Entrevistamos a Joe Higgins, diputado europeo del Socialist Party y principal animador de la campaña por el «no» de izquierdas al tratado de Lisboa, en vísperas de la nueva votación en Irlanda sobre el Tratado de Lisboa, tras el «no» del año pasado (53,5% en junio 2008). ¿En qué situación política y social discurre la […]
Entrevistamos a Joe Higgins, diputado europeo del Socialist Party y principal animador de la campaña por el «no» de izquierdas al tratado de Lisboa, en vísperas de la nueva votación en Irlanda sobre el Tratado de Lisboa, tras el «no» del año pasado (53,5% en junio 2008).
¿En qué situación política y social discurre la campaña del referéndum sobre el tratado de Lisboa?
Se sitúa en un contexto de crisis económica sin precedentes. Según las previsiones, la economía irlandesa se habrá contraído un 9% de aquí a finales del año 2010, lo que representa la mayor caída del mundo occidental. El año pasado, el paro se ha más que duplicado para superar el 10%.
La actitud del gobierno de derechas del Fianna Fail /Verdes ha sido recortar en los salarios de los trabajadores del sector público y en los propios servicios públicos, introducir nuevos impuestos e inyectar dinero en los bancos por 54 millardos de euros con el dinero de los contribuyentes. El gobierno está hoy con un 19% de opiniones favorables en los sondeos. Ha habido manifestaciones contra la política del gobierno, pero los dirigentes sindicales han jugado un papel muy negativo. Restringen el movimiento, proponen «negociaciones» y hablan de «compartir el dolor» aún cuando la clase obrera no tiene ninguna responsabilidad en la crisis. El Socialist Party, que es reconocido por su papel dirigente en favor del «no», subraya que la política que ha causado la crisis es la defendida por el Tratado de Lisboa.
¿Sobre qué ejes y qué puntos fundamentales tiene la campaña por el «no»?
El principal punto de ataque del Socialist Party -y de otras fuerzas progresistas y de izquierda que se oponen al tratado- se refiere a los ataques contra los derechos de los trabajadores, con jueces bien situados en el Tribunal de la Justicia Europeo (Laval, Viking, Ruffert, Luxemburg), que han servido para reducir los niveles salariales definidos en las negociaciones colectivas, e incluso para romper localmente leyes que protegen a los trabajadores.
Otras cuestiones importantes ligadas a Lisboa comprenden también una militarización creciente, con la Agencia Europea de Defensa (AED) que obtiene un estatus oficial en el tratado. La AED está particularmente encargada de ayudar al comercio de armas europeo y actúa como un comerciante de armas en la escena mundial. El Tratado de Lisboa podrá también dar la autorización a grupos de países miembros de la UE a aliarse para lanzar campañas militares en nombre de toda la UE, incluida Irlanda. Hay una oposición enorme en Irlanda frente a la noción de alianzas militares y ha habido movilizaciones significativas contra la guerra de Irak.
¿Qué fuerzas que llaman a votar «sí» y con qué argumentos?
Todo el establishment político llama a votar «si» e ignora completamente el contenido del Tratado. Utilizan una campaña de miedo y de intimidación para llamar al «si». Dicen que la crisis (que ellos han causado) será peor y que Irlanda quedará aislada del resto de Europa. No mencionan que el mismo Tratado, básicamente, ha sido rechazado por las clases obreras francesa y holandesa, y que el comisario europeo irlandés, Charlie McCreevy, ha reconocido que si el resto de Europa tuviera la posibilidad de votar por referéndum, el 95% lo rechazaría (¡lo que es probablemente una exageración!). Los partidarios del «si» tienen la actitud típica de no discutir argumentos del Socialist Party y de la izquierda que llama al «no». En lugar de eso, se concentran sobre la extrema derecha y los elementos ultra religiosos que llaman también a votar «no», pero con argumentos completamente fuera de cuestión, como el aborto.
De forma escandalosa, la mayor parte de los dirigentes sindicales llaman a votar «si» diciendo que la Carta de Derechos Fundamentales obtendrá un estatus oficial, lo que «mejorará» la situación de los derechos de los trabajadores. Ha habido muchos debates a propósito de esto en el movimiento obrero. Los argumentos pueden parecer complicados pero lo que tratamos de explicar es que si la Carta menciona el derecho a afiliarse y el derecho a negociar colectivamente, estos derechos están limitados por el artículo 52, que da prioridad a los derechos de los patronos y a sus beneficios. Últimamente en Irlanda ha habido luchas industriales de primera línea en Coca-Cola, MTL Docks, Thomas Cook, Carrols Joinery, donde decretos del Tribunal Supremo han podido permitir a los patronos evitar huelgas y ocupaciones. La situación a la que esos trabajadores y los demás hacen frente en sus combates para defender sus empleos, salarios y condiciones de trabajo no se mejorará en absoluto bajo el Tratado de Lisboa.
Los partidarios del «si» gastan probablemente diez veces más que los del «no» en esta campaña. Las reglas de difusión han sido cambiadas a fin de que los debates en la radio no den el mismo tiempo a los dos lados, y la derecha obtiene la mayor parte del tiempo para si. El 90% de los periódicos apoyan el «si».
Estos factores hacen más probable un voto «si» esta vez. Pero si eso ocurre, la autoridad de la izquierda y de las fuerzas como el Socialist Party será reforzada cuando la gente compruebe la realidad de este Tratado, cuando sea utilizado por la UE y los diferentes gobiernos para agravar sus ataques contra los trabajadores y los servicios públicos, aumentar la capacidad militar de la UE, etc.
Los partidarios del «si» dicen que no tenemos alternativa y que somos «anti-Europa»; pero nuestro material sobre el referéndum explica nuestra alternativa: estamos a favor de una Europa socialista en la que los grandes recursos del continente sean controlados democráticamente por el pueblo de Europa y utilizados para satisfacer nuestras necesidades.
http://www.vientosur.info/articulosweb/noticia/index.php?x=2573
Traducción: Alberto Nadal para VIENTO SUR