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Irán y el nuevo orden internacional

Fuentes: Rebelión

Independiente de que Irán sea sometido o no a sanciones, por su programa nuclear, por el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas, producto del informe que presente la Agencia Internacional de Energía Atómica -AIEA-, es un hecho que sintetiza dos acontecimientos sustanciales en las relaciones internaciones de hoy: La guerra de agresión contra Irak por […]

Independiente de que Irán sea sometido o no a sanciones, por su programa nuclear, por el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas, producto del informe que presente la Agencia Internacional de Energía Atómica -AIEA-, es un hecho que sintetiza dos acontecimientos sustanciales en las relaciones internaciones de hoy: La guerra de agresión contra Irak por parte de Washington marcó la cuenta atrás del fin del periodo de unilateralismo hegemónico de EE.UU. surgido tras la desaparición de la Unión Soviética, y con ello, el fin de la ‘guerra fría y, la actual crisis iraní, que está enterrando definitivamente ese periodo de unilateralismo, dando paso a un Nuevo Orden Internacional Multipolar.


Este hecho entraña los siguiente elementos centrales: En primer lugar, que la colisión en todos los terrenos a nivel internacional es entre Estados y poderes capitalistas o como se dice hoy día entre economías de libre mercado, en donde la «mano invisible» de los visibles dueños -con nombre propio- de las transnacionales y del capital, no resuelve los profundos problemas, sino que por el contrario, trae aún más miseria, hambre e injusticia social a millones de seres humanos. Segundo, la confrontación es por el acceso y el control de recursos naturales, fundamentalmente hidrocarburos.

En ciernes la gestación de este nuevo mundo multipolar, denota vertiginosos cambios en las alianzas y en los reacomodos por parte de los Estados y de las potencias de rango medio que aspiran a convertirse en poder regional o global. Este nuevo contexto internacional está indicando la posibilidad del surgimiento de varios bloques de poder, y que el continente asiático será su espacio estratégico de contienda y definición, así como su centro de poder decisorio.

La materialización y consolidación de estos bloques de poder, dependerá de cómo juegue y de cómo se mueva cada uno de estos posibles poderes en ese gran y complicado tablero de la política internacional. Pero también, dependerá en gran medida de los desafíos y amenazas a que se vean sometidos los Estados aspirantes a ser poder regional o global.
Por ello, la mayor parte de los conflictos y enfrentamientos que están ocurriendo a lo largo y ancho del mundo, obedecen a esa dinámica política impuesta, e implementada por los diferentes poderes para alcanzar sus intereses nacionales, o, para afianzar alianzas. Producto de esto, Irán se encuentra hoy en el ojo del huracán.

La crisis de Irán, como muchos otros conflictos, ya han sido decididos de antemano, así nosotros no conozcamos esas decisiones secretas. No importa para nada que Irán tenga capacidad o no para desarrollar armas nucleares, se trata simplemente de hacer un remedo de diplomacia internacional. Pues EE.UU., y en este caso Israel, lo que buscan es ventilar un pretexto, cierto o no, que les permita agredir unilateralmente a Irán.

Estos planes inmediatos de agresión, en los que se incluyen -por mencionar los más destacados- a Irak y ahora a Irán, Siria y Líbano, presionan para provocar una serie de conflictos en la zona del Caúcaso, Mar Caspio, Asia Central y fundamentalmente el Oriente Medio. Esto no es una película de ciencia-ficción, esto es una triste y cruel realidad.
Información sobre lo pretextado ha venido apareciendo gota a gota en los medios, y todos estos planes apuntan hacia objetivos muy concretos, donde cada uno de los elementos está vinculado con otros:
Apropiarse de los inmensos recursos de gas y petróleo que existen en Oriente Medio, zona del Caspio y Asia Central.
Por medio de la agresión y la amenaza militar, controlar estratégicamente territorios muy importantes.
Rediseñar el mapa político de esta extensa región, donde Israel garantice los intereses de Estados Unidos.
Consolidar esta área como base para los futuros, quizá en el mediano plazo, enfrentamientos contra China y Rusia.

