En el marco del Año Internacional de la Juventud de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), que comenzó ayer (12), la Organización Internacional del Trabajo (OIT) divulgó el informe «Tendencias Mundiales de Empleo para la Juventud 2010». El estudio muestra la situación de los jóvenes en relación con el mercado de trabajo y el […]
En el marco del Año Internacional de la Juventud de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), que comenzó ayer (12), la Organización Internacional del Trabajo (OIT) divulgó el informe «Tendencias Mundiales de Empleo para la Juventud 2010». El estudio muestra la situación de los jóvenes en relación con el mercado de trabajo y el impacto de la crisis económica en sus vidas.
El primer dato y también el más preocupante es que 81 millones de los 620 millones de jóvenes económicamente activos, con edades entre 15 y 24 años, estaban desempleados a fines de 2009, alcanzando de esta manera, el número más elevado que se haya registrado hasta ahora.
El informe revela que desde 2007 a 2009 se registró el desempleo de 7,8 millones de jóvenes. En 2007, la tasa de desempleo juvenil era del 11,9% pasando al 13% en 2009. En 2008, los jóvenes representaron el 24% de los pobres del mundo del trabajo. En el período de diez años antes de la crisis, el número de jóvenes desempleados giraba alrededor de 191 mil por año.
Basada en estos datos, las estimaciones de la OIT no son nada alentadoras. De acuerdo con la entidad, la tasa de desempleo global de la juventud debería aumentar todavía más durante este año, alcanzando los 81,2 millones de jóvenes, un índice del 13,1%. La situación debería mejorar sólo a partir del año que viene, cuando haya una reducción a 78,5 millones de jóvenes desempleados, bajando el índice al 12,7%.
Comparando las tasas de desempleo juvenil a lo largo de los años, fue posible percibir que los jóvenes son los que más sufren los impactos de la crisis económica. «Las consecuencias de la crisis económica y financiera amenazan agravar los preexistentes déficit de trabajo decente entre los jóvenes. El resultado es que el número de jóvenes en trabajos precarios crece y este ciclo puede persistir por lo menos otra generación más», explicó el director general de la OIT Juan Somavia.
Para él, «los jóvenes son los motores del desarrollo económico», pero, de acuerdo con el informe de la OIT, las condiciones de vida generadas por el desempleo y por el subempleo pueden tener un impacto negativo sobre los jóvenes, comprometiendo sus perspectivas futuras de empleo y de vida.
«La crisis es una oportunidad para reevaluar las estrategias para enfrentar los graves inconvenientes a los que se ven sujetos los jóvenes cuando entran en el mercado de trabajo. Es importante concentrarse en estrategias globales e integradas que combinen educación y formación, con políticas de empleo orientadas hacia la juventud,» observó el director.
En América Latina, entre 2008 y 2009 el número de trabajadores por cuenta propia aumentó el 1,7% y el número de trabajadores familiares un 3,8%. La región también experimentó un aumento de la proporción de adolescentes involucrados en empleos en el sector informal durante la crisis.
El informe muestra, además, que en casi todas las regiones, están previstas ligeras mejoras, con excepción de Medio Oriente y el Norte de África, donde las tasas de desempleo juvenil van a continuar en ascenso en 2011.
Más información: http://www.oitbrasil.org.br/topic/employment/news/news_184.php
Traducción: Daniel Barrantes – [email protected]
* Periodista de Adital
Fuente: http://www.adital.com.br/site/noticia.asp?boletim=1&lang=ES&cod=50176