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La comisión sobre Iraq comienza con dudas sobre su efectividad

Fuentes: Gara

Más de seis años después del comienzo de la invasión de Irak, la comisión de investigación sobre la participación de Gran Bretaña en este controvertido conflicto comenzó ayer en Londres con una serie de audiencias públicas muy esperadas, entre las que destaca la del ex primer ministro Tony Blair, que no se producirá hasta comienzos […]

Más de seis años después del comienzo de la invasión de Irak, la comisión de investigación sobre la participación de Gran Bretaña en este controvertido conflicto comenzó ayer en Londres con una serie de audiencias públicas muy esperadas, entre las que destaca la del ex primer ministro Tony Blair, que no se producirá hasta comienzos de 2010.

El presidente de la comisión, John Chilcot, un ex alto funcionario, prometió ayer en su declaración preliminar que no se «esconderá de las críticas cuando sean justificadas, aunque se refieran a una persona que no esté en el proceso».

La comisión, nombrada por el Gobierno y que tiene como sede un centro de conferencias próximo al Parlamento, es «apolítica e independiente», afirmó Chilcot. Su función será proceder a un examen «en profundidad, riguroso, justo y honesto» de los hechos.

Ante la comisión comparecerán en los próximos meses jefes militares, diplomáticos y altos funcionarios para explicar el proceso de decisión que desembocó en 2003 en el apoyo de Gran Bretaña a la invasión de Irak por parte de EEUU para derrocar al Gobierno de Saddam Hussein.

El primer testimonio que escucharon los cinco miembros de la comisión fue el de Peter Ricketts, que presidió el comité de informaciones exteriores entre 2000 y 2001, antes de ocupar un puesto destacado en el Foreign Office, el Ministerio británico de Exteriores, de 2001 a 2003.

Ricketts, que sigue ocupando un puesto en el Ministerio de Exteriores, comenzó a explicar que desde 2001 algunos miembros de la Administración Bush tenían como objetivo «un cambio de régimen» en Irak.

William Pattey, responsable del Departamento de Oriente Próximo en el Foreign Office de 1999 a 2002, confirmó el tono bélico que empleaban los halcones de Washington, pero indicó que la política británica «se quedó al margen de ello».

«No pensábamos que Saddam fuera bueno y considerábamos que sería fantástico que se fuese, pero no teníamos una política explícita para desembarazarnos de él», afirmó Pattey.

En el exterior del centro de conferencias, un pequeño grupo de manifestantes mostró su oposición a la guerra. Algunos portaban caretas de Blair, de su sucesor Gordon Brown, y del ex presidente estadounidense George Bush y tenían las manos manchadas con sangre falsa.

Inicialmente, la comisión centrará su atención en el famoso dossier en el que el Gobierno de Blair afirmaba que Saddam Hussein tenía armas de destrucción masiva.

Esta supuesta amenaza, que jamás fue confirmada, contribuyó a justificar la participación de Gran Bretaña en la invasión de Irak en marzo de 2003.

Tony Blair testificará a comienzos de enero de 2010, en una fecha aún sin determinar pero que será el momento álgido de esta comisión, que tiene previsto concluir sus sesiones en febrero.

Denuncian que la Policía practica arrestos para lograr ADN

La Policía británica practica regularmente detenciones con el único objetivo de agregar el perfil genético de estas personas al archivo de datos de ADN, según acusó ayer una comisión gubernamental.

Cerca del 75% de los jóvenes negros de entre 18 y 35 años están en este fichero, el más importante del mundo, que contiene el perfil genético de 5,9 millones de personas, una cifra que se ha incrementado en un 40% en dos años, según la comisión sobre genética humana, que depende del Gobierno y que criticó la ausencia de reglas claras sobre esta base de datos que se creó en 1995. Cerca de un millón de personas que nunca han cometido un delito están en este archivo, según la comisión.

Un antiguo comisario de Policía escribió a la comisión para asegurar que su norma era practicar detenciones únicamente para obtener ADN, con la hipótesis de que los arrestados, tarde o temprano, podrían estar implicados en delitos.

Así, algunos grupos étnicos están representados de manera desproporcionada en el fichero. Los jóvenes negros están «fuertemente sobrerrepresentados», añadió la comisión.

El presidente de la comisión, el profesor Jonathan Montgomery, lamentó la ausencia de debate público sobre el fichero y estimó que convendría establecer «un equilibrio correcto entre nuestro intereses privados a la confidencialidad y el interés público a investigar sobre los delitos».

Junto a ello, la comisión mostró sus dudas de que este fichero de ADN sea efectivo contra la delincuencia.

http://www.gara.net/paperezkoa/20091125/168514/es/la-comision-sobre-irak-comienza-dudas-sobre-su-efectividad