Ahora, la disculpa son las supuestas ‘diez bombas atómicas’ que Irán fabricaría, esto no es más que la continuación de los planes propuestos, o definidos; así, como contra Damasco, la posible complacencia e incitación de las autoridades sirias a las protestas por las caricaturas del profeta, o, la supuesta implicación de las autoridades sirias en el asesinato del ex-Primer Ministro libanés Rafiq Hariri. Uno de esos planes es el llamado «Plan Abrams»[1] que plantea tres mecanismos para lograr estos propósitos:
1- Limpiar y poblar las áreas no kurdas del norte de Irak, para formar el Gran Kurdistán.
2- Separar por completo las áreas -balcanización del mundo árabo-musulmán[2]- del occidente de Siria para unirlas al Gran Kurdistán, ‘cambio del régimen’ sirio por uno que esté de acuerdo con los planes del petróleo kurdo y la anexión de los Altos del Galán por parte de Israel.
3- Partir al Líbano en dos zonas, una cristiana y otro árabe, y así, Israel podría evadir la obligación – en derecho – al retorno de los palestinos.

Todo esto está pensado así, la región kurda iraní que tiene frontera con Irak también haría parte del Gran Kurdistán, y de esta forma garantizar que el petróleo del norte de Irak y de Irán fluya hacia el mar Mediterráneo por el puerto de Haifa en el Líbano. Y, como este oleoducto debe indiscutiblemente atravesar el suelo sirio [3], Damasco se ha convertido en un impedimento a quitar del camino.

La justificación [4] de un posible ataque contra Siria ha sido paulatinamente adecuando a las circunstancias, pues han fracasado los intentos para relacionar a Damasco con acoplamientos con Al-Qeada; y de apoyar el terrorismo internacional, y, que el territorio sirio sirve de cuartel a la insurgencia iraquí.
Además, en la acusación, hasta ahora no demostrada, que la insurgencia está ubicada en la frontera sirio-iraquí. Recordemos que el gobierno de Bush ha implementado una serie de campañas militares en la zona fronteriza.
También se trata de forzar una confrontación entre Líbano y Siria, acusando a Damasco de apoyar a Hezbollah en el sur del Líbano, así como de la controvertida y nada clara autoría del asesinato del Rafiq Hariri, situación que ha acrecentado la tensión entre los dos países.

Igualmente, existen otras estrategias implícitas sobre el asunto Sirio, pero todas apuntan a deponer al actual régimen de
Bashar al-Assad, ya sea por medio de una intervención militar estadounidense o de la inestabilidad política por medio de sectores ligados a los intereses de Washington, como es el caso del apoyo financiero y promoción del Syrian Reform Party cuya base está en Washington (ver www.reformsyria.org), y aplicar la misma fórmula que se utilizó en Afganistán e Irak: promover, financiar y garantizar un ‘gobierno amigo’ que permita más tarde negociar y controlar el país.

Volviendo sobre el petróleo, también se han diseñado planes para que el petróleo de la zona salga a través del puerto de turco de Ceyhan, pero este recién inaugurado oleoducto, Baku-Tbilisi-Ceyhan (BTC), ha tenido varios problemas, elevado costos y resultados muy pobres hasta el momento, agregándose así dos elementos fundamentales a resolver: Uno, que éste tiene que pasar por el territorio iraní -y por supuesto, que Teherán no va a permitir fácilmente esos planes- y dos, que la creación del Gran Kurdistán afectaría gravemente la integridad y los intereses del Estado turco.

Por ello, el ataque contra Irán va desde la desestabilización para el cambio del gobierno de los mullahs, hasta los ataques militares e invasión. Así lo confirman las muy reveladoras palabras de la Secretaria de Estado Condoleezza Rice, refiriéndose sobre la crisis iraní: «Estados Unidos no tiene un desafío mayor en otro país que en Irán, cuya política está dirigida al desarrollo de un Oriente Medio totalmente diferente al que nosotros queremos ver» (www.elpais.es, 10-03-2006).
Y que mejor ilustración de esta posible agresión contra Irán que el trabajo presentado como anticipación de los problemas con Teherán para el segundo mandato de George Bush y como éste podría responder. La información apareció en un artículo de James Fallows, en el que describe dicho foro, en el que participaron estudiosos de la política y anteriores responsables del gobierno estadounidense y patrocinado por The Atlantic (Ver artículo en www.theatlantic.com, diciembre de 2004) [5].

Esta simulación se trata de un ‘Juego de Guerra’ [6] para la preparación del asalto de EE.UU. a Irán. La relevancia de este ‘juego de guerra’ (JG) es por las personas que participan él y, a las conclusiones a que llegaron. El objetivo del JG se centraba en tres o cuatro temas principales que el presidente de EE.UU. tenía que afrontar con Irán, pero esta vez el interés se centró en la discusión sobre el uso de la fuerza.

