Alejandro Astesiano, jefe del equipo de custodia del presidente de la República, Luis Lacalle Pou, fue detenido y el juez le impuso prisión preventiva por 30 días, como medida cautelar mientras continúa la investigación por falsificación de pasaportes rusos.
Astesiano contaba con una veintena de indagatorias policiales desde 2003, por delitos tales como hurto, estafa, daño y apropiación indebida y continuaba desempeñándose en su cargo.
Astesiano resultó imputado por un delito continuado de suposición de estado civil en calidad de coautor, en reiteración real con un delito de asociación para delinquir y un delito de tráfico de influencias, tal como lo había solicitado previamente la fiscal Gabriela Fossati, que dirige la investigación.
Se presume que el jefe de la custodia presidencial integra una red dedicada a falsificar partidas de nacimiento de personas uruguayas fallecidas, a las que les asignaban hijos rusos que nunca tuvieron y así esas personas podían luego realizar otros trámites para la emisión de documentación uruguaya, como la cédula y el pasaporte.
Por el caso ya fueron formalizadas tres personas que integrarían la red de Astesiano: dos ciudadanos rusos y un escribano uruguayo. Los delitos que se les imputan son asociación para delinquir y suposición de estado civil. Según la Fiscalía Penal de Flagrancia de 12º Turno “en principio cada uno tiene un rol distinto y había un concierto entre ellos”.
El gobierno del no sabe, no contesta.
Astesiano fue detenido el domingo 25 de setiembre por parte de la Policía, con orden de detención e incomunicación de la Fiscalía. Astesiano trabajó en la Jefatura de Policía de Montevideo en un grupo táctico de patrullaje. También estuvo en la dirección de Investigaciones y luego pasó a la Dirección Nacional de Identificación Civil. Después se fue de la Policía.
Estaría siendo indagado por hurto, estafa, apropiación indebida y daño. Astesiano custodiaba tanto al presidente Lacalle Pou como a toda su familia. Lacalle Pou conoció a Astesiano en 1999 y estuvo vinculado a la custodia de distintos candidatos presidenciales del Partido Nacional y de la familia Lacalle.
Tras conocerse la información, el presidente de la República realizó una conferencia de prensa, en la Torre Ejecutiva. “Tenemos la tranquilidad de consciencia sobre nuestra actitud Si ustedes se sorprendieron con la noticia, ¡imagínense yo!”, dijo el mandatario.
Lo tildó como una persona “profesionalmente intachable”.
A lo que el presidente del centroizquierdista Frente Amplio, Fernando Pereira, replicó diciendo que “El presidente le erró; un funcionario intachable no hace pasaportes falsos”.
Consultado por la prensa en referencia a que Astesiano estaría vinculado a otros delitos desde el año 2003, Lacalle respondió: “No tiene antecedentes penales, y todo el mundo es inocente hasta que se demuestre lo contrario. Hubo una orden de detención, que no se libra porque sí, imagino que la fiscal tiene indicios no sé de qué involucramiento, los desconozco, veremos después cuál es el dictamen primario que hace la fiscal, y obviamente tomaremos las medidas en consecuencia”.
Sin embargo, el propio diario oficialista El País, reveló que Astesiano cuenta con un antecedente penal por el delito de estafa y que fue procesado sin prisión en el año 2002.
Lacalle conoció a Alejandro Astesiano en 1999. Siguió en contacto para la campaña de su padre en 2004, y conformó un equipo con él –que es policía– en 2014. Para 2019, Astesiano lo acompañó toda la campaña, y hasta ahora su lugar de trabajo era una oficina de la Torre Ejecutiva presidencial en Plaza Independencia. También tenía su lugar en la residencia de Suárez y Reyes, y donde la familia Lacalle Pou-Ponce de León lo requiera.
“No le entrego lo más preciado que tengo, que es mi familia, a alguien que pudiera tener indicios de actuar fuera de la ley” expresó Lacalle. “El responsable último soy yo, siempre. Lo conocí en la campaña de 1999, le manejaba la seguridad a Sergio Abreu, (actual secretario general de la Asociación Latinoamericana de Integración, Aladi), trabajó en la campaña de Lacalle Herrera en 2004 y 2009, y había un equipo conformado que trabajó conmigo en 2014”, sostuvo.
“Uno siempre está sujeto a equivocaciones, hay que reducir el margen de error. En este caso no afecta a la población, me afecta a mí y a mi familia”, remarcó Lacalle Pou, y agregó que su custodio, profesionalmente, fue intachable y nunca se vio perjudicada su seguridad.
La revista Caras y Caretas en agosto de 2020 publicó un informe con los antecedentes del Jefe de Seguridad de Lacalle Pou. Hoy señala que “Lacalle Pou se hace el tonto pero no lo es: conoce a Astesiano y también conocía sus antecedentes. El Presidente no es tan inocente como quiere aparecer”. Añade que conocía sus antecedentes “y, a ojos vista, los menospreció y además menospreció las denuncias de quienes lo advirtieron y lo denunciaron”.
A fines de 2020 se conoció la noticia de que se habían hackeado 84.000 pasaportes electrónicos y que se desconocía el alcance total de dicho ataque. Dicha noticia quedó resonando en el aire pero no se supo su desenlace. Hoy a la vista de los hechos puede que exista un punto de conexión con esta banda criminal y el hackeo a los datos de identificación civil.
Pasaporte al descreimiento
“Podrían ser cientos o miles”, dijo la fiscal Gabriela Fossatti sobre las partidas falsificadas para entregar pasaportes uruguayos a ciudadanos rusos.
Dos ciudadanos rusos y un escribano uruguayo fueron formalizados por modificar partidas de nacimiento uruguayas de personas fallecidas que adjudicaban hijos rusos que no existían. Se investiga rol de Alejandro Astesiano. El consulado de México dio cuenta del delito. Según la fiscal, “en principio cada uno tiene un rol distinto y había un concierto entre ellos”. Los delitos que se les atribuyen son suposición de estado civil y asociación para delinquir.
No es el primer caso en el que el gobierno se ve envuelto en casos opacos: el del narcotraficante Sebastian Marset, también con pasaportes; la esposa de un ministro involucrada en la trama Odebrecht en lavado de dinero; un senador que no da su declaración jurada de manera completa y su esposa, hija de un magnate ruso tampoco lo hace, y la renuncia del Ministro de Turismo investigado en tramas de corrupción,
Asimismo, la entrega del puerto por 60 años a una multinacional belga ha sido opaco. Súmese el nombramiento de un funcionario en la embajada de Argentina con antecedentes por contrabando, la vigilancia y seguimiento a un periodista por parte del número 4 del Ministerio del Interior y la lista sigue…
Nicolás Centurión. Licenciado en Psicología, Universidad de la República, Uruguay. Miembro de la Red Internacional de Cátedras, Instituciones y Personalidades sobre el estudio de la Deuda Pública (RICDP). Analista asociado al Centro Latinoamericano de Análisis Estratégico (CLAE, estrategia.la)
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