El Consejo de Europa comenzó una investigación formal sobre las presuntas cárceles secretas de la Agencia Central de Inteligencia (CIA) en Europa y el transporte de prisioneros por ese continente, al tiempo que Austria confirmó que hubo un vuelo sospechoso de un avión estadunidense en 2003 en su territorio. «Considerando el carácter muy serio de […]
El Consejo de Europa comenzó una investigación formal sobre las presuntas cárceles secretas de la Agencia Central de Inteligencia (CIA) en Europa y el transporte de prisioneros por ese continente, al tiempo que Austria confirmó que hubo un vuelo sospechoso de un avión estadunidense en 2003 en su territorio.
«Considerando el carácter muy serio de los hechos la respuesta europea debe ir más allá de las declaraciones políticas y las investigaciones. Por ese motivo decidí utilizar el artículo 52 de la Convención Europea de los Derechos Humanos y demandar formalmente información a los 45 estados miembros», anunció en un comunicado el secretario general del Consejo de Europa, Terry Davis.
El funcionario dio como plazo a los gobiernos de esos estados hasta el 21 de febrero de 2006 para entregar informaciones sobre la eventual implicación de sus funcionarios «en la privación de libertad no reconocida de un individuo o en el transporte de individuos privados de esta forma de su libertad, incluyendo si esa privación de la libertad fue cometida por o por instigación de una agencia de otro estado».
La organización humanitaria Human Rights Watch acusó a la CIA de haber preparado prisiones secretas en Europa del este, en especial en Polonia y Rumania.
Estos países han desmentido esas informaciones, mientras que en las islas Baleares España inició una investigación judicial para comprobar informaciones de prensa que señalaron que aviones de la CIA hicieron allí 10 escalas entre enero de 2004 y enero de 2005.
El comandante de la aviación austriaca, Eric Wolf, dijo que el territorio de Austria fue sobrevolado en 2003 por un avión estadunidenes sospechoso ahora de haber transportado prisioneros de la CIA.
La aeronave, un Hércules C-130 de la compañía Tepper Aviation, se identificó como un vuelo civil de Francfort (Alemania) a Bakú, pero pareció sospechoso a las autoridades austriacas, que lo hicieron escoltar por dos aviones caza, precisó Wolf a la radio nacional.
Dichos aviones lo fotografiaron, pero no tuvieron «ningún motivo» para interceptarlo, afirmó el general Wolf, al confirmar parcialmente informaciones publicadas el martes anterior en el periódico alemán Berliner Zeitung. Los hechos tuvieron lugar el 21 de enero de 2003.
Por su parte, el semanario portugués Focus aseveró que aviones de la CIA que transportaban presuntos terroristas islámicos efectuaron escalas en aeropuertos portugueses en mayo pasado; el gobierno de ese país ibérico sostiene que ninguno de estos aparatos aterrizó en Portugal desde marzo anterior.
A todo esto, Amnistía Internacional pidió al gobierno de Estados Unidos que deje de bloquear el acceso de inspectores de Naciones Unidas a su centro de detención en Guantánamo, Cuba, y que permita tener contacto con todos los presos.
La petición se produce al expirar la medianoche de ayer el plazo para que Washington aceptara las condiciones de una visita de cinco expertos del organismo mundial de derechos humanos a la base naval, donde desde finales de 2001 Washington mantiene recluidos a más de mil presuntos combatientes del talibán y Al Qaeda.