Los supuestos de los ‘jugadores’ fueron los siguientes: 1) Toda la información lleva a creer que Irán poseería armas nucleares dentro de tres años.
2) Existen dos factores de carácter general: la implicación de Irán en Irak y la potencial implicación de Israel con Irán.
Partiendo de estos supuestos los ‘jugadores’ analizan todas las posibilidades: «¿Un ataque israelí? Los israelíes saben que no tienen la capacidad para hacerlo» [7]… por la posible respuesta de retaliación. «¿La influencia iraní contra las actuales acciones de EE.UU. en Irak? Irán puede hacer muy difícil la situación para Washington, ¡si ellos lo quieren! En caso de que los iraníes provoquen un levantamiento shi’i, ¡resultaría muy sangriento para EE.UU.!»
Finalmente, los ‘jugadores’ consideraron las variables militares de Washington contra Irán: 1) «Un ataque aéreo como castigo contra las unidades claves de la Guardia Revolucionaria como respuesta por las acciones de Irán en otras partes», que pueden culpar a Irán de intromisión o de relación con la insurgencia iraquí. 2) «Un ataque aéreo preventivo contra posibles instalaciones nucleares», EE.UU., podría atacar 300 diferentes puntos implicados en el desarrollo de armas nucleares, químicas y biológicas en cuestión de cinco días. 3) «Una operación de un cambio de régimen que fuerce la retirada de los ayatolás de Teherán».

Como dijimos anteriormente, el problema que menos importa, es si Irán puede construir o no una bomba atómica, si se le sanciona o no en el Consejo de Seguridad de la ONU, esto lo que haría, es simplificar las posibilidades para el inminente ataque de EE.UU.-Israel, decidido con anterioridad, contra Teherán, en el que incluso se podrían utilizar armas nucleares, basándose en el concepto de autodefensa de la «Doctrina de Operaciones Conjuntas»[8], en la que se prevé ‘acciones preventivas’ contra adversarios que supuestamente planifican el desarrollo de armas de destrucción masiva en el medio plazo, aunque no inmediatamente, pero probables escenarios para guerras estarían a la mano.

Todos estos posibles ataques militares estadounidenses contra Irán, tienen una serie de problemas que no pueden ser dejados de lado, ni ser minusvalorados por la misma administración Busch. La cuestión es tan acuciante, y con Israel incitando al enfrentamiento, que pareciera que no van a tener oídos a las voces que les está diciendo ¿Cómo pueden atreverse a sugerir un plan militar contra Irán después de las desastrosas consecuencias al ignorar la ‘estabilidad’ en la post-invasión de Irak? Por lo que la respuesta ha sido, «nuestro objetivo es estar en las afueras de Teherán en dos semanas. La idea, es no tener una Batalla de Teherán, no deseamos eso. Lo que deseamos es una batalla alrededor de la ciudad…no nos empataremos en operaciones de reconstrucción de Irán.»[9]

Veamos algunos de los principales problemas a los que se enfrenta la Casa Blanca en este momento para llevar a cabo su apretada agenda bélica: La tremenda derrota militar que le proporcionó la resistencia iraquí al ejército más poderoso del mundo, no ha hecho más que corroborar que el unilateralismo agresivo de Washington en política Internacional ha fracasado, y no sólo eso, además, le asestó el puntillazo que marcó el fin de la hegemonía unilateral post guerra fría.

Esta derrota no vino sola, sino que arrastró consigo otros valores, dejando las banderas demo-liberales bastante enlodadas:
a) con las escabrosas e inhumanas violaciones de los derechos humanos en la cárcel Abu Ghraib, en Irak, en la base estadounidense de Guantánamo, convertida en campo de concentración o en Afganistán, así como los vuelos clandestinos para trasladar a prisioneros y ciudadanos secuestrados acusados de terrorismo a prisiones clandestinas -inclusive en suelo europeo. Todo esto, no hizo sino demostrar, que la política de los derechos humanos de los «países del primer mundo», es solamente un instrumento de presión y de dominio para imponer condiciones a los estados más débiles, y que además, estas violaciones aberrantes son una práctica habitual. En todo esto, EE.UU. contó con la colaboración de los países de la Unión Europea, Canadá y otros, que no únicamente guardaron silencio complaciente, sino que además, se han opuesto a las iniciativas para investigar sobre la situación de los prisioneros en la base de Guantánamo o dar información sobre los vuelos y las cárceles clandestinas en territorio europeo, al que el propio Consejo de Europa tilda de «decepcionante» la respuesta dada por 46 países a los vuelos de la CIA (ver www.elpais.es 01-03-2006.
b) El triunfo de Hamás en las recientes elecciones palestinas demostró, que inclusive la llamada ‘democracia’, que no es otra cosa que un simple ritual electoral de cada cuatro o cinco años, y diseñada por los círculos de poder tanto nacionales como extranjeros para que ganen los mismos de siempre, no se pueden dar el lujo de que el ganador sea el candidato equivocado.

