los problemas de la gente. Desde la caída de la dictadura en 1986, el movimiento popular ha tratado, con sus errores, limitaciones y aciertos, de luchar por una mayor justicia, una mejor distribución, ahora están tratando de romper la espina dorsal de esto y tratando de formar en Haití una especie de fuerza de ultraderecha capaz de, supuestamente, ganar elecciones y eso es falso, porque cuando ellos dicen que es el nuevo líder se refieren a alguien que es el líder del 21% del padrón nada más. Cuando Aristide surgió en 1990 sí participó una cantidad enorme de gente y ahí nadie dudó de su victoria.

Entonces, yo no tengo ninguna expectativa. Sólo sé que los problemas van en aumento y los de la gente no van a tener solución, va a haber enfrentamientos. A mí no me gusta hacer futurología en política, solamente trato de ir paso a paso y ver realmente, porque en una situación tan compleja, dolorosa y difícil, sería irresponsable de mi parte tratar de proyectar o anunciar grandes cosas. Incluso tengo que reconocer que yo pensaba que después del anuncio de la victoria de Jovenel iba a haber una respuesta inmediata en la calle. No hubo tal respuesta. Estamos estudiando por qué. Cuando la haya van a reprimir fuertemente y puede ser una de las razones, porque no se puede dar pelea cuando te están esperando. También hubo traiciones, hay varias cosas que están ocurriendo en Haití que hacen más difícil poder hacer un análisis con sentido de proyección, lo único que sí me animo a decir es que el pueblo no puede esperar alguna solución de parte del gobierno. Incluso, el otro día detuvieron a un senador electo aliado de ellos, que hizo campaña con Jovenel Moïse en distintas instancias, Guy Philipe, sobre quien pesaba una orden de captura de la agencia antidrogas de Estados Unidos (DEA), lo detuvieron y lo humillaron y el presidente electo no dijo absolutamente nada, ni siquiera mandó una carta pidiendo explicaciones al gobierno actual o a la embajada de EE.UU., no pidió ni por la liberación de su amigo. Es un cobarde.

Rebelión ha publicado este artículo con el permiso del autor mediante una licencia de Creative Commons, respetando su libertad para publicarlo en otras fuentes.