El fenómeno de la corrupción, aparece desde que la humanidad evolucionó hacia una sociedad de clases; esto es; desde que las sociedades se dividieron en opresores y oprimidos. Con la aparición de la propiedad privada, y la opresión que ejercía la clase dominante sobre el pueblo, se dieron las condiciones objetivas para que el robo […]
El fenómeno de la corrupción, aparece desde que la humanidad evolucionó hacia una sociedad de clases; esto es; desde que las sociedades se dividieron en opresores y oprimidos.
Con la aparición de la propiedad privada, y la opresión que ejercía la clase dominante sobre el pueblo, se dieron las condiciones objetivas para que el robo y el saqueo se institucionalice en perjuicio de los oprimidos y el consiguiente beneficio de los opresores ya que la producción era de su propiedad, además, su estado, sea esta de carácter esclavista, feudal o burguesa, se encargaría directamente de ejercer opresión imponiendo impuestos y demás contribuciones a la población indefensa.
A fines del 2017 y en lo que va del presente año, la sociedad peruana ha sido remecida por los escándalos de corrupción descubiertos en las altas esferas del poder, involucrando a congresistas, ministros, presidentes, empresarios y altos funcionarios del estado , es así que, en plena crisis de la clase política en el poder y de sus líderes, por el escándalo de Odebrecht, estallan otros casos; primero, fue el caso del contrato con la empresa Kuntur Wasi para la construcción del aeropuerto internacional de Chinchero en el Cusco, aquí se descubrió los malos manejos del presidente PPK, su ministro de Economía, su ministro de Transportes y comunicaciones ( hoy presidente de la república) y al propio Contralor de la República. Esto produjo la caída de estos ministros y del propio contralor; luego salió a la luz el indulto del reo Alberto Fujimori el cual fue canjeado por los votos del grupo de congresistas, liderados por el hijo del reo, los mismos que salvaron a PPK de su vacancia presidencial. Pero, estos escándalos continuaron con la emisión de los Mamani videos, en donde se descubren los tratos de un congresista del partido Fuerza Popular, con el dos congresistas del grupo del hijo del expresidente indultado, a fin de tener los votos necesarios para impedir la nueva vacancia de PPK. Este escándalo propició la renuncia del ministro de Transportes, la renuncia de PPK, la salida de todo su gabinete y la asunción, a la presidencia, del Ing. Vizcarra, primer vicepresidente.
A la fecha, siguen saliendo nuevos escándalos de jueces, vinculados al narcotráfico, tráfico de influencias, relaciones turbias con empresarios, algunos congresistas vinculados, hasta el mismo presidente de la federación de futbol.
Si no existiera tecnología de espionaje y las pugnas entre las diversas facciones de la clase dominante, difícil seria descubrir estos escándalos; sin embargo, el pueblo percibe la podredumbre de la degradación de la clase opresora ya que es víctima del robo, del atropello a sus derechos, de su chantaje, de su violencia y de su desprecio cotidiano.
Todos estos casos de escándalo son temas para los medios de comunicación, voceros de los opresores, cuyos periodistas a su servicio, y diversos comentaristas, se indignan, protestan y tratan de explicar este fenómeno buscando chivos expiatorios, afirmando que son algunos malos jueces, malos fiscales, los responsables de la debacle de las instituciones y piden que se cambien a los malos funcionarios, hagan cambios, reformas. Todo esto apunta a un lavado de cara de las entidades retrogradas del estado y a un reacomodo de las facciones burguesas en pugna por el control de dicho estado.
Los fenómenos sociales suceden si se dan las condiciones objetivas y subjetivas en un determinado estadio social de desarrollo histórico; en el caso peruano, las entidades que conforman el estado, están, desde hace muchos años, en un proceso de degradación que arrastra a toda la sociedad hacía su debacle e inviabilidad como país, cuya clase dirigente es incapaz de resolver.
Los filósofos de la clase dominante, creen que, haciendo reformas, expulsando a los malos de las entidades del estado ya pueden solucionar el problema, no se dan cuenta que justamente eso es lo que requiere el estado retrogrado y caduco, para seguir agonizando. No se dan cuenta de este proceso de degradación social, que pone en jaque a todo su estrato social, pero que lastimosamente el pueblo peruano, aun herido por años de embrutecimiento, opresión y represión, sin dirección política alguna, no puede capitalizar a su favor, esta condición revolucionaria.
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