El caso palestino es el ejemplo perfecto. Hamás, organización sindicada de ser un movimiento radical islamista y terrorista, por parte de EE.UU. y de Israel, así como por otros Estados, se le incentivó para que participara en la ficción democrática, y resultó, que arrasó en las elecciones más vigiladas del mundo por decenas de organizaciones internacionales. Siendo las elecciones más limpias que se han dado en la historia del Máshreq. Pero el ganador no era el correcto, sólo se había previsto que sacara máximo un 25%. Así, de esta forma poder neutralizar a Palestina con sus diferentes fuerzas, que son los factores más significativos de inestabilidad a la seguridad de Israel, ahora que pueden venir nuevos tiempos, en que se pueda desplegar la democracia al estilo ‘americano’: el ataque contra Irán o contra Siria.
Lo interesante, es ver las reacciones de los «países democráticos» y sus organizaciones internacionales. (Ej. OSCE, Consejo Europeo, ONG internacionales, etc.) Los primeros no aceptaron el triunfo de Hamás y además pidieron a la comunidad internacional que se le suprimieran los apoyos económicos, para que de esa forma, Palestina se sumerja aún más en la miseria. Afanosamente invocaron el fracasado ‘Acuerdo de Oslo’, que Israel firmó, pero nunca acepto ni cumplió, pese a que era un acuerdo en contra de los intereses del pueblo palestino. Llamaron a continuar con ‘la hoja de ruta’ que no tiene destino. Y, de pronto, el ‘Cuarteto de Madrid’, después de varios años de insignificante papel, revivió el problema de palestino. Pero, ninguno de estos estados y organizaciones invocó ni llamó a Israel a cumplir con las resoluciones de las Naciones Unidas que hablan de volver a Línea Verde de 1967, que no es otra cosa que respetar la demarcación entre Israel y los territorios de Cisjordania y Gaza, tras la ocupación israelí durante la ‘guerra de los seis días’, y cuyas fronteras desaparecieron tras el ‘muro de la vergüenza’.

Las segundas, guardaron un impresionante silencio, no salieron inmediatamente a decir que el pueblo palestino era muestra de valor y cultura democrática, ni que había habido una revolución amarilla, rosa, tulipán. Nada. Simplemente, el resultado había logrado aguar un poco la fiesta de irradiación democrática del oriente Medio.

Segundo: Es importante observar la crisis económica por la que atraviesa los EE.UU. y que se manifiesta, por un lado, en él su elevado déficit fiscal que ronda los $9 trillones de dólares. Y por el otro, que el dólar centrismo, acusa su final, y todo indica que este hecho será de grandes y graves consecuencias para la economía mundial. El irreal valor del dólar parece que está llevando a los grandes capitales a buscar mejores puertos, pues según la revista Forbes, Warren buffet, el segundo hombre más rico del planeta, «ha invertido en el último año cerca de $21billones de dólares de fortuna en otras divisas, apostando de esa forma en otras monedas» (ver Forbes 10-03-2006 www.forbes.com)[10]. O Warren, está bien informado, o no sabe nada de negocios.

Sumado a esto, en este mes se agregan otros dos golpes: La apertura de la bolsa petrolera de Teherán basada en el Euro, y el lanzamiento a comienzos de este mes de marzo de la Unidad Monetaria Asiática (ACU) por parte de la ASEAN+3 [11].

Tercero: El surgimiento actualmente de otros poderes que compiten con los Estados Unidos la supremacía, en unos casos regionales y en otros mundial: no es otra cosa que la colisión por un Nuevo Orden Internacional. Ese nuevo orden internacional, como todo parece indicar, va a estar conformado por varios bloques de poder. Algunos de esos posibles centros de poder podrían ser: En Latinoamérica, el eje Brasil-Argentina-Venezuela de carácter regional; que en el caso de la Unión Europea, pese a su peso en el ámbito internacional, es la que más acusa problemas para ser un gran poder regional o global: la ampliación la debilitó, carece de unas fuerzas armadas propias y conjuntas, el proyecto de constitución política, está estancado sin mostrar cómo salir de esa crisis, la política internacional está demasiado atomizada, y lo más grave, la UE que nació, y se construyó sobre la base de políticas conjuntas para resolver los problemas de la energía -la CECA que dio pasó la EURATOM así hasta llegar a la UE-. Ahora, cada país trata individualmente sus necesidades energéticas, como fue el caso típico del acuerdo firmado en secreto entre Alemania y Rusia para la construcción del gasoducto del mar Báltico, por lo que en recientes días la Comisión Europea se quejaba de la mala práctica que se ha ido imponiendo, en la que los países miembros están solucionando sus agendas teniendo en cuenta solamente sus intereses nacionales.

Otro posible bloque, podría materializase en extremo oriente de Asia con la ASEN y la ASEN+3. Esto sería de gran transcendía mundial por la importancia de los miembros que la componen; además, con el lanzamiento del ACU por parte de estos países, alcanzaría en un futuro inmediato ser divisa mundial.

Los otros posibles bloques que se constituyan estarían presentes Rusia, China y la India, -quizá el Japón también-. Cualquiera de las combinaciones puede ser decisiva, ya sean, como poder regional o mundial. Por ello, EE.UU. se ha movido con rapidez en el continente asiático; por un lado, para garantizar su presencia y poder militar, y por otro, tratando de torpedear las posibles alianzas que se puedan dar allí.

El reciente acuerdo entre EE.UU. y la India sobre el clave factor de la cooperación nuclear, ha sido un simple trueque, en el que La Casa Blanca está arriesgando la pérdida de terreno en la campaña mundial contra Irán y la no-proliferación de armas nucleares, a cambio de un acuerdo que pueda atraer a la India a su seno, y que a su vez sirva para contrarrestar el creciente poder de china en Asia. La basa de EE.UU. es ofrecerle material nuclear a Nueva Delhi, que está ávida de recursos energéticos, buscando así, alejarla de una posible alianza con China y Rusia.

Este instrumento de discordia que quiere llevar Washington a Asia, puede ocasionar varios problemas por su interpretación unilateral del Tratado de no-Proliferación (TNP) de armas nucleares, pues no hay que olvidar que no sólo exige sanciones económicas, sino que también militares contra Irán y Corea del Norte por sus programas nucleares, pero que no valen para la India, Israel y Pakistán violadores de facto del TNP. De hecho, la aplicación de esta forma sesgada de entender el TNP le está asestando un duro golpe de credibilidad a la AIEA, por lo que Teherán ya ha dicho que va continuar con el enriquecimiento de material nuclear en su territorio, porque la propuesta de Moscú para hacerlo en territorio ruso, ya no está en la agenda iraní. También, hay que esperar cuál va ser la actitud de Islamabad ante el trato desigual al que fue sometido parte de la administración Bush, pese a ser su aliado incondicional.

La alianza o bloque de poder más fuerte que pueda surgir en este nuevo periodo donde se abren nuevas relaciones internacionales, proviene de la combinación: Rusia y China, los dos, son grandes poderes militares y nucleares con una economía en crecimiento y con inmensos recursos energéticos. Esta posible alianza es la verdadera amenaza para EE.UU., en ese nuevo orden internacional que está en ciernes; veamos cuáles son los elementos determinantes que podrían llevarlos a ser un polo de poder regional y mundial:

a) Adecuación e implementación de políticas para la consolidación de los espacios de influencias propias y comunes, así como la puesta en marcha de la Reforma Militar, la modernización y la tecnificación de sus respectivas fuerzas armadas en lo interno.

El Tratado de Amistad y Cooperación 2001[12], entre Rusia y China, es uno de los ejes de la política de cooperación entre los dos países, en donde las áreas de tecnología militar, equipo militar e hidrocarburos, son las prioritarias; recientemente, en el marco de este acuerdo, realizaron un ejercicio militar conjunto denominado ‘Misión de Paz 2005’.

Pero, las organizaciones que juegan el rol más importante a favor de este bloque, son: La Organización de Cooperación de Shangai (SCO)[13], por la importancia de los países miembros que hacen parte y por la posible vinculación de Irán, Pakistán y la India. Pakistán ya solicitó su vinculación formalmente. Y, la organización del Tratado de la Seguridad Colectiva (CSTO) [14], de la Comunidad de Estados Independientes, en la que juega un papel de importante influencia Rusia. Estos dos organismos, podrían finalmente fundirse uno solo por muchas coincidencias en sus tareas y objetivos.
b) Acercamiento y coordinación en temas de política internacional, en el que los dos, han apostado y jugado una excelente política centrada en la multilateralidad frente a los EE.UU., con el fin último de que Washington se comprometa y se someta a cumplir los acuerdos de los foros y de las organizaciones internacionales, por el bien de la paz y de seguridad mundial. Y,
c) Evitar a toda costa involucrarse en un enfrentamiento militar directo con los EE.UU. en el corto plazo a fin de ganar tiempo y esfuerzos.

El tiempo y la alineación de los diferentes bloques fundamentalmente van a depender del diseño e implementación de las políticas de los mismos Estados y, principalmente, serán el fruto de las amenazas a que se vean sometidos los intereses nacionales de estos países por parte de Estados Unidos en su afán de no perder su influencia en las diferentes esferas de interés y regiones del planeta.

En conclusión, podemos decir que el rápido desarrollo de los acontecimientos y de los diferentes conflictos de intereses en el ámbito internacional, en este comienzo de siglo, está diseñado el entramado para un nuevo contexto político en el que se está construyendo un Nuevo Orden Internacional, cuyos signos característicos, es que éste va a estar compuesto por varios y distintos bloques de poder, en donde la hegemonía y el unilateralismo de EE.UU. serán domeñados por el mundo multipolar surgido ante la pérdida de poder económico, militar y de influencia política de los EE.UU.; y que el Asia será el espacio estratégico de la contienda y de definición, así como su centro de poder decisorio en los próximos años. Todo ello, en gran medida producto de la derrota infligida por la resistencia iraquí al ejército estadounidense y la crisis iraní.

Víctor Wilches.
Lic. Ciencias Políticas.
Miembro del Grupo Interdisciplinario de REDALCES-España .

NOTAS:
[1] Abrams Kurdistan Syria Lebanon Oil, 13-0-2006 en: http://www.livejournal.com
2 Se puede ver los siguientes documentos sobre la balcanización del mundo arabo-musulmán: U.S. Strategy in the Muslim World After 9/11, RAND Corporation, 2004; en www.rand.org. Mike Whitney, Is Washington Planning to foment Civil War? Al-Jazeerah, Feb. 15, 2005 en http://www.aljazeerah.info .
3 Gilles Munier. US Plan for the «Great Middle East«The Kurdish pipeline, 30-01-2006, www.uruknet.info
4 El interés de Tel Aviv y Washington por Siria y Líbano tiene su origen en un documento llamado «A Clean Break: A New Strategy for Securing the Realm» en 1996 (ver http://www.israeleconomy.org/strat1.htm), más adelante fue actualizado por el Institute for Advanced Strategic and Political Studies’ como «Study Group on a New Israeli Strategy Toward 2000» entre sus autores incluye a Richard Perle, Douglas Feith, James Colbert, Charles Fairbanks, Robert Loewenberg, David Wurmser y Meyrav Wurmse, http://www.aei.org.
5
Fallows, James. Will Iran be next?, The Atlantic Montly, dic., de 2004, www.theatlantic.com/doc/200412/fallows .
6 Ibíd.
7 Ibíd.
8 The Doctrine for Joint Nuclear Operations , Capítulo III.1b, reglones 26 al 31, 15-03-2005, conocido también como: (Joint Pub 3-12, 2005), The Nuclear Information Project; en www.nukestrat.com/us/jcs/jp3-12_05.htm.
9 Fallows, James. Will Iran be next? Art. cit.
10 The World’s Billionaires, Forbes, 10-03-2006, en http://www.forbes.com/lists/2006/10/C0R3.html.
11 La ASEAN+3, es la organización que abarca a los 10 países miembro de la Asociación de Naciones del Sudeste Asiático -ASEAN- más China, Japón y Corea del Sur. Y la ASEAN agrupa a Brunei, Camboya, Indonesia, Laos, Malasia, Myanmar, Filipinas, Singapur, Tailandia y Vietnam
12 Ver Wilches, Víctor: Rusia y China: Una posible Alianza. Ed. GrönMåne, dic. De 2005.
13 Ibíd. Pag. 41 a 50.
14 Los países que componen la CSTO son: Rusia, Bielorrusia, Armenia, Kazajstán, Kirguizistán, Tayikistán y Uzbekistán; Y a la SCO: Rusia, China, Kazajstán, Kirguizistán, Tayikistán y Uzbekistán.